Rab Eliahu Eliezer Dessler[1] [2]
La vida de felicidad (Jaiei Osher[3])
“Una vida de
felicidad en este mundo”. ¿Quién no sabe el significado de estas tres palabras? ¿Qué
es la felicidad (osher - אושר)
en este mundo? Aparentemente es muy simple, aquel que puede conseguir todo lo
que anhela, ese es el feliz (meushar). Por esto, nosotros podemos deducir
simplemente lo siguiente: Aquel que es capaz en asuntos de negocios y tiene la
habilidad de acumular riquezas (hosher, עושר), es quien es feliz (meushar). Todo aquel
que tiene mucha fuerza, perspicacia[4],
astucia, picardía, es aquel que tiene el poder requerido para este objetivo. Es
así, en tanto y en cuanto, en todos lados nosotros vemos y escuchamos a
personas cuanto ensalzan y ponderan las cualidades del que tiene aspiraciones,
y cuanto se burlan de aquel que es falto de suerte (infeliz/desgraciado) a sus
ojos, que será llamado vago (batlán), etc. A pesar de esto, si miramos bien e
investigamos de un modo sistemático el asunto nos preguntaremos: “¿Acaso hemos
visto ya una persona feliz (meushar) en el mundo?”. Y cuando le preguntemos a
otros si han visto a personas felices en el mundo, responderán obviamente que
sí. Nosotros mismos responderemos que sí. Obvio es también que habrá entre los
ricos (hashirim), gente infeliz, y entre los millonarios aquellos que tragan
amarguras, pero por cuanto que nosotros vemos a nuestros ojos que hay entre
ellos personas que obviamente se ven felices, por ver cómo son sus moradas, sus
comidas, sus bebidas, sus sirvientes, sus viajes, sus salidas, su cantidad de
dinero, oro, joyas, etc., etc, y es evidente, que si no les ocurre alguna
molestia ocasional, son visiblemente felices. Esta respuesta es muy
superficial. Si deseamos aclarar este asunto de modo sistemático, tenemos un
camino por delante. Vayamos, por favor, entre las personas y hagamos un “boca
de urna”/preguntemos y escuchemos sus palabras. No le preguntemos a una persona
sobre los demás, sino a cada uno su parecer sobre sí mismo, y así ¿no sabremos
acaso la verdad con claridad? Pero¿con qué nos vamos a encontrar entonces?
Empecemos por preguntarle su opinión a los ricos (hashirim), aquellos repletos
de dinero, oro por doquier, que viven en palacios, y andan en autos de lujo,
¿qué nos responderá cada uno de ellos? No encontrarás en nosotros la felicidad
(osher אושר) y no es nuestra,
es cierto que hemos sido privilegiados con la riqueza (hosher עושר), pero tiene la misma letra AIN ע que la palabra RAÁ (maldad - רעה), pero respecto al OSHER (felicidad) con
la letra ALEF א, no hemos llegado
aún. Este anda con su envidia, aquel con su ambición, a la mayoría les va mal
en sus casas, problemas familiares, problemas con los hijos e hijas, todo tipo
de pesares que los angustian. Y no son pesares ocasionales, sino esenciales, en
el centro mismo de sus personas y asuntos. Ya que no ha de morir la persona, y
ni siquiera habrá alcanzado la mitad de lo que desea/pide su corazón.
Si esto es así, con ellos no está la felicidad.
Vayamos y preguntemos a otros, a aquellos que están en el
medio, una clase media respecto a la riqueza económica, y nos vamos a encontrar
con que trabajan mucho y duramente para ganar más dinero. Por favor, vayamos y
miremos detenidamente, quizás ellos sí tienen la auténtica felicidad. Pero aquí
nos vamos a encontrar con una gran sorpresa, acaso no están todo el día
ocupados, sin poder disfrutar de su riqueza, solamente se ocupan de procurarse
la riqueza, y ¿cuándo van a tener tiempo libre para disfrutar y ser felices? La
respuesta: ¡Nunca! Cuando envejecen y se encuentran a las puertas de la muerte,
se encuentran a sí mismos como inservibles para este mundo, porque estaban
acostumbrados a trabajar, y ahora ya no tienen la fuerza requerida para ejercer
sus labores, no encuentran ningún sentido a sus vidas, y son como una sombra
viviente, y así se ven a sí mismos.
