5.12.12

Responsa del RaMBaM a Ovadia el Prosélito - Tshuva leOvadia HaGuer - הרמב"ם: תשובה לעובדיה הגר

Esta traducción la hice para la gente de Abarbanel Tucumán, para falicitarles el estudio de esta importante fuente. Espero que al que la lea pueda servirle también. La Responsa marca cual es el pensamiento del RaMBaM respecto a quien es considerado judío (abajo va el texto en hebreo del cual lo traduje)


הרמב"ם: תשובה לעובדיה הגר
Responsa del RaMBaM a Ovadia el Prosélito

La pregunta y la respuesta:

                Dijo Moshé hijo del Rab Maimón, de los hijos de la diáspora de Ierushalaim en Sefarad, Justo de Bendita Memoria: “Nos ha llegado una pregunta del señor y rab Ovadia, el sabio y entendido, el prosélito, que Adon-i le retribuya por sus acciones y sea su recompensa completa de Adon-i Di’s de Israel, por cuanto se ha puesto a resguardo bajo Sus Alas.
                La pregunta es acerca de los asuntos de las bendiciones y oraciones (ha-brajot ve-ha-tefilot) ya sea en forma individual, o si rezas en comunidad. Si te corresponde decir “Di’s Nuestro y Di’s de Nuestros Patriarcas” y “que Nos santificaste con Tus preceptos y Nos ordenaste” y “que Nos distinguiste” y “que Nos elegiste” y “que transmitisTe a Nuestros Patriarcas” y “que Nos sacaste de la tierra de Egipto” y “que hizo milagros a Nuestros Patriarcas” y todas cuestiones similares en estos asuntos.
                Te corresponde decir todo según lo establecido, y no cambies cosa alguna. Sino que hazlo como reza y bendice todo nativo de Israel, así te corresponde a ti bendecir y orar, ya sea que reces individualmente, ya siendo oficiante (Sheliaj Tzibur).
                Y lo más importante de la cuestión, es que Abraham Nuestro Patriarca fue quien enseñó a todo el pueblo y los instruyó y comunicó el “credo de la verdad” (Dat ha-emet) y la Unicidad del Santo Bendito Él, y rechazó la idolatría (avodá zará) e impidió su adoración, e hizo ingresar a muchos bajo las alas de la Divina Presencia (Shejiná), y les enseñó y transmitió y les preceptuó a sus hijos y a sus descendientes a cuidar el camino de Adon-i, como está escrito en la Torá: “Pues yo le he escogido para que prescriba a sus hijos y a su descendencia en pos de él para que observen la senda de Adon-i …” (Bereshit -  Génesis 18:19). En consecuencia, todo aquel que adopta el judaísmo (כל מי שיתגייר), hasta el final de las generaciones, y todo el que Unifica el Nombre del Santo Bendito Él, como está escrito en la Torá, es de los alumnos de Abraham Nuestro Patriarca, la paz sea con él, y son sus descendientes (todos hijos de su casa). Y él (Abraham Avinu) los devolverá al buen camino, como lo hizo con las personas de su generación, con su transmisión y sus enseñanzas, así devolverá a la buena senda a todos los que en el futuro adopten su credo que preceptuó a sus hijos y a sus descendientes. Resulta que Abraham Avinu, la paz sea con él, es padre para su simiente, los aptos que transitan sus caminos y padre de sus alumnos y de todo aquel que adopte su credo. En consecuencia, tienes que decir “Di’s Nuestro y Di’s de Nuestros Patriarcas” ya que Abraham, la paz sea con él, es tu padre, y tienes que decir “que transmitisTe a Nuestros Patriarcas”, ya que a Abraham fue entregada la Tierra, como está dicho “Levántate y recorre la tierra, a su largo y a su ancho, pues para ti te la daré.” (Bereshit -  Génesis 13:17).
                Pero “que Nos sacaste de Egipto” o “que hiciste milagros a Nuestros Patriarcas”, si quisieras cambiar y decir “que sacaste a Israel de Egipto” y “que hiciste milagros a Israel”, dilo así. Y si no lo cambias, no hay allí perjuicio alguno. Ya que luego de que ingresaste bajo las alas de la Shejiná y te uniste a ella, no hay diferenciación entre nosotros (y tú). Y todos los milagros que se nos hicieron, tanto para nosotros y para ti fueron hechos. Precisamente está dicho en Ieshahiah (Isaías) “Y el hijo de tierra extraña que se ha unido al Señor, no hable diciendo: ‘El Señor me separará totalmente de Su pueblo’ …” (Ieshahiah 56:3). No existe diferencia que fuere entre nosotros para ningún asunto. Ciertamente debes bendecir “que Nos elegiste” y “que Nos entregaste” y “que Nos transmitiste” y “que Nos diferenciaste”. Porque ya te eligió el Creador Supremo, y te diferenció de las naciones, y te entregó la Torá. Ya que la Torá nos fue entregada a nosotros y a los prosélitos, como está dicho: “Un mismo estatuto habrá para vosotros, ¡oh, tú, congregación!, y para el extranjero que morare entre vosotros; estatuto perpetuo es para todas vuestras generaciones: como sois vosotros, así será el extranjero delante del Señor. Una misma ley y un mismo reglamento habrá para vosotros y para el extranjero que habitare con vosotros” (Bamidbar – Números 15:15-16).
                Y conoce, que nuestros patriarcas que salieron de Egipto, la mayoría eran idolatras en Egipto, se entremezclaron con los otros pueblos, aprendieron e imitaron sus acciones, hasta que envió el Santo Bendito Él a Moshé Rabeinu (Nuestro Maestro), la paz sea con él, el maestro de todos los profetas, y nos diferenció de entre los pueblos, y nos hizo ingresar bajo las alas de la Divina Presencia, a nosotros y a todos los prosélitos, y nos puso a todos una misma ley. Y no te tomes tu linaje a la ligera en este asunto: si nosotros descendemos de Abraham, Itzjak y Iaacov, tú desciendes de “quien Dijo y fue el mundo”. Y así figura expresamente en Ieshahiah (44:5): “Éste dirá: ‘¡Del Señor soy yo!’ Y esotro se llamará del nombre de Iaacov …”.
                Y todo lo que te ha sido dicho respecto de que no cambies las bendiciones, ya hay prueba de ello en el tratado Bikurim (de la Mishna – Primicias 1:4) “Estos son los que traen las primicias, pero no hacen la recitación: el prosélito las ofrece pero no hace la recitación porque no puede decir ‘…que juró el Señor a nuestros padres que nos daría’ (Debarim – Deuteronomio 26:3)’…”, es lo que dice el Stam Mishná (maestro del cual no figura el nombre), es decir Rabi Meir, pero no es la ley (halajá), sino como figura expresamente en el Talmud Ierushalmi (capítulo 1 halajá 4) “enseñó en nombre de Rabi Iehuda, el guer (prosélito) por sí mismo trae y recita. ¿Cuál es el sentido? Porque en padre de multitud de gentes te he convertido. En el pasado fuiste padre para Aram, de aquí en adelante lo serás para todas las creaturas. Rabi Iehoshuah hijo de Levi dijo: la ley (halajá) es como la dice Rabi Iehuda. Trajo un caso que le ocurrió a Rabi Abahu y enseñó como Rabi Iehuda”.
                He aquí que se te aclara a ti, que tienes que decir “…que juró el Señor a nuestros padres que nos daría” (Debarim – Deuteronomio 26:3), y que Abraham es tu padre y nuestro, y de todos los justos que anden por sus caminos. Y este es el veredicto para el resto de las bendiciones y las oraciones, que no debes cambiar nada.

