19.12.24

Shemot 5785

BS’D


La zarza ardiente. Parte cinematográfica si las hay en nuestra Sagrada Torá.


Si leemos el contexto en que sucede (capítulos 2 y 3), veremos que unos versículos antes Dios escucha el lamento y el sufrimiento del pueblo, y toma cartas en el asunto. Llama a un pastor de ovejas, Moshé, para que venga a hacerse cargo de Su rebaño.


Antes de llamarlo y ofrecerle el “puesto”, hace algo para atraer la atención de Moshé (Shemot 3:2): “Se le apareció el Enviado de Ado-nai a él (Moshé), en el corazón de un fuego, en medio de la zarza. Vio él y he aquí que la zarza ardía en fuego, pero la zarza no se consumía”. 


¿Qué es una zarza? Un pequeño arbusto, que en hebreo se dice סנה "Sené" y de allí derivará el nombre Sinaí, que es el nombre por el cual será más conocido este lugar donde Dios se le presenta a Moshé.

Un árbol del cual sale fuego pero no se incendia. Rashbam (Siglo 12) nos enseña que incluso en el lugar de donde salía la llama de la zarza no había nada de “brasa”.

Dios le habla a Moshé desde el interior de la zarza y no en otra clase de árbol, y resuena el versículo de Tehilim 91:15: “Yo estoy con él (Israel) en el sufrimiento (tzará). A su vez, la zarza es un arbusto espinoso y bajo. Rashí (Siglo 11) explica aquí que Dios escogió revelarse a Moshé en este arbusto y no en un árbol grande e imponente porque Israel estaba sumido en el exilio y el sufrimiento. Ello implicaba que la soberanía de Dios no era manifiesta al mundo, y en cierto sentido, Dios compartía su (nuestra) pena, la zarza aludía a este concepto (La Torá con Rashí - en español. Aryeh Coffman).

Este corazón de fuego de la zarza simboliza la misma Torá, que ha sido escrita a modo de un “fuego blanco sobre otro fuego negro”.

Claramente pasó mucho más que eso en este episodio bíblico, donde va a acontecer un debate de una semana entre Dios y Moshé, quien por su característica humildad, quizás por miedo, por sentirse falto de capacidades, no quiere aceptar el puesto de líder de Israel. Y sí, Moshé siempre plantea preguntas y dudas, pero es el que habla con Dios cara a cara, el que lleva al pueblo 40 años por la travesía en el desierto, el que se enfrenta a miles de desafíos. Una fe con dudas, en un momento de muchos tzures, sufrimientos injustos y persecuciones. Y ahí asume Moshé ese desafío, de liderar al pueblo judío. Se hace cargo.

—---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Esta época del mundo llama la atención. Vivimos desde el 7 de octubre de 2023 una pesadilla, donde no solamente tenemos miles de muertos para llorar, 100 secuestrados para traer de regreso a casa, sino que además resurge un odio a los judíos tan recalcitrante que nos sentimos muy solos a veces.

Pero en la misma época, vivimos la solidaridad de nuestro pueblo, donde nos apoyamos, nos cuidamos, donde vemos también quienes son nuestros verdaderos amigos (si quieren leerlo en clave política, ok, pero también lo vivenciamos como individuos). Y encontramos apoyo en gente que realmente entiende el valor de la vida. 

Y ahí es donde se engancha el relato milenario de la Torá con nuestra realidad, porque la Torá nos habla a nosotros. Hay un momento de aflicción, donde el pueblo la pasa mal, muy mal. Y entonces viene una señal que roza lo sobrenatural, pero con mucho simbolismo. Un pequeño árbol llama la atención de un pastor desterrado y perseguido, y el símbolo es el fuego. Un fuego que existe plenamente, pero que no arruina al árbol sobre el cual está.

Desde el 7/10/23 vemos como resurgimos también nosotros, con dificultades, quizás con temores, pero poniendo por delante una valentía que se ve expresada en ejemplos de vida, desde los soldados del TzaHaL hasta el activista comunitario de una provincia argentina, que salen a demostrar que su identidad judía está cada vez más fuerte y se siente más orgulloso de ser judío.

Como todos los textos que cité antes, de siglos lejanos, también les traigo otro texto de hace más de 70 años, donde el Rab Dessler hablando del “matir asurim”, el que libera a los cautivos (lo decimos todos los días como parte de nuestros rezos) dice: “Casi todo el mundo está cautivo en manos de las fuerzas del mal (sitra ajera)… Incluso grandes y buenos, casi sin excepción. E incluso así, la fe, la Torá y las prácticas judías no se terminan (Dios no permita). He aquí que nosotros vemos guevurot, fuerza y heroísmo, que no se pueden ni presuponer ni estimar anticipadamente de ninguna manera, realmente “ve-ha-sené einenu ucal” la zarza no se consume”.