Y si apuntamos a los que están por debajo de ellos, los
obreros y trabajadores que se esfuerzan a pleno día a día, ¿acaso ellos son
felices? Consultemos con ellos. Ellos ejercen un trabajo muy duro cada jornada,
a veces incluso por las noches, y después de todo eso, sienten que su parte en
este mundo es la más pequeña de todas, y entienden que aquellos, los ricos, son
los que le han quitado a ellos su riqueza, a costas de los trabajadores, ya que
ellos, la clase obrera, son los que traen todo lo bueno a este mundo, pero no
para ellos mismos[5], pero
hay otros que vienen y se los roban. ¿Esto es la felicidad? Es obvio que no.
Entonces ¿dónde está la vida feliz en este mundo? Esta es
nuestra pregunta, y no hay quien la responda. Sólo nos responde el eco de todos
los seres humanos diciendo: ¿Una vida feliz? No existe. Este asunto es muy claro, busque por donde se busque.
De ser así, cabe preguntar: ¿Qué es lo que hizo el Santo
Bendito Él que creó un mundo tan grande para que todos, realmente todos, sufran
tan grandes sufrimientos y males? ¡Eso es impensable e imposible! Está claro
que hay un modo de corregir (tikún) este mal, a esta calamidad terrible que le
ha ocurrido a todo el mundo. Nos corresponde buscar entender cuál es este
tikún, el modo de enmendar, saber dónde se encuentra la felicidad, ya que sin
duda, H’ Dios bueno, fuente de todo lo bueno, ha preparado para todos los que
habitan el mundo que Él creó. Y mientras que buscamos entender la forma de
enmendar esto, debemos encontrar también cual es el kilkul/causa de deterioro[6], como
el caso de un médico, que solamente cuando entiende cuál es la enfermedad del
paciente, va a poder ayudarlo a curarse. ¿Cuál es el kilkul mundial que viene a
arruinarnos nuestra felicidad en la vida?
Este asunto está tratado expresamente en las palabras de
nuestros Sabios. Dice la mishná: “la envidia, la codicia y la ambición
comprometen nuestra existencia (Lit.:
sacan a la persona del mundo)”[7]. El
mundo que ha creado H’ Bendito, es un mundo feliz, sin embargo nosotros hemos
salido del mundo de osher/felicidad hacia un mundo de sufrimiento de la mano de
estas tres fuerzas que nos han sacado fuera de él. Y si la persona se escapa de
la envidia, la codicia y la ambición, es decir, si las expulsa de su corazón,
va a componer su mundo, y será un mundo lleno de felicidad de punta a punta. No
tendrá felicidad/osher solamente, también tendrá hosher/riqueza con la letra
AIN buena, como dicen nuestros Sabios: “...¿Quién es rico/ashir? aquél que es
feliz con lo que posee[8]”. No
dijeron que también él es rico, y no dijeron que es un gran rico, sino que
dijeron que solamente él es el rico (eizehú ashir), y fuera de eso no solamente
no hay felicidad/osher, sino que además tampoco hay riqueza/hosher. El sentido
de esto es entender ¿quién es pobre/haní? Aquél a quien le falta[9], aquél
que desea lo que no tiene. Si revisamos minuciosamente, se nos aparecerá con
claridad que mucho más de lo que le falta a priori al pobre de riqueza, le
falta al rico en su deseo. El necesitado pide a los gritos por pan porque tiene
hambre, y el rico desespera y grita por ambición y codicia lo que no puede
alcanzar. Si observamos a cada uno de ellos según como él se siente a sí mismo,
veremos que a los dos les va muy mal, y cada uno de ellos siente el pesar que
lleva en su corazón, donde se siente lo malo y la amargura profunda. Por eso,
solamente aquél al que no le falta nada
es rico/ashir y no otro, a todas luces.
¿Quién es él? Como se viene diciendo, aquel que expulsó sus
deseos y aspiraciones de este mundo[10] de su
corazón. Pero si esto es así, ¡entonces nos quedamos sin aspiraciones y sin
fuerza vital! ¿Sin ambición y sin energía vamos a llamar a eso vida? Por otro
lado, ¿Acaso los ancianos que están cerca del final no son felices? Esta es la
explicación del asunto:
No hay
ningún tipo de felicidad material en el mundo, solamente la felicidad
espiritual (osher
rujaní). Aquél que es rico en espiritualidad (rujaniut) es el feliz (meushar),
y ninguno más que él.