וכתב משה ב"ר מימון זצ"ל


Traducción: Meir Szames
תירגום: מאיר בן אליהו יונה שמש




תשובות הרמב"ם 
פריימן, הוצאת "מקיצי נרדמים", התרצ"ד, סימן מב

השאלה והתשובה
אמר משה ב"ר מימון, מבני גלות ירושלם אשר בספרד זצ"ל: הגיע אלינו שאלות מרנא ורבנא עובדיה המשכיל, המבין, גר הצדק, ישלם ה' פועלו ותהי משכורתו שלמה מעם ה' אלוקי ישראל, אשר בא לחסות תחת כנפיו. שאלת על עסקי הברכות והתפילות בינך לבין עצמך, או אם תתפלל בציבור, היש לך לומר "אלוקינו ואלוקי אבותינו" ו"אשר קידשנו במצוותיו וציוונו" ו"אשר הבדילנו" ו"אשר בחר בנו" ו"שהנחלת את אבותינו" ו"שהוצאתנו מארץ מצרים" ו"שעשה נסים לאבותינו" וכל כיוצא באלה העניינים. 

יש לך לומר הכל כתקנם, ואל תשנה דבר. אלא כמו שיתפלל ויברך כל אזרח מישראל, כך ראוי לך לברך ולהתפלל, בין שהתפללת יחידי, בין שהיית שליח ציבור. 

ועיקר הדבר, שאברהם אבינו הוא שלימד כל העם והשכילם והודיעם דת האמת וייחודו של הקדוש ברוך הוא, ובעט בעבודה זרה והפר עבודתה, והכניס רבים תחת כנפי השכינה, ולימדם והורם וציווה בניו ובני ביתו אחריו לשמור דרך ה', כמו שכתוב בתורה: "כי ידעתיו, למען אשר יצוה את בניו ואת ביתו אחריו, ושמרו דרך ה' וגו'" (בראשית יח,יט). לפיכך, כל מי שיתגייר, עד סוף כל הדורות, וכל המייחד שמו של הקדוש ברוך הוא, כמו שהוא כתוב בתורה, תלמידיו של אברהם אבינו ע"ה ובני ביתו הם כולם, והוא החזיר אותם למוטב. כשם שהחזיר את אנשי דורו בפיו ובלימודו, כך החזיר כל העתידים להתגייר בצוואתו שציווה את בניו ואת בני ביתו אחריו. נמצא שאברהם אבינו ע"ה הוא אב לזרעו הכשרים ההולכים בדרכיו ואב לתלמידיו וכל גר שיתגייר. לפיכך יש לך לומר "אלוקינו ואלוקי אבותינו", שאברהם ע"ה הוא אביך. ויש לך לומר "שהנחלת את אבותינו", שלאברהם ניתנה הארץ, שנאמר "קום התהלך בארץ לארכה ולרחבה, כי לך אתננה" (בראשית יג,יז). 

אבל "שהוצאתנו ממצרים" או "שעשית נסים לאבותינו", אם רצית לשנות ולומר "שהוצאת את ישראל ממצרים", ו"שעשית נסים עם ישראל", אמור. ואם לא שינית, אין בכך הפסד כלום. מאחר שנכנסת תחת כנפי השכינה ונלווית אליו, אין כאן הפרש בינינו ובינך. וכל הנסים שנעשו, כאילו לנו ולך נעשו. הרי הוא אומר בישעיה: "ואל יאמר בן הנכר הנלוה אל ה' לאמר הבדל יבדילני ה' מעל עמו וגו'" (ישעיה נו,ג). אין שום הפרש כלל בינינו ובינך לכל דבר. ודאי יש לך לברך "אשר בחר בנו" ו"אשר נתן לנו" ו"אשר הנחילנו" ו"אשר הבדילנו". שכבר בחר בך הבורא יתעלה, והבדילך מן האומות, ונתן לך התורה. שהתורה לנו ולגרים ניתנה, שנאמר "הקהל חקה אחת לכם ולגר הגר, חקת עולם לדרתיכם, ככם כגר יהיה לפני ה', תורה אחת ומשפט אחד יהיה לכם ולגר הגר אתכם" (במדבר טו,טו-טז). 

ודע, כי אבותינו שיצאו ממצרים, רובם עובדי עבודה זרה היו במצרים, נתערבו בגויים ולמדו מעשיהם, עד ששלח הקדוש ברוך הוא משה רבנו ע"ה, רבן של כל הנביאים, והבדילנו מן העמים, והכניסנו תחת כנפי השכינה, לנו ולכל הגרים, ושם לכולנו חוקה אחת. ואל יהא ייחוסך קל בעיניך: אם אנו מתייחסים לאברהם, יצחק ויעקב, אתה מתייחס למי שאמר והיה העולם. וכך מפורש בישעיה (מד,ה): "זה יאמר לה' אני, וזה יקרא בשם יעקב וגו'." 

וכל מה שאמרנו לך בעניין הברכות שלא תשנה, כבר ראיה לזה ממסכת ביכורים (פ"א, מ"ד): תמן תנינן "הגר מביא ואינו קורא, שאינו יכול לומר 'אשר נשבע ה' לאבותינו לתת לנו' (דברים כו,ג). וכשהוא מתפלל בינו לבין עצמו, אומר 'אלוקינו ואלוקי אבות ישראל', זהו סתם משנה, והיא לר' מאיר, ואינה הלכה, אלא כמו שנתפרש בירושלמי 
(פ"א, ה"ד): "תמן אמרינן תני בשם ר' יהודה, גר עצמו מביא וקורא. מאי טעמיה? כי אב המון גויים נתתיך. לשעבר היית אב לארם, מכאן ואילך אב לכל הבריות. ר' יהושע בן לוי אמר: הלכה כר' יהודה. אתא עובדא קמיה דר' אבהו והורי כר' יהודה." הנה נתברר לך, שיש לך לומר "אשר נשבע ה' לאבותינו לתת לנו" (דברים כו,ג), ושאברהם אב לך ולנו ולכל הצדיקים ללכת בדרכיו. והוא הדין לשאר הברכות והתפילות, שלא תשנה כלום. 

וכתב משה ב"ר מימון זצ"ל. 

28.8.12

"El día del juicio" ELUL 5772 – JAGUEI TISHREI 5773



אמר רבא: בשעה שמכניסין אדם לדין אומרים לו: נשאת ונתת באמונה, קבעת עתים לתורה, עסקת בפריה ורביה, צפית לישועה, פלפלת בחכמה, הבנת דבר מתוך דבר?

TALMUD BABLI - MASEJET SHABAT 31a
Dijo Raba: en el momento en que el ser humano entra al juicio se le dice: ¿negociaste con fidelidad? ¿fijaste momentos para la Torá? ¿te ocupaste de “Priá uRebiá”? ¿esperaste la “salvación”? ¿discutiste con sabiduría? ¿entendiste un asunto dentro de otro asunto?