Hoy hay miles de motivos para ser pesimistas, mucha maldad y mentira. Mucho comprador o vendedor de mentiras llenas de odio. Pero nosotros vamos a seguir adelante, optimistas, agradecidos de ser quienes somos.

Con un fuego sagrado que tenemos en el pecho, y que nos lleva a seguir adelante. Que es hermoso, que no se termina y lejos de consumirnos, nos llena de energía y fuerzas para lo que viene.

El desafío es saber ver las señales, que quizás no sean tan llamativas, ni mucho menos Dios se nos presente y nos llame por nombre como lo hace con Moshé, pero claramente este es un momento de acción, de dar el paso al frente, de seguir adelante con más fuerza, de evitar peleas internas inútiles que den de comer a nuestros enemigos, de juntarnos, de seguir adelante con cada sueño, cada idea, cada proyecto.

—---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Hoy leo distinto aquél momento de la zarza ardiente. Veo que hace poco más de un año teníamos una idea, un sueño, que era armar un lugar de estudio y vivencia de Torá para nuestros jóvenes. Las conversaciones comenzaron allá por noviembre del ‘23, y hoy es una realidad. Eso me llama a decirles, vamos para adelante, aunque tengamos alguna duda como Moshé, no dejemos de hacer nuestra parte de la labor.

Te estamos esperando.


¡Shabat Shalom!


Rab Meir Szames

La Ieshive en IG @la_ieshive


13.3.24

La felicidad y la recompensa en este mundo

 Rab Eliahu Eliezer Dessler[1] [2]

 

La vida de felicidad (Jaiei Osher[3])

 

“Una vida de felicidad en este mundo”. ¿Quién no sabe el significado de estas tres palabras? ¿Qué es la felicidad (osher - אושר) en este mundo? Aparentemente es muy simple, aquel que puede conseguir todo lo que anhela, ese es el feliz (meushar). Por esto, nosotros podemos deducir simplemente lo siguiente: Aquel que es capaz en asuntos de negocios y tiene la habilidad de acumular riquezas (hosher, עושר), es quien es feliz (meushar). Todo aquel que tiene mucha fuerza, perspicacia[4], astucia, picardía, es aquel que tiene el poder requerido para este objetivo. Es así, en tanto y en cuanto, en todos lados nosotros vemos y escuchamos a personas cuanto ensalzan y ponderan las cualidades del que tiene aspiraciones, y cuanto se burlan de aquel que es falto de suerte (infeliz/desgraciado) a sus ojos, que será llamado vago (batlán), etc. A pesar de esto, si miramos bien e investigamos de un modo sistemático el asunto nos preguntaremos: “¿Acaso hemos visto ya una persona feliz (meushar) en el mundo?”. Y cuando le preguntemos a otros si han visto a personas felices en el mundo, responderán obviamente que sí. Nosotros mismos responderemos que sí. Obvio es también que habrá entre los ricos (hashirim), gente infeliz, y entre los millonarios aquellos que tragan amarguras, pero por cuanto que nosotros vemos a nuestros ojos que hay entre ellos personas que obviamente se ven felices, por ver cómo son sus moradas, sus comidas, sus bebidas, sus sirvientes, sus viajes, sus salidas, su cantidad de dinero, oro, joyas, etc., etc, y es evidente, que si no les ocurre alguna molestia ocasional, son visiblemente felices. Esta respuesta es muy superficial. Si deseamos aclarar este asunto de modo sistemático, tenemos un camino por delante. Vayamos, por favor, entre las personas y hagamos un “boca de urna”/preguntemos y escuchemos sus palabras. No le preguntemos a una persona sobre los demás, sino a cada uno su parecer sobre sí mismo, y así ¿no sabremos acaso la verdad con claridad? Pero¿con qué nos vamos a encontrar entonces? Empecemos por preguntarle su opinión a los ricos (hashirim), aquellos repletos de dinero, oro por doquier, que viven en palacios, y andan en autos de lujo, ¿qué nos responderá cada uno de ellos? No encontrarás en nosotros la felicidad (osher אושר) y no es nuestra, es cierto que hemos sido privilegiados con la riqueza (hosher עושר), pero tiene la misma letra AIN ע que la palabra RAÁ (maldad - רעה), pero respecto al OSHER (felicidad) con la letra ALEF א, no hemos llegado aún. Este anda con su envidia, aquel con su ambición, a la mayoría les va mal en sus casas, problemas familiares, problemas con los hijos e hijas, todo tipo de pesares que los angustian. Y no son pesares ocasionales, sino esenciales, en el centro mismo de sus personas y asuntos. Ya que no ha de morir la persona, y ni siquiera habrá alcanzado la mitad de lo que desea/pide su corazón.