Esto lo podemos ver en aquellos verdaderos bnei Torá, que
ponen su interés, su profundización, su deseo y fuerza en la Torá y la
sabiduría, que pueden sentir la felicidad verdadera. No solamente en el Olam
HaBá (Mundo Venidero) sino en su sentido simple, en este mundo. Y queda claro
que aquél que no tiene aspiraciones ni ímpetu no es feliz, ya que esa fuerza y
búsquedas son la base de la felicidad, son lo que dan vida. ¿Pero cuándo?
Cuando las aspiraciones se completan, cuando que se completen no está en manos
de otros, cuando se alcanzan sin envidia y ambición de poder, es decir, cuando
esa aspiración (sheifá) viene del amor a la Torá, amor a la jojmá (sabiduría),
amor al musar (ética), etc.
Llenar este tipo de sheifá depende exclusivamente de
nosotros, y en tanto y cuanto pongamos mayor ímpetu en esta aspiración, vamos a
aumentar nuestra felicidad, y seremos nosotros los felices/meusharim en este
mundo, y esta es la explicación de la mishná que dice: “[11]Este es el camino de la Torá: aunque sólo
te alimentes de pan y sal, bebas agua con medida, y duermas sobre el suelo,
y vivas una vida de privaciones, estudia intensamente la Torá. Si así lo
hicieres, serás feliz y gozarás del bien. Serás
feliz en este mundo, y gozarás del bien en el mundo venidero.” Es decir, si
estás dispuesto a todo esto por tu gran deseo de Torá, ya seas rico y adinerado
o también siendo pobre, serás feliz
en este mundo, tú serás el
feliz/meushar en este mundo. Estas son las cuestiones verdaderas en el
asunto de alcanzar la felicidad en este mundo.
Recompensa de la mitzvá en este
mundo
(Sajar mitzvá ba-olam ha-zé)
Dicen los sabios del Talmud[12]: “No hay en
este mundo recompensa de la mitzvá”, y aparentemente esto se explicaría como
que no se le paga a la persona, la recompensa por las mitzvot que haga, en este
mundo, porque su recompensa lo espera en el Olam HaBá (Mundo Venidero).
Sin embargo, este asunto es muy profundo y corresponde
aclararlo correctamente.
En el Pirkei Avot[13] dicen
nuestros Sabios: “es preferible una sola hora de calma espiritual en el mundo
venidero antes que toda una vida en este nuestro mundo”. También este asunto
precisa aclaración y reflexión. Es mi intención revelar sobre esto, lo que tuve
el privilegio de escuchar de mi maestro y rabino Tzvi Hirsch Braude[14] ZTz”L.
Él explicó que el asunto “toda la vida en este nuestro mundo (כל חיי עוה”ז)” sería algo así: Si se reúnen dentro de
un solo momento todas las horas, y también los momentos, de felicidad y
calma[15] que
tiene la persona durante todos los días de su vida, y le sumamos a eso toda la
felicidad y calma de todos sus conocidos y amigos durante toda su vida, y todo
eso lo hacemos entrar dentro de aquél momento, y le es dado a una
persona, ¿acaso es posible calcular la escala de felicidad que sentiría esa
persona en ese momento? Incluso más: Si le sumamos a ese momento y le es
entregada a esa sola persona toda la felicidad y calma que tienen todos los de
su ciudad durante toda su vida, y le sumamos lo de todos los habitantes de
todas las ciudades de su país, y de todos los países, es decir, todo lo bueno
que hay en el mundo en una generación entera, y todo lo sumamos a este momento,
y se lo damos a una persona, de todos modos, todavía eso no es “toda la vida en
este nuestro mundo (כל חיי עוה”ז)”.