            Estamos ante una de las etapas más movilizadoras de nuestro calendario: los Iamim Noraim / Jaguei Tishrei. Tiempo de reunirse con la familia, grandes encuentros y, como todos sabemos, fiestas en familia = rienda suelta a la gastronomía tradicional.
            Sabemos que no es lo único que ocurre en estos días. Un mes antes ya estamos encomendados, como nos enseñan desde el schule, a realizar el Jeshvón HaNefesh (balance del alma). ¿Qué es esto? Tenemos que prepararnos para el “Día del Juicio / Iom HaDin”, uno de los nombres y sentidos principales de Rosh Hashana. De esto se tratan estas “fiestas”; de un juicio de todo lo hecho u omitido en el año.
            No se suele saber de antemano lo que nos va a ser preguntado en un juicio, pero Nuestros Sabios, de Bendita Memoria, nos dan pistas de cómo enfrentar el juicio ante el Juez Supremo. Y aunque el makor (fuente) que encabeza este escrito debe referirse al “final”, nos da una pauta de que se espera de nosotros en este mundo, de cómo accionar de acuerdo a nuestra tradición. Veamos:
            ¿Negociaste con fidelidad? Esto nos remite directamente a nuestro trato con el prójimo. Todo aquel que nos cruzamos durante nuestra jornada. “No le hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti” repetía y hacía repetir hasta el cansancio mi Zeide Gregorio Z’L. Nuestra tradición nos exige un comportamiento moral a todos y a cada uno de nosotros. No quedan reservados estos principios para eruditos o “santos”, ya que como nos enseña Nuestra Sagrada Torá en reiteradas ocasiones “santos seréis…”, “son un pueblo santo…”.
            ¿Te ocupaste de “Priá uRebiá”? Adon-i creó a la primer pareja y a través de ellos nos comandó y dejó en nuestras manos la “potestad creadora” “Los bendijo Elohim y les dijo Elohim: fructificaos y multiplicaos, llenad la tierra…” (Bereshit 1:28). ¿Para que seguir trayendo gente a este mundo?, me preguntarán… Imagino que dentro de la misión del conjunto judío de “Letaken HaOlam”, completar la obra creadora nos exige dejar herederos de esta tradición, identificados con la misma (basado en el comentario de Rashi).
            ¿Esperaste la “salvación”? No soy quien para cambiarle el sentido a esta pregunta. Ella se refiere directamente a la relatada por los Profetas, es decir, se refiere al Mashiaj. Imaginen lo que quieran. Sobre esto nuestra tradición nos da diversas respuestas. Entre ellas, prefiero la del RaMBaM, que según entiendo, habla de una era de paz, donde no ocurrirán eventos fuera de lo normal, y donde la sabiduría estará más accesible.
            ¿Fijaste momentos para la Torá? ¿Discutiste con sabiduría?¿Entendiste un asunto dentro de otro asunto? Tres de seis preguntas se refieren al ¡¡¡ESTUDIO DE LA TORÁ!!! Bueno, veamos estas cuestiones. Fijar momentos para la Torá, se refiere a que sabemos que hay que dedicarse a los asuntos diarios, mundanos, rutinarios, la salud, la facultad, los hijos, amigos, infinitos etcéteras … Esto es aceptado plenamente por nuestra tradición (y aclaro: muy bien visto). Tanto es así que todos esos asuntos están normados. ¿Y qué hay sobre incluir en nuestra vida momentos para el estudio de la Torá? ¿Qué respondemos todos? “No tengo tiempo para eso”, “no sirve de nada”, “tiene que adaptarse a los tiempos que corren”, “que estudien inglés o algo que les sirva”, infinitos etcéteras … Toda esta clase de vejámenes recibe Nuestra Torá. Pareciera que más de tres mil años de tradición, de sabios de todas las generaciones entregando su  tiempo y vida hubieran sido en vano.
            Discutir con sabiduría (Pilpul פילפול) Se refiere al método por excelencia con el que se genera nuestra Ley Oral (por ejemplo, el Talmud Babilónico) y es el modo mediante el cual seguimos aprendiendo, entendiendo y generando nuestros textos.

            Le dedicamos líneas a las preguntas que se plantean en el Talmud ¿Qué fueron pensando a medida que ustedes mismos se las hacían? ¿Se cuestionaron como venían con cada uno de estos temas? Atrevidamente, me voy a imaginar las respuestas a las preguntas.
            Se nos pide que miremos/prestemos atención a lo que hacemos. En el más mínimo contacto con el otro, estar pendientes de no dejarlo de lado, ni hacerlo invisible. Ser concientes de que esto nos es exigido en nuestro carácter de judíos, de hombres de este mundo. Tanto en las relaciones comerciales, como en nuestro andar por la calle.
            Esa salvación comienza allí. Ayudando al que lo necesita. Nadie que lo piense dos minutos puede creer que alguien prefiera dormir en la calle un día de frío o de lluvia, que en un techo firme. Allí comienza nuestra educación/salvación. צדקה – Tzedaká, palabra sin traducción, pero que nos ordena ayudar y hacer de este mundo un lugar mejor.
            Ese otro muchas veces va a ser “tu hijo”, “tu heredero”. Sea quien sea, ocúpate de tu pequeño mundo, de los que te rodean, prójimo / próximo / cercano. En especial tratándose de tu hogar, asegúrate de darle las herramientas para salir al mundo. En su “mochila” necesita saber del mundo, naturaleza, ciencias, filosofía, hacer deportes, pasar tiempo con familia y amigos y millones de etcéteras. No te olvides de darle el “pekale” más importante: LA TORÁ, su tradición milenaria que le va a permitir sumarse al mundo pero con una mirada particular de los asuntos.
            Como me gusta citar últimamente “תורה צוה לנו משה מורשה קהילת יעקב” “La Torá que nos ha prescripto Moshé, es herencia para la congregación de Iaakov”  (Debarim 33:4) Es nuestra responsabilidad volver a ella, volver a la pregunta ¿Qué tiene para mí esta Torá? Estudiarla y encontrarle el gustito que querramos y de este modo aportar a su continuidad: con “hijos”, con un comportamiento y un estudio siempre teniéndola como meta inalcanzable a alcanzar.

Leshaná Tová –Ktivá ve-jatimá Tová!

Meir Szames
מאיר שמס

 “… Ante cada una de esas aparentes informaciones sobre el más allá, consiste en preocuparse por qué pueda significar esta información en la vida del hombre y para su vida” (Emmanuel Levinas, Cuatro lecturas talmúdicas, Ríopiedras Ediciones, pág. 30)

2.7.12

Introducción al Perek Jelek


 agradezco al Rab Ioshua Kullock este material

Introducción al Capítulo Jelek





Rabí Moshé Ben Maimón

(1135–1204)







Traducción y Notas: Rabinos Manes Kogan - Ioshua Kullock







Introducción al Capítulo Jelek
Rabí Moshé Ben Maimón

Primera Parte


Me pareció importante hablar, en esta oportunidad, sobre varios principios importantes en lo concerniente a la fe.

Debes saber que los conocedores de la Torá se dividen en su opinión acerca de cuál es el beneficio de los preceptos que HaShem nos dio, por medio de Moisés, nuestro maestro, la paz sea con él, como así también acerca de cuál es el mal que le sobrevendrá al que transgreda dichos preceptos. Sobre este tema hay variadas opiniones de acuerdo a la capacidad de los que opinan, y las ideas se han confundido tanto que casi no encontramos a ningún hombre que le sea claro este tema y que tenga una idea definida sobre el mismo, sino que todo es muy confuso.

- Un primer grupo piensa que el beneficio [último] es el “Jardín del Edén”, un lugar donde la gente come y toma sin tener que trabajar, sin cansancio, donde hay casas hechas de piedras preciosas, y camas recubiertas de seda, y ríos de vino y aceites perfumados.  Y que el mal es el “Gehinom”, un lugar ardiente donde se queman los cuerpos, y donde los hombres sufren todo tipo de sufrimientos indescriptibles.  Este grupo fundamenta sus ideas en las palabras de Nuestros Sabios de bendita memoria y en versículos que concuerdan, en su totalidad o en parte, con lo que ellos piensan.

- Un segundo grupo opina y piensa que el bien esperado son los días del Mesías - que pronto se revele - y que en esa época todos los hombres van a ser reyes, y van a vivir eternamente, y se elevará su porte, y van a ser muchos hasta que todo el mundo se llene de ellos. Y el Mesías - según su opinión - va a vivir para siempre, con la ayuda de HaShem. Y en esos días la tierra va a sacar la ropa ya tejida, el pan listo para comer, y muchas cosas de este estilo que pertenecen a la categoría de imposibles.  Y que el mal [que le espera al hombre que no cumpla los preceptos] es que no va a estar presente en esos días y no va a tener el privilegio de disfrutarlos.  Y fundamentan sus ideas en muchas palabras de Nuestros Sabios y en versículos que concuerdan, en su totalidad o en parte, con lo que ellos piensan.

- Un tercer grupo piensa, que la recompensa esperada es la resurrección de los muertos, o sea, que el hombre viva después de su muerte con sus allegados y familiares, y que coma, y que tome, y que no muera nunca más.  Y que el mal estaría en no estar a su muerte con aquellos que van a vivir.  Y fundamentan sus ideas en muchas palabras de Nuestros Sabios y en versículos que concuerdan, en su totalidad o en parte, con lo que ellos piensan.