Si esto es así, con ellos no está la felicidad.

 

Vayamos y preguntemos a otros, a aquellos que están en el medio, una clase media respecto a la riqueza económica, y nos vamos a encontrar con que trabajan mucho y duramente para ganar más dinero. Por favor, vayamos y miremos detenidamente, quizás ellos sí tienen la auténtica felicidad. Pero aquí nos vamos a encontrar con una gran sorpresa, acaso no están todo el día ocupados, sin poder disfrutar de su riqueza, solamente se ocupan de procurarse la riqueza, y ¿cuándo van a tener tiempo libre para disfrutar y ser felices? La respuesta: ¡Nunca! Cuando envejecen y se encuentran a las puertas de la muerte, se encuentran a sí mismos como inservibles para este mundo, porque estaban acostumbrados a trabajar, y ahora ya no tienen la fuerza requerida para ejercer sus labores, no encuentran ningún sentido a sus vidas, y son como una sombra viviente, y así se ven a sí mismos.

 

Y si apuntamos a los que están por debajo de ellos, los obreros y trabajadores que se esfuerzan a pleno día a día, ¿acaso ellos son felices? Consultemos con ellos. Ellos ejercen un trabajo muy duro cada jornada, a veces incluso por las noches, y después de todo eso, sienten que su parte en este mundo es la más pequeña de todas, y entienden que aquellos, los ricos, son los que le han quitado a ellos su riqueza, a costas de los trabajadores, ya que ellos, la clase obrera, son los que traen todo lo bueno a este mundo, pero no para ellos mismos[5], pero hay otros que vienen y se los roban. ¿Esto es la felicidad? Es obvio que no.

 

Entonces ¿dónde está la vida feliz en este mundo? Esta es nuestra pregunta, y no hay quien la responda. Sólo nos responde el eco de todos los seres humanos diciendo: ¿Una vida feliz? No existe. Este asunto es muy claro, busque por donde se busque.

 

De ser así, cabe preguntar: ¿Qué es lo que hizo el Santo Bendito Él que creó un mundo tan grande para que todos, realmente todos, sufran tan grandes sufrimientos y males? ¡Eso es impensable e imposible! Está claro que hay un modo de corregir (tikún) este mal, a esta calamidad terrible que le ha ocurrido a todo el mundo. Nos corresponde buscar entender cuál es este tikún, el modo de enmendar, saber dónde se encuentra la felicidad, ya que sin duda, H’ Dios bueno, fuente de todo lo bueno, ha preparado para todos los que habitan el mundo que Él creó. Y mientras que buscamos entender la forma de enmendar esto, debemos encontrar también cual es el kilkul/causa de deterioro[6], como el caso de un médico, que solamente cuando entiende cuál es la enfermedad del paciente, va a poder ayudarlo a curarse. ¿Cuál es el kilkul mundial que viene a arruinarnos nuestra felicidad en la vida?

 

Este asunto está tratado expresamente en las palabras de nuestros Sabios. Dice la mishná: “la envidia, la codicia y la ambición comprometen nuestra existencia (Lit.: sacan a la persona del mundo)[7]. El mundo que ha creado H’ Bendito, es un mundo feliz, sin embargo nosotros hemos salido del mundo de osher/felicidad hacia un mundo de sufrimiento de la mano de estas tres fuerzas que nos han sacado fuera de él. Y si la persona se escapa de la envidia, la codicia y la ambición, es decir, si las expulsa de su corazón, va a componer su mundo, y será un mundo lleno de felicidad de punta a punta. No tendrá felicidad/osher solamente, también tendrá hosher/riqueza con la letra AIN buena, como dicen nuestros Sabios: “...¿Quién es rico/ashir? aquél que es feliz con lo que posee[8]”. No dijeron que también él es rico, y no dijeron que es un gran rico, sino que dijeron que solamente él es el rico (eizehú ashir), y fuera de eso no solamente no hay felicidad/osher, sino que además tampoco hay riqueza/hosher. El sentido de esto es entender ¿quién es pobre/haní? Aquél a quien le falta[9], aquél que desea lo que no tiene. Si revisamos minuciosamente, se nos aparecerá con claridad que mucho más de lo que le falta a priori al pobre de riqueza, le falta al rico en su deseo. El necesitado pide a los gritos por pan porque tiene hambre, y el rico desespera y grita por ambición y codicia lo que no puede alcanzar. Si observamos a cada uno de ellos según como él se siente a sí mismo, veremos que a los dos les va muy mal, y cada uno de ellos siente el pesar que lleva en su corazón, donde se siente lo malo y la amargura profunda. Por eso, solamente aquél al que no le falta nada es rico/ashir y no otro, a todas luces.