Toda la vida en este nuestro mundo (כל חיי
עוה”ז) si sumamos a toda la felicidad (osher),
que hay en todas las generaciones, desde el comienzo de la Creación hasta el
final de todas las generaciones, verdaderamente todo, todo lo bueno de este
mundo sin ninguna excepción, y todo le es entregado a una sola persona y en un
solo momento verdaderamente, ¿acaso hay algo mayor que esta felicidad
(osher)? E incluso así, (korat ruaj) la calma espiritual en el mundo venidero
es más grande que aquél momento[16]. Y la explicación de este nivel de
korat ruaj/calma espiritual, explicó mi maestro y rabino, mi suegro, Rabí Najum Zeev ZTz”L, se podría pintar como una
gran comida festiva en casa de reyes y que pasa por allí un pobre y sienta el
aroma de la comida cuando va pasando por la calle desde afuera de la casa, y
disfruta del buen aroma, así es el nivel de esta korat ruaj. Y así también
respecto al Mundo Venidero, si la persona no tiene el privilegio del Olam HaBá
mismo, sino que le permiten pasar por afuera y disfrutar solamente del buen
aroma del Mundo Venidero que está reservado/preparado para los tzadikim/justos,
esta es la explicación del que tiene calma espiritual en el Mundo Venidero (es
decir, solamente una korat ruaj del Olam HaBá y no el Olam HaBá mismo), es la
recompensa más chiquita que se puede encontrar, y es por la mitzvá más pequeña
que no hay menor que ella (ya que toda mitzvá tiene su esperada recompensa en
el Olam HaBá), y sobre esto dicen que toda la vida de este mundo, y todos sus
placeres y alegrías reunidos conjuntamente desde el génesis de la Creación
hasta el final de todo, no le llegan ni de cerca a la korat ruaj del Mundo
Venidero[17].
He aquí que se nos ha aclarado bien que esta idea de “No hay
en este mundo recompensa de la mitzvá”, se refiere a que no existe una mitzvá
de todas las mitzvot, incluso la más pequeña de ellas, que no vaya a tener una
recompensa mayor a cualquier posibilidad de encontrar recompensa y lo bueno en
este mundo todo. Y así sería la traducción de las palabras realmente: No hay en este mundo, no hay en todo el
mundo algo que pueda considerarse recompensa
de la mitzvá, incluso para la mitzvá más pequeña[18].
Recompensa de la mitzvá - Es la
Mitzvá
(Sajar mitzvá - mitzvá)
Está dicho[19]: “Una
buena acción conduce a otra מִּצְוָה גּוֹרֶרֶת מִצְוָה … pues la recompensa de una buena acción
es otra buena acción שֶׁשְּׂכַר מִצְוָה, מִצְוָה”. Esto quiere
significar que no hay ninguna otra recompensa para la mitzvá, como se viene
diciendo, “no hay en este mundo recompensa de la mitzvá”, y solamente esta es
la única recompensa en este mundo, que la mitzvá/buena acción conduce a otra
mitzvá. También es cierto que la recompensa verdadera es que HaKadosh Barúj Hú
Nos santifica con sus mitzvot y nos acerca a su labor espiritual (avodá), es
así que no hay otra recompensa en este mundo que sea verdadera, ya que todo lo
bueno y el deleite en este mundo están basados en el error y la mentira, y
solamente la espiritualidad/rujaniut que esperamos que Hashem Bendito nos
otorgue como un privilegio, esa será la mayor recompensa que no hay otra como
ella.
Sin embargo, según todo esto, es difícil de entender lo que
nosotros recitamos en el segundo párrafo del Shemá Israel[20] “ Y será que
si obedecen a Mis mandamientos …Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo … y comerás y te
saciarás”. ¿Esto acaso no quiere significar que hay una recompensa por
las mitzvot en este mundo? Y no estamos hablando solamente de mitzvot pequeñas
que son pagadas en este mundo, sino también los niveles más elevados, como dice
también allí en la Torá[21] “Amar
(a Dios)...y servirLo con todo vuestro corazón y toda vuestra alma”, que es la
escala mayor entre las escalas posibles y así y todo se nos dice “Yo daré la
lluvia…”?
Sin embargo, ya explica el RaMBaM Z”L, la raíz de este asunto, y dice
así[22]: “Y nos fue asegurado en la Torá que si la
cumplimos con simjá/alegría y buen ánimo, y con jojmá/sabiduría vamos a
tratarla siempre, que Dios va a quitarnos todos los asuntos que nos impiden
realizarla, por ejemplo, la enfermedad, la guerra, el hambre y cosas de ese
estilo, y nos va a influir con todo lo bueno, para fortalecernos para poder
hacer/cumplir la Torá, por ejemplo, saciedad, paz, mucho dinero y oro, para que
no nos ocupemos en todos nuestros días de cosas que son necesarias para el
cuerpo, sino que nos sentemos libres a estudiar la sabiduría/jojmá y a realizar
la mitzvá para que podamos recibir el privilegio del Mundo Venidero”.