- Un cuarto grupo piensa que el bien que vamos a recibir por el cumplimiento de los preceptos es el descanso del cuerpo y la obtención de placeres en este mundo, como ser abundancia en la cosecha, y muchos bienes, y muchos hijos, y larga vida y salud, y paz, y seguridad, y que haya un rey en Israel y que podamos gobernar sobre aquellos que nos hicieron sufrir.  Y que el mal que recibiremos al negar la Torá y no cumplir con sus preceptos es todo lo contrario, tal como estamos ahora, en nuestros días, en el exilio.  Y fundamentan su opinión con versículos de la Torá, de las bendiciones y las maldiciones, y de todos los relatos de las escrituras.

- Un quinto grupo - y son muchos - juntan todos estos asuntos y dicen que el provecho va a ser que va a venir el Mesías, y que va a revivir a los muertos, y que van a entrar al Jardín del Edén, y que van a comer ahí, y que van a tomar, y que van a estar sanos para siempre.

Sin embargo, sobre este punto maravilloso, me refiero al Mundo Venidero, pocos vas a encontrar que de alguna manera mediten, o piensen, o se dediquen a investigar este principio; o que pregunten a qué se refiere este nombre. Si es el fin último de todo provecho, o si alguna de las otras opiniones es el fin último. O que diferencie entre el fin y los medios que llevan a ese fin.
Sin embargo, lo que pregunta la gente, tanto el vulgo como los entendidos, es cómo van a levantarse los muertos, si desnudos o vestidos, y si van a levantarse con las mismas mortajas bordadas con las que fueron enterrados o vestidos con simples túnicas. Y si cuando venga el Mesías van a ser todos iguales, ricos y pobres, o si seguirá habiendo fuertes y débiles, y muchas preguntas de este estilo.

Y tú que estás leyendo este libro, entiende bien esta parábola que voy a contar, y entonces podrás preparar tu corazón[1] para entender mis palabras acerca de este tema.
Imagínate a un niño pequeño a quien lo llevan a estudiar Torá con un maestro. Y el estudio de la Torá es el bien más grande por medio del cual va a conseguir todas las excelencias.  Sin embargo, el niño, por su corta edad y su intelecto débil, no entiende lo bueno que es el estudio ni tampoco las excelencias que va a recibir por medio de él; y por esto es necesario que el maestro - quien es más íntegro que él - lo incentive para que estudie, con cosas que son apreciadas por él.  El maestro le dirá: lee y te daré nueces, o higos, o un poco de miel. Y así el niño lee y se esfuerza, no por amor a la lectura en sí - ya que no aprecia aún sus virtudes - sino para que le den esa comida [que le prometieron]. El comer esas cosas ricas es - sin duda alguna - más importante a sus ojos que la lectura, y mucho mejor; y por eso piensa que el estudio es un trabajo duro, y se esfuerza para alcanzar el objetivo querido a saber: una nuez, o un poco de miel.
Y cuando crezca, y se fortalezca su intelecto, y sea ya poco valorado lo que antes era apreciado por él, va a desear cosas distintas a las primeras, se incentivará su deseo en concordancia con aquello que es apreciado por él.  El maestro entonces le dirá: lee y te compraré zapatos lindos, o esta ropa linda.  Y entonces se esforzará en la lectura, no por el estudio mismo sino por esa ropa.  Y la ropa es más preciada a sus ojos que la Torá, y de hecho, es el fin de su lectura.
Y cuando sea más completo en su intelecto, y le parezca de poco valor lo anterior, va a pensar en algo más importante.  Su maestro le dirá entonces: estudia esta porción, o este capítulo, y te daré una moneda de oro, o dos monedas, y el dinero es más importante para él que el estudio en sí, ya que el fin del estudio es conseguir ese oro que prometieron darle.
Y cuando crezca su intelecto y le parezca algo de poco valor lo anterior[2] va a querer entonces algo más importante. Entonces su maestro le dirá, estudia para ser Rabino, y para ser juez, y te respetarán, y los hombres se pondrán de pie ante tu presencia, y cumplirán tus órdenes, y tu nombre será conocido en tu vida y aún después de tu muerte como Fulano y Mengano. Y él lee para llegar a ese grado. Y su finalidad es el honor con el que lo van a honrar los hombres, y lo que lo van a elevar y alabar; y todo eso[3] es algo despreciable.
Y si bien se hace necesario - por lo corto que es el entendimiento del hombre - poner como fin de la sabiduría, algo distinto que la sabiduría misma, diciendo el hombre: “¿Con qué finalidad vamos a estudiar sino es para recibir este honor?”; todo esto es despreciable, y una burla a la verdad.
Y a este tipo de estudio lo llamaron los sabios "no por sí mismo", es decir, que [el hombre] cumpla los preceptos, y estudie, y se esfuerce en la Torá, no por la Torá y los preceptos mismos, sino por otro fin.  Y Nuestros Sabios ya nos advirtieron al respecto y dijeron[4]: "No conviertas a la Torá en una corona para enorgullecerte, ni en un instrumento para servir tus intereses", y ellos nos indican aquello que ya dije: que no hay que buscar ningún objetivo adicional en la sabiduría; ni ser honrados por los hombres, ni ganar dinero, ni sustentarse por medio de ella; y no debe haber otra finalidad en el estudio de la sabiduría[5] que el conocimiento de la sabiduría misma. Asimismo la verdad no tiene ninguna finalidad que no sea el conocimiento de la verdad misma[6]. Y la Torá es verdad, y la finalidad de su conocimiento es su cumplimiento.
Y el hombre íntegro tiene prohibido decir: “cuando cumpla estos preceptos, que son las virtudes, y me aleje de las transgresiones, que son los vicios, que me ordenó HaShem, bendito sea, no hacer, ¿qué recibiré a cambio?”.  Ya que esto es lo mismo que dice el niño: “cuando lea, ¿qué me van a dar?”.  Y [sus maestros] le contestan: “te daremos esta cosa”; ya que al ver que - por lo corto de su entendimiento - no conoce el valor del estudio, y que a cambio de llegar al fin mismo, pide otro fin distinto, se le contesta de acuerdo a su necedad, como esta escrito: "Contesta al necio de acuerdo a su necedad" (Proverbios 26:5).

Y los sabios ya advirtieron sobre este tema, es decir, que el hombre no busque ningún fin en el servicio a HaShem y en el cumplimiento de los preceptos. Y esto es lo que dijo el hombre íntegro, el que comprendió la verdad del asunto, Antigonos de Sojó[7]: "No imitéis a los esclavos que sirven a sus amos con la esperanza de ser recompensados; mas servid a HaShem como aquellos servidores que lo hacen desinteresadamente...".  Y con esto quiso decir que crea en la verdad por la verdad misma, y a esto se lo llama, "el que sirve [a HaShem] por amor". Y dijeron [Nuestros Sabios] de bendita memoria[8]: "Feliz es el hombre que honra a HaShem y se complace en sus preceptos. Dijo Rabí Eleazar [al respecto]: en sus preceptos, y no en la recompensa de sus preceptos".  ¡Y cuán grande es esta enseñanza, y cuanto nos aclara! Y de hecho, refuerza lo dicho anteriormente en este escrito. Y más grande aún es lo que dijeron en Sifrei[9]: "¿Tal vez digas: estudiaré Torá para ser rico, para ser llamado maestro, para recibir mi recompensa en el mundo venidero? Al respecto aprendemos: ‘para amar a HaShem, Tu D’s...’ (Deuteronomio 19:9): todo lo que hagas, no lo hagas sino por amor".
Y ahora, se te ha aclarado este asunto[10], y se te ha aclarado la intención de la Torá y el fundamento de la intención de los Sabios – la paz sea con ellos; y no ignoran este punto sino aquellos que enloquecieron, y que se confundieron con pensamientos necios y pobres ideas.
Y esta era la virtud de Abraham, que servia a HaShem por amor y en esa misma dirección debe dirigirse cada ser humano.