 

¿Quién es él? Como se viene diciendo, aquel que expulsó sus deseos y aspiraciones de este mundo[10] de su corazón. Pero si esto es así, ¡entonces nos quedamos sin aspiraciones y sin fuerza vital! ¿Sin ambición y sin energía vamos a llamar a eso vida? Por otro lado, ¿Acaso los ancianos que están cerca del final no son felices? Esta es la explicación del asunto:

No hay ningún tipo de felicidad material en el mundo, solamente la felicidad espiritual (osher rujaní). Aquél que es rico en espiritualidad (rujaniut) es el feliz (meushar), y ninguno más que él.

 

Esto lo podemos ver en aquellos verdaderos bnei Torá, que ponen su interés, su profundización, su deseo y fuerza en la Torá y la sabiduría, que pueden sentir la felicidad verdadera. No solamente en el Olam HaBá (Mundo Venidero) sino en su sentido simple, en este mundo. Y queda claro que aquél que no tiene aspiraciones ni ímpetu no es feliz, ya que esa fuerza y búsquedas son la base de la felicidad, son lo que dan vida. ¿Pero cuándo? Cuando las aspiraciones se completan, cuando que se completen no está en manos de otros, cuando se alcanzan sin envidia y ambición de poder, es decir, cuando esa aspiración (sheifá) viene del amor a la Torá, amor a la jojmá (sabiduría), amor al musar (ética), etc.

Llenar este tipo de sheifá depende exclusivamente de nosotros, y en tanto y cuanto pongamos mayor ímpetu en esta aspiración, vamos a aumentar nuestra felicidad, y seremos nosotros los felices/meusharim en este mundo, y esta es la explicación de la mishná que dice: “[11]Este es el camino de la Torá: aunque sólo te alimentes de pan y sal, bebas agua con medida, y duermas sobre el suelo, y vivas una vida de privaciones, estudia intensamente la Torá. Si así lo hicieres, serás feliz y gozarás del bien. Serás feliz en este mundo, y gozarás del bien en el mundo venidero.” Es decir, si estás dispuesto a todo esto por tu gran deseo de Torá, ya seas rico y adinerado o también siendo pobre, serás feliz en este mundo, tú serás el feliz/meushar en este mundo. Estas son las cuestiones verdaderas en el asunto de alcanzar la felicidad en este mundo.

 

 

Recompensa de la mitzvá en este mundo (Sajar mitzvá ba-olam ha-zé)

 

Dicen los sabios del Talmud[12]: “No hay en este mundo recompensa de la mitzvá”, y aparentemente esto se explicaría como que no se le paga a la persona, la recompensa por las mitzvot que haga, en este mundo, porque su recompensa lo espera en el Olam HaBá (Mundo Venidero).

 

Sin embargo, este asunto es muy profundo y corresponde aclararlo correctamente.

 