Corresponde profundizar y entender hasta dónde llega la maravilla de estas
palabras maravillosas, ya que podemos aprender que todo asunto bueno de este
mundo que es correspondiente que la persona alcance según el camino de la Torá,
no es para que se deleite en los placeres materiales, sino que el objetivo es
solamente para llegar a la kedushá/santidad, que sean todos estos asuntos
mundanos a los que nos referimos, una ayuda para los asuntos de la kedushá, y
para ninguna otra finalidad. Y esta es la explicación de “la recompensa de una
mitzvá/buena acción es otra mitzvá”, ya que no hay ninguna recompensa para la
mitzvá en este mundo salvo la ayuda/apoyo para hacer otras mitzvot, y también
lo bueno de este mundo que alcance el tzadik/justo es para esta finalidad.
En tanto y cuanto de verdad todos los asuntos de este mundo
contienen kedushá/santidad, ya que están preparados para aumentar la kedushá y
son instrumentos (kelim) para la kedushá, así como en el Beit HaMikdash (Gran
Templo de Ierushalaim) todos los utensilios y todo lo referido al mismo,
utilizado para esa finalidad santa, es kadosh. Y así, cada cosa y cada asunto
tiene dentro esta raíz, ya que todos los asuntos de este mundo están preparados
para ser utilizados con una finalidad kodesh. Y cuán grandioso es aquello dicho
acerca de que la mesa del Talmid Jajam (Sabio de la Torá) es semejante al
mizbeaj/altar y su comida es como un korbán/ofrenda sacra, es decir, esto es
así porque todo el asunto de la comida es de verdad un asunto de kidush
elión/santidad superior, para fortalecer a los soldados para la Torá,
bienaventurado aquél que logra cumplir estas mitzvot con kedushá/santidad y
tahará/pureza.
Cuando profundicemos un poco más en este asunto veremos
claramente lo maravilloso y tremendo que hay en él. Así como si los utensilios
del Beit HaMikdash son utilizados para una finalidad jol/profana el que lo haga
es considerado como que le roba al Templo/me’ilá, es así que el mismo asunto y la
misma raíz corresponde también para quien tiene provecho de este mundo para una
finalidad que no apunta a la kedushá/santidad que hay en él, que no es para el
objetivo de cumplir las mitzvot sino para un disfrute físico, esa persona es
considerada una persona que ha usado de mala manera lo sagrado (מועל בקדשים), esto es un asunto terrible y muy
aterrador.
Así se entienden un poco más las palabras de la Guemará en
Ketuvot[23]
(104a): En el momento previo a su fallecimiento, Rebi[24], levantó sus
diez dedos hacia arriba, y dijo: ¡Ribonó shel Olam-Señor del mundo! Es revelado
y sabido delante de ti que me esforcé con estos diez dedos en la Torá y no tuve
provecho siquiera de un dedo pequeño, que sea Tu voluntad que haya paz en mi
descanso. Quiere decir, que si hubiera mal aprovechado algo de lo que le fue
entregado por Dios en este mundo, que le falte en su descanso eterno. ¿Por qué
es esto así? ¿Acaso Hashem Bendito le dio toda la riqueza a Rabeinu HaKadosh
para que no tenga provecho y disfrute de ella? Así se explica este asunto:
Rabeinu HaKadosh por haber llegado al máximo de sus cualidades espirituales y
morales, logró entender que todo lo creado en este mundo fue creado para Kidush
HaShem (santificación del nombre Divino), como dice el profeta[25] “Quien
ha sido creado para Mi gloria es llamado en Mi nombre. Yo lo he formado, sí. Yo
lo he hecho”, y así, toda la riqueza/hosher que le dio Hashem Bendito, con una
necesidad de kedushá/santidad le fue entregada, y no para otra cosa, y si la
utiliza en otra forma, le está robando lo sacro al Cielo, y por esto es que
todo lo que tomó de este mundo, todo fue con un objetivo de kedushá/santidad y
en aras del Cielo, ya que todo, verdaderamente todo, fue en aras del Cielo
solamente, sin ningún otro deseo o intención.
Sin embargo, yo sé que el que lee esto va a hacerme una
pregunta: Si esto es así, ¿aquél que elige por el camino de la Torá y va por el
camino de los tzadikim no tendrá parte en todas las bellezas del universo?
¿Acaso la vida no se ve tan bella y placentera, y aquél que elige a la Torá va
a correr con su mano todo esto, dejándolo de lado, haciendo que su vida no sea
una vida?