Y como saben los Sabios - de bendita memoria - que este asunto[11] es muy difícil, y no todos los hombres lo pueden comprender, y si llegan a comprenderlo no lo comparten desde el principio, y no creen que sea una creencia correcta; ya que el hombre [generalmente] no hace ninguna acción si no sabe si va a obtener algún beneficio, o si va a evitar una pérdida, y si no es así, considera esa acción como carente de sentido: ¿cómo le iban a decir a un judío: “¡haz estas acciones, y no hagas estas otras!” sin el temor de un castigo divino, y sin esperar ninguna recompensa? Y este es un asunto muy difícil, ya que los hombres no comprenden la verdad hasta que no llegan a ser como Abraham nuestro patriarca – la paz sea con él -.  Y por eso le permitieron al vulgo, para reforzar su fe, cumplir los preceptos con la esperanza de una recompensa y alejarse de las transgresiones por miedo al castigo.  Y se los alienta en este camino[12] hasta que lleguen a comprender la verdad[13].
¿Y cómo es el camino completo? Tal como se hace con el niño, como lo explique en la parábola.
Y lo acusaron a Antígonos de Sojó de haberle aclarado al vulgo lo que aclaró[14] y dijeron[15]: "Vosotros - los sabios - sed cautelosos en vuestras enseñanzas”, tal como será aclarado en Avot[16].  Ya que el vulgo, no pierde nada cumpliendo los preceptos por temor al castigo y por la esperanza de una recompensa, sino que [simplemente] no alcanzan la integridad.

Y esto[17] es bueno hasta que se fortalezcan y se acostumbren en el cumplimiento de la Torá, y entonces se despertará en ellos el deseo de conocer la verdad y volverán a servir [a HaShem] por amor.  Y esto es lo que dijeron [Nuestros Sabios] de bendita memoria[18]: "Que el hombre se ocupe de la Torá aún no por ella misma, ya que de ocuparse no por ella misma, pasará a ocuparse por ella misma".

Introducción al Capítulo Jelek
Rabí Moshé Ben Maimón

Segunda Parte


Y debes saber, que en lo que a las palabras de Nuestros Sabios, de bendita memoria, se refiere, se dividen los hombres en tres grupos.

El primer grupo - y es la mayoría con quienes me encontré, y leí sus escritos y escuché acerca de ellos - cree en ellas[19] en su sentido literal y no encuentran en ellas ninguna interpretación oculta; y lo imposible[20] es a sus ojos no sólo posible sino necesariamente cierto. Y ellos creen ésto porque no entienden las ciencias, y se hallan lejos de todo camino de razonamiento lógico, y no tienen siquiera la integridad para que se despierte por él mismo[21], y no han encontrado a alguien que lo despierte en ellos. Y piensan  que no se refirieron Nuestros Sabios, de bendita memoria, en todas sus palabras rectas y perfectas sino a lo que ellos mismos entienden de acuerdo con su corto entendimiento, en el sentido literal [de las palabras]. Y a pesar de que en lo visto en parte de sus palabras, existe una desacreditación de Nuestros Sabios y una falta de raciocinio a tal punto que si le contáramos su creencia en la literalidad de los relatos a los ignorantes, y ni que hablar a los sabios, se sorprenderían al pensar en estas cosas y dirían: ¡¿Cómo puede ser que haya en el mundo alguien que piense así, o que crea cierta esta creencia, más aún, que sea agradable a sus ojos?!, este grupo pobre en conocimiento merece que nos lamentemos por su ignorancia, ya que honran y consideran a los sabios de acuerdo a sus "conocimientos" y así los denigran en el grado más bajo de denigración sin ser conscientes de ello. ¡Y viva el loado Nombre! que este grupo causa la pérdida del esplendor de la Torá y opaca su luz, y sus miembros colocan a la Torá de HaShem justo en su sentido contrario.  Ya que HaShem – bendito sea - dijo en su perfecta Torá: "Cuando oigan todos los fueros estos, habrán de decir: empero es un pueblo sabio e inteligente, esta gran nación" (Deuteronomio 4:6); y este grupo relata en el sentido literal las palabras de los Sabios de bendita memoria de manera tal que al oírlas, el resto de las naciones dicen: "Sólo puede ser un pueblo ignorante y despreciable este pequeño pueblo".
Y esto es lo que hacen estos "exégetas" al explicar e informar al pueblo lo que ellos mismos no saben. Y quién diera - ya que no saben y no entienden - que se callaran, como está dicho: "Quién diera que os callarais por completo, pues así demostraríais sabiduría" (Job 13:5), o que dijeran: Nosotros no entendemos la intención de los sabios en estas palabras y no sabemos interpretarlas.  Pero ellos creen que entienden y tratan de explicar al pueblo lo que ellos mismos entendieron con su corta inteligencia; no lo que dijeron los Sabios, y explican a las multitudes las interpretaciones alegóricas del Tratado de Berajot y del capítulo Jelek[22] y otras como éstas en forma literal, palabra por palabra.

Y el segundo grupo, también son muchos. Y son los que vieron las palabras de los Sabios o las escucharon y las entendieron literalmente; y pensaron que los Sabios no se refirieron sino a lo que el significado literal expresa. Y ellos vienen a ridiculizar y a burlarse de ellas[23], y se burlan y desprecian aquello que no debe despreciarse, en cada oportunidad que pueden. Y piensan que son más inteligentes que ellos[24] y que su intelecto es más refinado que el de ellos, y que ellos, de bendita memoria, son ingenuos, dueños de una inteligencia atrofiada, ignorantes en los usos y costumbres del mundo, a tal punto que es imposible que entiendan palabras de sabiduría de ninguna forma. Y la mayoría de los que tropiezan en esta confusión pertenecen a las ciencias médicas y a la astrología, y a sus propios ojos, son inteligentes, y sabios, y agudos de pensamiento, y filósofos. ¡Pero cuán lejos están de aquellos que son sabios y filósofos de verdad! Y en verdad, son más necios que los del primer grupo, y muchas de sus palabras están llenas de ingenuidad. Y se trata de un grupo maldito, ya que critican a grandes personalidades, líderes del Pueblo de Israel; cuya sabiduría ya fue reconocida por hombres sabios. Y estos ingenuos, si se hubieran esforzado en las ciencias[25] hasta que hubieran comprendido cómo es conveniente ordenar y escribir los asuntos en lo que a las ciencias teológicas y similares se refiere, diferenciando entre el vulgo y los sabios, y hubieran entendido la parte práctica[26] de la filosofía, entonces podrían comprender si los Sabios de bendita memoria son sabios o no, y se les aclararía el sentido verdadero de sus palabras.

Y el tercer grupo, y son - ¡Viva HaShem! - muy pocos, tan pocos que no merecen llamarse grupo, sino al igual que llamamos al sol "clase" [de estrella] a pesar de tratarse de una sola unidad. Y son éstos, seres humanos que tienen clara la grandeza y la bondad de intelecto de Nuestros Sabios, de bendita memoria, tal como se desprende de sus palabras que dan cuenta de cuestiones muy ciertas. Y a pesar de ser pocas y de estar esparcidas en diferentes escritos, estas palabras dan cuenta de la grandeza [de sus autores] y de que han alcanzado la verdad. También tienen claro la imposibilidad de lo imposible y la realidad de lo que debe ser hallado, y saben que ellos[27] - la paz sea con ellos - no hablan cosas sin sentido. Y han comprobado fehacientemente que sus palabras tienen un lado visible y un lado encubierto; y que ellos, en todo lo que dicen acerca de cosas imposibles, hablaron en forma de alegoría[28] y proverbio, ya que éste es el camino de los grandes sabios. Y por lo tanto comenzó su libro el más grande de los sabios, y dijo[29]: "Para hacer entender el proverbio y la parábola, las palabras de los Sabios y sus alegorías" (Proverbios 1:6).
Y saben los lingüistas que una alegoría se refiere a aquello cuyo verdadero sentido se halla encubierto y no manifiesto.  Como está dicho: "Permitidme que os proponga un enigma[30]..." (Jueces 14:12). Ya que las palabras de los sabios se refieren todas a asuntos elevados que son su finalidad, no obstante están en forma de alegorías y proverbios ¿Y cómo los podemos culpar [a Nuestros Sabios] por haber transmitido la sabiduría en forma de proverbios y por haberla representado por medio de asuntos más sencillos y vulgares, si vemos que el más sabio de todos los hombres hizo lo mismo, imbuido por el espíritu divino, me refiero a Salomón, en Proverbios, el Cantar de los Cantares, y Eclesiastés?
¿Y cómo vamos a dudar en interpretar sus palabras y en sacarlas de su contexto literal, a fin de que sean agradables al intelecto y concuerden con la verdad y con las Sagradas Escrituras, si ellos mismos, Nuestros Sabios, interpretan los versículos de la Biblia y los sacan de su contexto literal, poniéndolos como proverbios? Y así es la verdad[31].
Y así como encontramos que dijeron acerca de la interpretación del versículo "...El mató a los dos hijos de Ariel de Moav..." (I Crónicas 11:22), que es un proverbio.  Y así mismo lo que está dicho: "También bajó y mató a un león en medio de un pozo" (I Crónicas 11:22).  Y así mismo: "...Quién me diere a beber de las aguas del pozo de Beit Lejem que está junto a la puerta" (I Crónicas 11:17). Y el resto del relato es todo una metáfora. Y así mismo sobre el libro de Job en su totalidad, dijeron algunos: "es una metáfora" y no explicaron de qué es una metáfora. Y también [acerca de] los muertos [en el Libro] de Ezequiel (Ezequiel 37) dijeron algunos[32] "es una metáfora" y así muchos como estos.