En el Pirkei Avot[13] dicen nuestros Sabios: “es preferible una sola hora de calma espiritual en el mundo venidero antes que toda una vida en este nuestro mundo”. También este asunto precisa aclaración y reflexión. Es mi intención revelar sobre esto, lo que tuve el privilegio de escuchar de mi maestro y rabino Tzvi Hirsch Braude[14] ZTz”L. Él explicó que el asunto “toda la vida en este nuestro mundo (כל חיי עוה”ז)” sería algo así: Si se reúnen dentro de un solo momento todas las horas, y también los momentos, de felicidad y calma[15] que tiene la persona durante todos los días de su vida, y le sumamos a eso toda la felicidad y calma de todos sus conocidos y amigos durante toda su vida, y todo eso lo hacemos entrar dentro de aquél momento, y le es dado a una persona, ¿acaso es posible calcular la escala de felicidad que sentiría esa persona en ese momento? Incluso más: Si le sumamos a ese momento y le es entregada a esa sola persona toda la felicidad y calma que tienen todos los de su ciudad durante toda su vida, y le sumamos lo de todos los habitantes de todas las ciudades de su país, y de todos los países, es decir, todo lo bueno que hay en el mundo en una generación entera, y todo lo sumamos a este momento, y se lo damos a una persona, de todos modos, todavía eso no es “toda la vida en este nuestro mundo (כל חיי עוה”ז)”. Toda la vida en este nuestro mundo (כל חיי עוה”ז) si sumamos a toda la felicidad (osher), que hay en todas las generaciones, desde el comienzo de la Creación hasta el final de todas las generaciones, verdaderamente todo, todo lo bueno de este mundo sin ninguna excepción, y todo le es entregado a una sola persona y en un solo momento verdaderamente, ¿acaso hay algo mayor que esta felicidad (osher)? E incluso así, (korat ruaj) la calma espiritual en el mundo venidero es más grande que aquél momento[16]. Y la explicación de este nivel de korat ruaj/calma espiritual, explicó mi maestro y rabino, mi suegro, Rabí Najum Zeev ZTz”L, se podría pintar como una gran comida festiva en casa de reyes y que pasa por allí un pobre y sienta el aroma de la comida cuando va pasando por la calle desde afuera de la casa, y disfruta del buen aroma, así es el nivel de esta korat ruaj. Y así también respecto al Mundo Venidero, si la persona no tiene el privilegio del Olam HaBá mismo, sino que le permiten pasar por afuera y disfrutar solamente del buen aroma del Mundo Venidero que está reservado/preparado para los tzadikim/justos, esta es la explicación del que tiene calma espiritual en el Mundo Venidero (es decir, solamente una korat ruaj del Olam HaBá y no el Olam HaBá mismo), es la recompensa más chiquita que se puede encontrar, y es por la mitzvá más pequeña que no hay menor que ella (ya que toda mitzvá tiene su esperada recompensa en el Olam HaBá), y sobre esto dicen que toda la vida de este mundo, y todos sus placeres y alegrías reunidos conjuntamente desde el génesis de la Creación hasta el final de todo, no le llegan ni de cerca a la korat ruaj del Mundo Venidero[17].

 

He aquí que se nos ha aclarado bien que esta idea de “No hay en este mundo recompensa de la mitzvá”, se refiere a que no existe una mitzvá de todas las mitzvot, incluso la más pequeña de ellas, que no vaya a tener una recompensa mayor a cualquier posibilidad de encontrar recompensa y lo bueno en este mundo todo. Y así sería la traducción de las palabras realmente: No hay en este mundo, no hay en todo el mundo algo que pueda considerarse recompensa de la mitzvá, incluso para la mitzvá más pequeña[18].

 

Recompensa de la mitzvá - Es la Mitzvá (Sajar mitzvá - mitzvá)

 

Está dicho[19]: “Una buena acción conduce a otra מִּצְוָה גּוֹרֶרֶת מִצְוָה … pues la recompensa de una buena acción es otra buena acción  שֶׁשְּׂכַר מִצְוָה, מִצְוָה”. Esto quiere significar que no hay ninguna otra recompensa para la mitzvá, como se viene diciendo, “no hay en este mundo recompensa de la mitzvá”, y solamente esta es la única recompensa en este mundo, que la mitzvá/buena acción conduce a otra mitzvá. También es cierto que la recompensa verdadera es que HaKadosh Barúj Hú Nos santifica con sus mitzvot y nos acerca a su labor espiritual (avodá), es así que no hay otra recompensa en este mundo que sea verdadera, ya que todo lo bueno y el deleite en este mundo están basados en el error y la mentira, y solamente la espiritualidad/rujaniut que esperamos que Hashem Bendito nos otorgue como un privilegio, esa será la mayor recompensa que no hay otra como ella.

 

Sin embargo, según todo esto, es difícil de entender lo que nosotros recitamos en el segundo párrafo del Shemá Israel[20] “ Y será que si obedecen a Mis mandamientos …Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo … y comerás y te saciarás”. ¿Esto acaso no quiere significar que hay una recompensa por las mitzvot en este mundo? Y no estamos hablando solamente de mitzvot pequeñas que son pagadas en este mundo, sino también los niveles más elevados, como dice también allí en la Torá[21] “Amar (a Dios)...y servirLo con todo vuestro corazón y toda vuestra alma”, que es la escala mayor entre las escalas posibles y así y todo se nos dice “Yo daré la lluvia…”?