Sobre esto le responderemos: Querido mío, que me haces esta
pregunta, estás equivocado, ya que grande es el deleite/oneg que tenemos (los
que elegimos la Torá). Mucho mayor es nuestro deleite al supuesto deleite (עונג מדומה) de aquellos… Ellos aparentan deleitarse
pero eso no es así, sus vidas no son vidas, no logran saciarse en sus placeres,
no son de aquellos que realmente se deleitan, ya que persiguen placeres aparentes solamente, pero al final del
camino ven, que persiguen ese camino de placeres y nunca lo alcanzan realmente.
Muy distinta es nuestra situación (de los que eligen el camino de la Torá), ya
que es realmente un camino de deleite pleno, el deleite/oneg y el
osher/felicidad verdadero en este mundo, y cuanto más en el Mundo Venidero.
Nosotros estamos satisfechos siempre con todos los obsequios que nos da Hashem
Bendito por su gran Jesed/Gracia/Benevolencia. Está dicho[26]: “con cada
medida que Él te impone, agradécele”. He aquí que tenemos mucho, muchísimo, que
reconocer y agradecer por tanto bueno (tov/jesed) que Hashem Bendito nos provee
en todo momento, sin pausa.
Y esta es la explicación de lo que recitamos en Kriat Shemá
“y comerás y te saciarás”, el asunto de saciarse es la mayor de las
bendiciones, ya que no existe persona que se sacie de los asuntos de este
mundo, ya que quien va detrás de los placeres de este mundo no va a poder
colmar su deseo, y siempre va a ser un hambriento/raev, y sólo aquel que toda
su inclinación/megamá es hacia la felicidad espiritual/osher rujaní, y los
asuntos de este mundo son un medio para ese objetivo, la persona que de verdad y
de todo corazón pone su deseo en servirLe a Hashem Bendito, esa persona se
saciará con los obsequios de Hashem Bendito también en este mundo, siempre será
meushar/feliz.
Ahora que hemos llegado a este momento, se nos va a aclarar
a nosotros la mishná[27]:
“¿Quién es rico? aquél que es feliz con lo que posee - ¿Eizehú ashir? HaSameaj
Be-Jelkó”. Que aparentemente tiene una dificultad, si le es suficiente con su
parte, con lo que le toca, si es así, no tiene aspiraciones y no tiene deseos,
y si es así, también sobre lo que posee no va a encontrar deseo, y si es así,
¿cómo va a ser llamado rico/ashir?, en tanto y en cuanto no tiene nada de
najat/tranquilidad de su riqueza/hosher. Y también es difícil de entender cómo
puede estar contento con su parte, acaso no hay cosas que le faltan a él y
también las va a querer conseguir, si es un ser humano, entonces cómo le es
suficiente con su parte, con eso poco que tiene?
Por eso, todo estos asuntos son muy maravillosos, ya que
aquél que lo principal/ikar de su deseo/jeshek está en la
rujaniut/espiritualidad y quiere lo material/gashmiut sólo como una ayuda y
apoyo para la rujaniut, una persona así agradece y reconoce a Hashem Bendito
por cada detalle y cosita que le da para ayudarlo en su destino espiritual, y
siempre está satisfecho, ya que cada medida que Hashem Bendito le impone, él
encuentra en ella el camino y la forma de como usarlo como ayuda para su
avodá/labor espiritual. Y para él, todo es para bien/ha-kol LeTová,
verdaderamente todo lo que hace el Misericordioso, fuente de la misericordia,
para bien lo hace[28], y él
ve con sus propios ojos y siente en su corazón ese tov, ese bien, y está
siempre contento con su parte/sameaj be-jelkó. Esta es la persona
verdaderamente feliz/meushar en este mundo, ya que llega para ella la mayor de
las recompensas, la recompensa de la mitzvá - Es la Mitzvá (Sajar mitzvá
- mitzvá).
[1] Mijtav Me-Eliahu, Tomo 1, página 1 a 7 (האושר והשכר בעוה”ז).
[2] Traducción
y notas: Rab Meir Szames
[3] Nota: Hay dos palabras que a nuestro oído
suenan similares, ellas son: Osher - אושר - Felicidad, y por otro lado la
palabra Hosher - עושר -
Riqueza, la diferencia es una sola letra, pero no son palabras emparentadas en
el idioma, aunque sí al oído general, y más para nosotros que hablamos español,
y no diferenciamos, y la Alef y Ain que nos suenan como letras “mudas”. Es más
fácil diferenciar entre Meushar מאושר Feliz y la palabra Ashir עשיר Rico. Importante tener en cuenta
esto para entender el juego de palabras erróneo que podemos hacer en nuestra
mente asociando ambos conceptos.