Y si tú, que lees ahora estas palabras, perteneces a uno de los dos primeros grupos, no prestes atención a mis palabras ni a nada de todo este asunto ya que no te va a agradar nada de todo esto, y más aún, te hará mal y lo odiarás. Ya que, ¿Cómo pueden agradar los alimentos livianos, y pocos en cantidad, y buenos en calidad, a un hombre acostumbrado a comer alimentos malos y pesados? Más aún: estos [alimentos] lo dañan y él finalmente los odia. Y si no, fíjate lo que dijeron aquellos hombres acostumbrados a comer cebollas, ajos y pescados: "Nuestro ser está harto de este pan liviano"[33] (Números 21:5).

Y si tú perteneces al tercer grupo, cuando veas estas palabras que contradicen al sentido común, haz un alto y préstales atención, y verás que se trata de un proverbio o de una alegoría. Y diligentemente tu corazón y tu mente se dedicarán a la comprensión de lo escrito y su intención, y meditarás hasta encontrar el sabio propósito y la recta creencia[34]. Como está dicho: "Trató de hallar palabras agradables y escribir correctamente palabras de verdad" (Eclesiastés 12:10), y entonces vas a leer detenidamente este libro mío y te va ser de ayuda, con la ayuda de HaShem.

Introducción al Capítulo Jelek
Rabí Moshé Ben Maimón

Tercera Parte


Y ahora comenzaré a hablar del tema al cual hice referencia anteriormente[35].  Debes saber que al igual que un ciego nunca alcanzará a comprender la esencia de los colores, un sordo nunca podrá comprender la esencia del sonido de las voces, y un eunuco la esencia de las relaciones conyugales, de la misma manera no podrán nunca los cuerpos alcanzar a comprender los placeres del alma.  Y así como los peces no conocen el elemento “fuego”, ya que el medio en donde viven es el elemento opuesto, así no podrá ser conocido en este mundo material el placer espiritual.  En realidad, no tenemos, bajo ningún punto de vista, un placer que se le parezca.  Solo conocemos el placer del cuerpo, el cual percibimos gracias a los sentidos, a través de la comida, la bebida y las relaciones conyugales.  Otro tipo de placeres diferentes a estos nos son difíciles de encontrar, y no los comprendemos ni podremos captarlos con el simple razonamiento, sino sólo a través de una gran búsqueda.  Y así debe ser, debido a que nosotros vivimos en el mundo material, y por lo tanto no podemos comprender más que los placeres momentáneos y finitos.  Sin embargo, los placeres del alma son infinitos, eternos e ininterrumpidos.  Y no existe entre aquellos[36] y estos placeres relación o cercanía alguna sin lugar a duda.
Por lo tanto, no podemos nosotros, hombres de Torá, así como tampoco los teólogos no judíos decir que los ángeles, estrellas y constelaciones no experimentan placer alguno, porque en realidad sí lo experimentan, y es un gran placer ya que pueden entender y comprender la verdadera existencia del Creador – bendito sea - y además, este es un placer eterno e ininterrumpido.  Ellos no tienen placeres corporales y no los pueden comprender, debido a que no están dotados de sentidos al igual que nosotros para poder percibirlos de la manera en que nosotros lo hacemos.
Lo mismo ocurrirá con nosotros, con quien lo merezca y pueda acceder a este nivel[37] luego de su muerte, ya que no percibirá los placeres materiales e incluso no los deseará, de la misma manera en que un rey, cuando está a la cabeza del Estado, no quiere abandonar su reinado y su gobierno y volver a jugar con jóvenes a la pelota en las calles de la ciudad, aún cuando en tiempos pasados sin duda alguna hubiera preferido el jugar con una pelota antes que el reinar.  Sin embargo esto solo ocurría[38] cuando el rey era un niño y no podía diferenciar entre los diferentes niveles de ambas opciones.  Lo mismo nos ocurre a nosotros, quienes ensalzamos y glorificamos los placeres corporales por sobre los placeres del alma.
Porque cuando alcances a discernir en este tema, correspondiente a los dos tipos de placeres, encontrarás la bajeza del primero[39] y la grandeza del segundo[40], incluso en este mundo.  Y esto es posible puesto que podemos encontrar que la mayoría de los hombres se esfuerza tanto espiritual como físicamente con trabajos duros y pesados en orden de alcanzar un cierto nivel y honor, y para ser elogiado por sus compañeros; y este placer no es similar al placer producto de la comida y la bebida.  Así también, muchos hombres eligen vengarse de sus enemigos antes que disfrutar muchos placeres corporales, y muchos prefieren alejarse del más grande de los placeres materiales debido al miedo que les genera el pensar que éste puede generarles humillación y vergüenza frente a los demás seres humanos, o porque están en búsqueda de un buen nombre.  Y si esto ocurre aquí en el mundo material, con más razón en el mundo espiritual.  Ese, es el Mundo por Venir, en donde nuestras almas pueden llegar a conocer al Creador – bendito sea - de la manera que Lo conocen los cuerpos celestes[41], o más aún todavía.
Y este placer no puede ser separado en partes, no puede ser descripto, ni puede encontrarse una analogía para que le sirva de ejemplo; sino que, como dijo el Profeta[42], la paz sea con él, cuando se dio cuenta de la grandeza y magnificencia de éste[43]: “Que grande es tu bondad, la cual has reservado para los que te temen” (Salmos 31:20).  Y así dijeron[44] [Nuestros Sabios] la paz sea con ellos: “En el Mundo Venidero no hay comida, y no hay bebida, y no hay lavado, y no hay unción, y no hay relaciones conyugales, sino que los Justos están sentados con  coronas en sus cabezas, y se regocijan con el brillo de la Presencia Divina”.  El significado de la expresión “con coronas en sus cabezas” hace referencia a la continuidad del alma[45], la cual vive ligada al objeto de su conocimiento, o sea el Creador – bendito sea -.  Y esto es así, me refiero, a que el objeto de su conocimiento y ella (el alma) son una misma cosa, como ya lo mencionaron los grandes filósofos y no es este el lugar adecuado para extendernos en el tema.  Ellos explicaron: “Y disfrutan del esplendor de la Presencia Divina” - se refiere a que las almas disfrutan y gozan de aquello que perciben y conocen de la verdad misma del Creador – bendito sea –, al igual que disfrutan y gozan los seres sagrados y el resto de los ángeles.  Es así que el bien y el fin último son: poder alcanzar este nivel y tener el honor y la estatura a la cual nos hemos referido.  Y la existencia del alma, tal como hemos explicado, es eterna al igual que la existencia del Creador – bendito sea - Quien es la razón de su existencia, porque Lo ha percibido[46], como ya fue explicado en la primera filosofía[47].
Y esta es la mayor bondad, aquella que no tiene comparación alguna, y no tiene placer que se le asemeje, ya que ¿cómo puede ser comparado lo eterno, aquello que no tiene fin, con lo perecedero?  Ese es el significado de: “Así tendrás bondad y larga vida” (Deuteronomio 22:7).  De acuerdo con la Kabalá, aprendemos del comentario [a este versículo]: “Así tendrás bondad” – en el mundo en que todo es bondad[48]; “larga vida” – en el mundo en que todo es largo.
Y el Mal absoluto y la Venganza mayor son que [el alma] sea exterminada y perdida, y que no viva y continúe su existencia, y esto es lo que se denominó “Karet” y que aparece en la Torá.  Y la cuestión del “Karet” significa: que sea perdida el alma, como explicaron y dijeron: “Exterminar será exterminado tal individuo” (Números 15:31).  Y dijeron [Nuestros Sabios] de bendita memoria[49]: “Exterminar” – se refiere a este mundo; “será exterminado” – se refiere al Mundo Venidero.  Y está escrito: “La vida de mi señor está atada a los lazos de la vida”[50] (I Samuel 25:29).
Por lo tanto, todo aquel que eligió y se acostumbró a los placeres corporales, se alejó de la verdad y fue detrás de la mentira, será exterminado de aquel nivel[51], y quedará como materia exterminada.  Y ya explicó el profeta - la paz sea con él – que el Mundo Venidero no puede ser aprehendido a través de los sentidos del cuerpo, con el versículo: “nunca un ojo vio HaShem fuera de ti, otro que hiciera algo por aquel que en él confía” (Isaías 64:3).  Y comentaron [Nuestros Sabios][52]:  “Todos los profetas no profetizaron sino acerca de la venida del Mesías; pero con respecto al Mundo Venidero ‘nunca un ojo vio HaShem fuera de ti’”.
El verdadero significado de las promesas de bien y los castigos malignos que aparecen escritos en la Torá es a lo que ahora me voy a dedicar a contarles: [a través de ellos] Él te dice: si cumples con todos los preceptos, Yo te voy a ayudar en lo relativo a su cumplimiento y concreción, y voy a apartar de tu lado todo tipo de dificultades y obstáculos[53].  Ya que le es imposible al hombre por sí solo cumplir con los preceptos cuando está enfermo y hambriento, o sediento, o en época de guerra o estado de sitio.  Por lo tanto [HaShem] aseguró que removería todos aquellos asuntos, para que los hombres gocen de salud y calma hasta que puedan alcanzar la integridad espiritual, y puedan poseer una parte en la vida del Mundo Venidero[54].  Sin embargo, [el hombre] debe comprender que el objetivo del cumplimiento de la Torá no tiene relación alguna con dicha recompensa, como por ejemplo que la tierra goce de abundancia, o que los hombres vivan largos años con buena salud, sino que [el objetivo es] que los hombres se comprometan con el cumplimiento de la Torá[55].  De la misma manera, si transgreden la Torá, recibirán su castigo: se les repetirán todas estas maldades, hasta que no puedan cumplir con ningún precepto.  Y como fuera dicho: “Por no haber servido a HaShem tu D’s en la alegría y la dicha de corazón cuando abundabas en todo, servirás a los enemigos...” (Deuteronomio 28:47-48).
Y cuando alcances a comprender con una comprensión completa, encontrarás como si Él te estuviera diciendo: “Si cumples con algunos preceptos con amor y esfuerzo, te ayudaré a cumplir con todos, y alejaré de ti todo obstáculo y dificultad.  Y si abandonares alguno de ellos por desprecio, traeré sobre ti impedimentos que te obstaculizarán en tu tarea, hasta que no tengas integridad y tampoco continuidad en el mundo venidero.  Y este es el significado del dicho [de Nuestros Sabios] de bendita memoria[56]: “La recompensa del precepto es el precepto, y de la transgresión la transgresión”.