 

Sin embargo, ya explica el RaMBaM Z”L, la raíz de este asunto, y dice así[22]: “Y nos fue asegurado en la Torá que si la cumplimos con simjá/alegría y buen ánimo, y con jojmá/sabiduría vamos a tratarla siempre, que Dios va a quitarnos todos los asuntos que nos impiden realizarla, por ejemplo, la enfermedad, la guerra, el hambre y cosas de ese estilo, y nos va a influir con todo lo bueno, para fortalecernos para poder hacer/cumplir la Torá, por ejemplo, saciedad, paz, mucho dinero y oro, para que no nos ocupemos en todos nuestros días de cosas que son necesarias para el cuerpo, sino que nos sentemos libres a estudiar la sabiduría/jojmá y a realizar la mitzvá para que podamos recibir el privilegio del Mundo Venidero”. Corresponde profundizar y entender hasta dónde llega la maravilla de estas palabras maravillosas, ya que podemos aprender que todo asunto bueno de este mundo que es correspondiente que la persona alcance según el camino de la Torá, no es para que se deleite en los placeres materiales, sino que el objetivo es solamente para llegar a la kedushá/santidad, que sean todos estos asuntos mundanos a los que nos referimos, una ayuda para los asuntos de la kedushá, y para ninguna otra finalidad. Y esta es la explicación de “la recompensa de una mitzvá/buena acción es otra mitzvá”, ya que no hay ninguna recompensa para la mitzvá en este mundo salvo la ayuda/apoyo para hacer otras mitzvot, y también lo bueno de este mundo que alcance el tzadik/justo es para esta finalidad.

 

En tanto y cuanto de verdad todos los asuntos de este mundo contienen kedushá/santidad, ya que están preparados para aumentar la kedushá y son instrumentos (kelim) para la kedushá, así como en el Beit HaMikdash (Gran Templo de Ierushalaim) todos los utensilios y todo lo referido al mismo, utilizado para esa finalidad santa, es kadosh. Y así, cada cosa y cada asunto tiene dentro esta raíz, ya que todos los asuntos de este mundo están preparados para ser utilizados con una finalidad kodesh. Y cuán grandioso es aquello dicho acerca de que la mesa del Talmid Jajam (Sabio de la Torá) es semejante al mizbeaj/altar y su comida es como un korbán/ofrenda sacra, es decir, esto es así porque todo el asunto de la comida es de verdad un asunto de kidush elión/santidad superior, para fortalecer a los soldados para la Torá, bienaventurado aquél que logra cumplir estas mitzvot con kedushá/santidad y tahará/pureza.

 

Cuando profundicemos un poco más en este asunto veremos claramente lo maravilloso y tremendo que hay en él. Así como si los utensilios del Beit HaMikdash son utilizados para una finalidad jol/profana el que lo haga es considerado como que le roba al Templo/me’ilá, es así que el mismo asunto y la misma raíz corresponde también para quien tiene provecho de este mundo para una finalidad que no apunta a la kedushá/santidad que hay en él, que no es para el objetivo de cumplir las mitzvot sino para un disfrute físico, esa persona es considerada una persona que ha usado de mala manera lo sagrado (מועל בקדשים), esto es un asunto terrible y muy aterrador.

Así se entienden un poco más las palabras de la Guemará en Ketuvot[23] (104a): En el momento previo a su fallecimiento, Rebi[24], levantó sus diez dedos hacia arriba, y dijo: ¡Ribonó shel Olam-Señor del mundo! Es revelado y sabido delante de ti que me esforcé con estos diez dedos en la Torá y no tuve provecho siquiera de un dedo pequeño, que sea Tu voluntad que haya paz en mi descanso. Quiere decir, que si hubiera mal aprovechado algo de lo que le fue entregado por Dios en este mundo, que le falte en su descanso eterno. ¿Por qué es esto así? ¿Acaso Hashem Bendito le dio toda la riqueza a Rabeinu HaKadosh para que no tenga provecho y disfrute de ella? Así se explica este asunto: Rabeinu HaKadosh por haber llegado al máximo de sus cualidades espirituales y morales, logró entender que todo lo creado en este mundo fue creado para Kidush HaShem (santificación del nombre Divino), como dice el profeta[25] “Quien ha sido creado para Mi gloria es llamado en Mi nombre. Yo lo he formado, sí. Yo lo he hecho”, y así, toda la riqueza/hosher que le dio Hashem Bendito, con una necesidad de kedushá/santidad le fue entregada, y no para otra cosa, y si la utiliza en otra forma, le está robando lo sacro al Cielo, y por esto es que todo lo que tomó de este mundo, todo fue con un objetivo de kedushá/santidad y en aras del Cielo, ya que todo, verdaderamente todo, fue en aras del Cielo solamente, sin ningún otro deseo o intención.

Sin embargo, yo sé que el que lee esto va a hacerme una pregunta: Si esto es así, ¿aquél que elige por el camino de la Torá y va por el camino de los tzadikim no tendrá parte en todas las bellezas del universo? ¿Acaso la vida no se ve tan bella y placentera, y aquél que elige a la Torá va a correr con su mano todo esto, dejándolo de lado, haciendo que su vida no sea una vida?