[5] Se me perdonará la digresión musical, pero
suena a “Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”. El Arriero.
[6] Las palabras que viene usando Rab Dessler
son: Tikún (arreglo, enmienda, mejora) y Kilkul (daño, deterioro, corrupción)
[7] Pirkei Avot 4:21 “רַבִּי אֶלְעָזָר הַקַּפָּר אוֹמֵר, הַקִּנְאָה
וְהַתַּאֲוָה וְהַכָּבוֹד, מוֹצִיאִין אֶת הָאָדָם מִן הָעוֹלָם”
[9] Hace una referencia sin nombrar al versículo
de Devarim 15:8 “ אֲשֶׁר יֶחְסַר לוֹ” Hablando del menesteroso, la Torá dice allí
“Pues abrir habrás de abrir
tu mano a él, y prestar le prestarás; lo suficiente para su carencia: lo que le faltare a él”
[11] Pirkei Avot 6:4 “כַּךְ הִיא דַּרְכָּהּ שֶׁל תּוֹרָה, פַּת בְּמֶלַח
תֹּאכַל, וּמַיִם בִּמְשׂוּרָה תִשְׁתֶּה, וְעַל הָאָרֶץ תִּישַׁן, וְחַיֵּי צַעַר
תִּחְיֶה, וּבַתּוֹרָה אַתָּה עָמֵל, אִם אַתָּה עֹשֶׂה כֵן, (תהלים קכח)
אַשְׁרֶיךָ וְטוֹב לָךְ. אַשְׁרֶיךָ בָּעוֹלָם הַזֶּה וְטוֹב לָךְ לָעוֹלָם הַבָּא”
[13] Pirkei Avot 4:17 “יָפָה שָׁעָה אַחַת שֶׁל קוֹרַת רוּחַ בָּעוֹלָם הַבָּא,
מִכָּל חַיֵּי הָעוֹלָם הַזֶּה”. Nota: Tanto la fuente anterior
citada (Kidushin 39b) como esta mishná son palabras del mismo Sabio, Rabí
Iaacov Ben Korshai, 4ta generación de Tanaim.
[14] En hebreo צבי הירש ברוידא
[15] La expresión en hebreo es אושר ונחת
[16] NdT: el resaltado es mío
[17] Resumiendo esta idea que presenta Rab
Dessler: Todo lo mejor de lo mejor de este mundo, de principio a fin, no le
llega siquiera al aroma de lo que es el Mundo Venidero.
[18] Porque todas las mitzvot van a tener su
recompensa en el Mundo Venidero (además de lo que se nos dé en este mundo), y
ya vimos que el aroma del Mundo Venidero es superior a todo lo bueno que se
puede reunir en este mundo en el que vivimos, de punta a punta geográfica y
temporal.
[19] Pirkei Avot 4:2 “Ben Azai, dice: corre en pos de la buena
acción, cualquiera fuere su importancia, y elude la transgresión; pues una
buena acción conduce a otra, mientras que una transgresión acarrea otra. Pues
la recompensa de una buena acción es otra buena acción, y el castigo por la
mala acción, es otra mala acción.”
[21] Debarim 11:13 “לְאַהֲבָ֞ה אֶת־ה’ אֱלֹֽקיכֶם֙ וּלְעׇבְד֔וֹ
בְּכׇל־לְבַבְכֶ֖ם וּבְכׇל־נַפְשְׁכֶֽם”
[25] Ishaiahu 43:7: “כֹּל הַנִּקְרָא בִשְׁמִי וְלִכְבוֹדִי בְּרָאתִיו
יְצַרְתִּיו אַף־עֲשִׂיתִיו”
[26] Brajot 54a: “ בְּכָל מִדָּה וּמִדָּה שֶׁהוּא מוֹדֵד לְךָ הֱוֵי
מוֹדֶה לוֹ”
[28] Brajot 60b: Dice Rabí Akiva que la persona debe
acostumbrarse a decir “כׇּל
דְּעָבֵיד רַחֲמָנָא לְטָב עָבֵיד” Col de-aveid Rajmana LeTav
Aveid, todo lo que hace Dios, para bien lo hace.