Introducción al Capítulo Jelek
Rabí Moshé Ben Maimón

Cuarta Parte


En cuanto al “Jardín del Edén”, este es un lugar fértil y abundante, único en la tierra.  Hay en él vastos ríos y árboles que dan su fruto, y será revelado por Hashem – bendito sea – a los hombres en el futuro, y Él les mostrará el camino que allí conduce para que puedan deleitarse en él.  Y será posible que se encuentren allí plantas increíbles los cuales producen un gran bienestar, con gran variedad de aromas y sabores, incomparables a los que hoy nos son conocidos.  Y todo esto no es parte de lo inconcebible y lo lejano sino que su realización es posible, aún si no estuviera escrito en la Torá.  Por lo tanto, cuánto más debemos estar seguros de su existencia ya que aparece escrito y explicado en la Torá.

Con respecto al [término] “Gehinom”, éste hace referencia al dolor y castigos que recibirán los malvados.  Y no hay especificación alguna en el Talmud[57] acerca de la clase de castigo, sino que solo dijeron [Nuestros Sabios]: “El sol se acercará a ellos (los malvados) y los quemará”, basándose en lo que está escrito: “Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno” (Malaquías 3:19).  Y otros [Sabios] dijeron[58]: “Un calor extraño se renovará en sus cuerpos y los quemará”, basándose en lo que está escrito: “Mi soplo como fuego los devorará” (Isaías 33:11).

Y la “Resurrección de los Muertos” es uno de los fundamentos principales que aparecen en la Torá de nuestro maestro Moisés, la paz sea con él.  Y no hay fe o apego a la fe judía para aquel que no cree en esto.  Y [la resurrección] será solo para los Justos.  Este es el significado de las palabras en Génesis Rabah[59]: “La caída de la lluvia será tanto para los Justos como para los malvados; pero la resurrección de los muertos será solo para los Justos”.  Puesto que ¿cómo podrían revivir los malvados cuando están ‘muertos’ aún en vida?  Y así dijeron [Nuestros Sabios][60]: “Los malvados aún en vida son llamados ‘muertos’, en tanto que los Justos aún después de la muerte son llamados ‘vivos’”.  Pero debes saber que todo hombre está destinado a morir y se descompondrá y volverá a su fuente[61].