Sobre esto le responderemos: Querido mío, que me haces esta pregunta, estás equivocado, ya que grande es el deleite/oneg que tenemos (los que elegimos la Torá). Mucho mayor es nuestro deleite al supuesto deleite (עונג מדומה) de aquellos… Ellos aparentan deleitarse pero eso no es así, sus vidas no son vidas, no logran saciarse en sus placeres, no son de aquellos que realmente se deleitan, ya que persiguen placeres aparentes solamente, pero al final del camino ven, que persiguen ese camino de placeres y nunca lo alcanzan realmente. Muy distinta es nuestra situación (de los que eligen el camino de la Torá), ya que es realmente un camino de deleite pleno, el deleite/oneg y el osher/felicidad verdadero en este mundo, y cuanto más en el Mundo Venidero. Nosotros estamos satisfechos siempre con todos los obsequios que nos da Hashem Bendito por su gran Jesed/Gracia/Benevolencia. Está dicho[26]: “con cada medida que Él te impone, agradécele”. He aquí que tenemos mucho, muchísimo, que reconocer y agradecer por tanto bueno (tov/jesed) que Hashem Bendito nos provee en todo momento, sin pausa.

Y esta es la explicación de lo que recitamos en Kriat Shemá “y comerás y te saciarás”, el asunto de saciarse es la mayor de las bendiciones, ya que no existe persona que se sacie de los asuntos de este mundo, ya que quien va detrás de los placeres de este mundo no va a poder colmar su deseo, y siempre va a ser un hambriento/raev, y sólo aquel que toda su inclinación/megamá es hacia la felicidad espiritual/osher rujaní, y los asuntos de este mundo son un medio para ese objetivo, la persona que de verdad y de todo corazón pone su deseo en servirLe a Hashem Bendito, esa persona se saciará con los obsequios de Hashem Bendito también en este mundo, siempre será meushar/feliz.

Ahora que hemos llegado a este momento, se nos va a aclarar a nosotros la mishná[27]: “¿Quién es rico? aquél que es feliz con lo que posee - ¿Eizehú ashir? HaSameaj Be-Jelkó”. Que aparentemente tiene una dificultad, si le es suficiente con su parte, con lo que le toca, si es así, no tiene aspiraciones y no tiene deseos, y si es así, también sobre lo que posee no va a encontrar deseo, y si es así, ¿cómo va a ser llamado rico/ashir?, en tanto y en cuanto no tiene nada de najat/tranquilidad de su riqueza/hosher. Y también es difícil de entender cómo puede estar contento con su parte, acaso no hay cosas que le faltan a él y también las va a querer conseguir, si es un ser humano, entonces cómo le es suficiente con su parte, con eso poco que tiene?

Por eso, todo estos asuntos son muy maravillosos, ya que aquél que lo principal/ikar de su deseo/jeshek está en la rujaniut/espiritualidad y quiere lo material/gashmiut sólo como una ayuda y apoyo para la rujaniut, una persona así agradece y reconoce a Hashem Bendito por cada detalle y cosita que le da para ayudarlo en su destino espiritual, y siempre está satisfecho, ya que cada medida que Hashem Bendito le impone, él encuentra en ella el camino y la forma de como usarlo como ayuda para su avodá/labor espiritual. Y para él, todo es para bien/ha-kol LeTová, verdaderamente todo lo que hace el Misericordioso, fuente de la misericordia, para bien lo hace[28], y él ve con sus propios ojos y siente en su corazón ese tov, ese bien, y está siempre contento con su parte/sameaj be-jelkó. Esta es la persona verdaderamente feliz/meushar en este mundo, ya que llega para ella la mayor de las recompensas, la recompensa de la mitzvá - Es la Mitzvá (Sajar mitzvá - mitzvá).

 

 



[1] Mijtav Me-Eliahu, Tomo 1, página 1 a 7 (האושר והשכר בעוה”ז).

[2] Traducción y notas: Rab Meir Szames

[3] Nota: Hay dos palabras que a nuestro oído suenan similares, ellas son: Osher - אושר - Felicidad, y por otro lado la palabra Hosher - עושר - Riqueza, la diferencia es una sola letra, pero no son palabras emparentadas en el idioma, aunque sí al oído general, y más para nosotros que hablamos español, y no diferenciamos, y la Alef y Ain que nos suenan como letras “mudas”. Es más fácil diferenciar entre Meushar מאושר Feliz y la palabra Ashir עשיר Rico. Importante tener en cuenta esto para entender el juego de palabras erróneo que podemos hacer en nuestra mente asociando ambos conceptos.

[4] חריפות וערמה יתירים

[5] Se me perdonará la digresión musical, pero suena a “Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”. El Arriero.

[6] Las palabras que viene usando Rab Dessler son: Tikún (arreglo, enmienda, mejora) y Kilkul (daño, deterioro, corrupción)

[7] Pirkei Avot 4:21רַבִּי אֶלְעָזָר הַקַּפָּר אוֹמֵר, הַקִּנְאָה וְהַתַּאֲוָה וְהַכָּבוֹד, מוֹצִיאִין אֶת הָאָדָם מִן הָעוֹלָם

[8] Pirkei Avot 4:1בֶּן זוֹמָא אוֹמֵר… אֵיזֶהוּ עָשִׁיר, הַשָּׂמֵחַ בְּחֶלְקוֹ”

[9] Hace una referencia sin nombrar al versículo de Devarim 15:8 אֲשֶׁר יֶחְסַר לוֹ” Hablando del menesteroso, la Torá dice allí “Pues abrir habrás de abrir tu mano a él, y prestar le prestarás; lo suficiente para su carencia: lo que le faltare a él

[10] Olam HaZé

[11] Pirkei Avot 6:4כַּךְ הִיא דַּרְכָּהּ שֶׁל תּוֹרָה, פַּת בְּמֶלַח תֹּאכַל, וּמַיִם בִּמְשׂוּרָה תִשְׁתֶּה, וְעַל הָאָרֶץ תִּישַׁן, וְחַיֵּי צַעַר תִּחְיֶה, וּבַתּוֹרָה אַתָּה עָמֵל, אִם אַתָּה עֹשֶׂה כֵן, (תהלים קכח) אַשְׁרֶיךָ וְטוֹב לָךְ. אַשְׁרֶיךָ בָּעוֹלָם הַזֶּה וְטוֹב לָךְ לָעוֹלָם הַבָּא

[12] Kidushín 39bשְׂכַר מִצְוָה בְּהַאי עָלְמָא לֵיכָּא

[13] Pirkei Avot 4:17יָפָה שָׁעָה אַחַת שֶׁל קוֹרַת רוּחַ בָּעוֹלָם הַבָּא, מִכָּל חַיֵּי הָעוֹלָם הַזֶּה”. Nota: Tanto la fuente anterior citada (Kidushin 39b) como esta mishná son palabras del mismo Sabio, Rabí Iaacov Ben Korshai, 4ta generación de Tanaim.

[14] En hebreo צבי הירש ברוידא

[15] La expresión en hebreo es אושר ונחת

[16] NdT: el resaltado es mío

[17] Resumiendo esta idea que presenta Rab Dessler: Todo lo mejor de lo mejor de este mundo, de principio a fin, no le llega siquiera al aroma de lo que es el Mundo Venidero.

[18] Porque todas las mitzvot van a tener su recompensa en el Mundo Venidero (además de lo que se nos dé en este mundo), y ya vimos que el aroma del Mundo Venidero es superior a todo lo bueno que se puede reunir en este mundo en el que vivimos, de punta a punta geográfica y temporal.

[19] Pirkei Avot 4:2 “Ben Azai, dice: corre en pos de la buena acción, cualquiera fuere su importancia, y elude la transgresión; pues una buena acción conduce a otra, mientras que una transgresión acarrea otra. Pues la recompensa de una buena acción es otra buena acción, y el castigo por la mala acción, es otra mala acción.”

[21] Debarim 11:13לְאַהֲבָ֞ה אֶת־ה’ אֱלֹֽקיכֶם֙ וּלְעׇבְד֔וֹ בְּכׇל־לְבַבְכֶ֖ם וּבְכׇל־נַפְשְׁכֶֽם

[24] Rebi-Rabeinu HaKadosh - Rabí Iehudá HaNasí, compilador de la Mishná, gozaba de gran sabiduría y riqueza y es uno de los más grandes maestros del pueblo judío. https://en.wikipedia.org/wiki/Judah_ha-Nasi

 

[25] Ishaiahu 43:7: “כֹּל הַנִּקְרָא בִשְׁמִי וְלִכְבוֹדִי בְּרָאתִיו יְצַרְתִּיו אַף־עֲשִׂיתִיו

[26] Brajot 54a: “ בְּכָל מִדָּה וּמִדָּה שֶׁהוּא מוֹדֵד לְךָ הֱוֵי מוֹדֶה לוֹ”

[28] Brajot 60b: Dice Rabí Akiva que la persona debe acostumbrarse a decir “כׇּל דְּעָבֵיד רַחֲמָנָא לְטָב עָבֵיד” Col de-aveid Rajmana LeTav Aveid, todo lo que hace Dios, para bien lo hace.