Con respecto a los “Días del Mesías”, esta será la época en que volverá el reinado a Israel, y [los judíos] retornarán a la Tierra de Israel.  Y el Rey que gobernará [en estos tiempos] será un gran soberano y la Casa Real estará en Sión, y su nombre crecerá hasta llegar su honor hasta los confines de la tierra, siendo su renombre mayor al del Rey Salomón.  Todas las naciones vivirán en paz con él y lo servirán todos los pueblos, debido a su gran justicia y a los portentos que se sucederán gracias a él.  Y todo aquel que se levante en su contra, será destruido y entregado en sus manos por gracia de HaShem.  Todos los versículos de las Escrituras testifican acerca de su victoria, y la nuestra junto a él.  Pero nada cambiará en la realidad cotidiana, y nada será distinto de cómo es ahora[62], salvo el hecho de que el Israel volverá a reinar[63].  Estas son las palabras de los Sabios[64]: “No hay entre nuestro mundo y los días del Mesías diferencia alguna, salvo que será abolida la opresión de las naciones [para con Israel]”.  Y será que en esos días[65] existirán tanto ricos como pobres, fuertes y débiles al igual que en nuestros días.  Sin embargo, en aquellos días será muy fácil para los hombres encontrar sustento, hasta el punto en que será con muy poco esfuerzo que el hombre logrará un gran beneficio [económico].  Y así dijeron [Nuestros Sabios][66]: “En un futuro la Tierra de Israel rebozará de pasteles y hermosas prendas de lino”.  Y es de esta forma como los seres humanos declaran cuando un hombre encuentra algo que ya está listo y preparado: ”Fulano encontró pan horneado y comida cocinada”.  Y una muestra de esto[67] se halla en lo que está escrito: “Hijos de extraños serán vuestros labradores y viñadores” (Isaías 61:5).  Esto es para que sepas que allí[68] habrá [también] siembra y cosecha.  Y por esto se enfadó el Sabio[69] quien dijo aquella frase[70] con su alumno, debido a que [este último] no entendió sus palabras y creyó que se estaba refiriendo al sentido literal[71], y por ello le contestó de acuerdo a sus posibilidades [de entendimiento].  Pero la respuesta que le dio no fue la respuesta verdadera[72].  Y la prueba de que no le contestó la verdad, se encuentra en lo que está escrito: “Responde al necio según su necedad”[73] (Proverbios 26:5).
El gran beneficio del cual gozaremos en aquellos días será que descansaremos de la opresión de las naciones, que es uno de los obstáculos que tenemos para cumplir con todos los preceptos [de la Torá], y además se incrementará el entendimiento [en el mundo], como está escrito: “La tierra estará llena de conocimiento de HaShem” (Isaías 11:9).  Y finalizarán las guerras, como está escrito: “No blandirá más la espada nación contra nación” (Miqueas 4:3).  Y podrá ser alcanzada en estos días  una gran integridad[74], y por ello [los hombres] seremos merecedores de la vida en el Mundo Venidero.
Y el Mesías morirá, y reinará su hijo, y luego el hijo de su hijo[75].  Y ya el profeta anunció su muerte[76] cuando dijo: “No se desmayará ni quebrará hasta implantar en la tierra el derecho” (Isaías 42:4).  Y serán los días de su reinado muchos, y también la vida de los hombres se alargará, ya que cuando desaparezcan las preocupaciones y los problemas, los días de los hombres se extenderán.  Por lo tanto, no hay razón para asombrarse de que el reino del Mesías durará miles de años[77], ya que como dijeron Nuestros Sabios: “Cuando todo el Bien sea reunido, no será separado rápidamente”.
Pero nosotros no esperamos ni ansiamos los días del Mesías por la abundancia en las cosechas y la riqueza, y no con el fin de montar a caballo, o beber vino al son de instrumentos musicales, como piensan aquellos cuyo conocimiento está distorsionado.  Tanto los Profetas como los piadosos ansiaron los días del Mesías y lo desearon con mucho anhelo porque [en esta época] serán reunidos todos los Justos, y el Bien, la Sabiduría, la Justicia del Rey y la mayoría prevalecerán.  Y porque la sabiduría [del Rey] no tendrá precedentes y estará cercano a HaShem, como está escrito: “HaShem me ha dicho: ‘Tú eres mi hijo; yo te he concebido hoy” (Salmos 2:7).  Y [en esta época] se podrán cumplir todos los preceptos de la Torá que nos dio Moisés, nuestro maestro, la paz sea con él, sin inercia, apatía o compulsión, como dijeron: “Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano diciendo: ‘Conoced a HaShem’, pues todos ellos me conocerán desde el más chico al más grande” (Jeremías 31:33).  También dijeron: “Pondré mi Ley en su interior” (Jeremías 31:32).  Y además agregaron: “Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra” (Ezequiel 36:26).  Y existen muchos otros versículos acerca de este mismo asunto.

Y el objetivo [final] es el Mundo Venidero, y hacia él debemos dirigir todos nuestros esfuerzos.  Y por lo tanto, aquel Sabio[78] que poseía un profundo conocimiento de la Verdad[79], pudo ver el objetivo último[80] y dejó a un lado los otros[81], y afirmó: “Todo Israel tiene parte en el Mundo Venidero”[82].

No obstante, aún cuando conforma el objetivo buscado, no es apropiado para aquel que quiere servir a HaShem con amor, que Lo sirva a fin de alcanzar el Mundo Venidero, como ya lo hemos explicado anteriormente, sino que Lo debe servir por el camino en que diga que cree que hay Sabiduría, y que ésta es la Torá que nos llegó a través de los Profetas del Creador – exaltado sea -.  Y en ella, nos prescribió que las virtudes son los preceptos, y son así y así[83]; y que los vicios son las transgresiones, y son así y así[84].  Y conforme a que es un hombre decente, debe cumplir con las virtudes y alejarse de los vicios[85].  Y cuando así obre, se perfeccionará su naturaleza humana, y se diferenciará de los animales.  Ya que cuando perfeccione su naturaleza humana, será parte de los hombres íntegros quienes no tienen obstáculos para lograr que viva su alma y continúe su existencia de la manera que le es propia[86], y esto es: el Mundo Venidero, como ya hemos dicho.  Y a esto se refiere lo que está escrito: “No sean como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con correa y con freno” (Salmos 32:9).  Lo que impide a los animales el desenfreno son las correcciones externas, como ser la correa y el freno, pero no debe ser así con el hombre[87].  Sus rectificaciones deben ser internas.  Es mi intención expresar que cuando el Ser Humano logra la integridad, éste se deshace de todo obstáculo que lo aleja de ella, y estos son los llamados: vicios.  Y se dirige raudo a todo aquello que lo lleva [a alcanzar] la perfección, y estas son las virtudes.  Esto es lo que yo he entendido de sus dichos[88] en lo referente a este tema tan distinguido y elevado.
Y escribiré oportunamente un libro[89], en el cual reuniré todas las enseñanzas que se encuentran en el Talmud y en [libros] semejantes[90], y en él aclararé y explicaré interpretaciones puntuales acerca de la verdad de estos temas.  Y también traeré los basamentos de cada uno de sus dichos[91].  Mostraré cuales de estas enseñanzas deben ser entendidas literalmente, cuales a través de alegorías y cuales de ellas fueron sueños recordados a través de dichos simples, como si hubiera ocurrido cuando estaban despiertos.  Y en ese libro aclararé muchos principios de fe, y todos aquellos temas los cuales también he tratado aquí, que pueden servirte como un paralelo de lo que haré.  Pero no me sea criticado acerca de éste, mi libro, por haber hablado con pocas palabras de un tema sobre el cual se aconseja callar, y que puede irritar a los estudiosos, ya que lo he hecho en esta medida para ayudar a comprender a aquellos que no poseían conocimientos previos sobre este tema tan distinguido, el cual no puede ser entendido por todos los hombres.

Con respecto a la palabra “Apikoros” es aramea y significa ‘aquel que abandona y menosprecia a la Torá o a aquellos que la estudian’.  Por eso se denomina con este nombre a todo aquel que no cree en los fundamentos de la Torá, a quien menosprecia a los Sabios, estudiosos, o a su propio Maestro.

Y acerca de los “Libros Apócrifos”, está escrito que son libros de Minim[92].  Lo mismo ocurre con el “Libro de Ben Sira”[93], hombre que escribió libros los cuales poseen estudios poco serios acerca de fisionomía[94].  Estos libros no tienen sentido ni provecho.  Son una pérdida de tiempo en vanidades, como también lo son los libros que se encuentran entre las poblaciones árabes que hablan acerca de las cronologías, de la historia y las hazañas de los reyes, y los libros de música, y todo tipo de libro que no tiene palabras sabias ni provecho físico, sino que son sólo una perdida de tiempo.

Y “el que susurra sobre la herida” se refiere a los que lo hacen salivando[95], ya que esto significa un menosprecio al nombre de Hashem, bendito sea.  Lo mismo ocurre con aquel que pronuncia el nombre [de HaShem] con sus letras Yud Hei Vav Hei, que constituyen el nombre inefable[96].

Y ya recordamos otras cosas similares, que quienquiera que las haga no tendrá parte en el Mundo Venidero.  Dijeron: “Aquel que hace palidecer el rostro de su semejante en público (ofende a su prójimo) no tendrá parte en el Mundo Venidero”[97].  Y aquel que llama a su prójimo con un apodo [ofensivo] y aquel que se beneficia con la humillación de su prójimo[98].  No debe hacerse ninguna de estas acciones, y aun cuando son transgresiones menores a los ojos de los que razonan, sin embargo son hechas por alguien que tiene un espíritu bajo, en el cual no hay integridad, y por lo tanto no merece una parte en el Mundo Venidero.

Introducción al Capítulo Jelek
Rabí Moshé Ben Maimón

Quinta Parte


Y es aquí en donde debemos recordar, ya que este es el lugar más indicado para hacerlo, que los principios de nuestra fe y sus fundamentos son trece.  Y estos son:

Primer Fundamento


Creer en la existencia del Creador – bendito sea -, y esto significa que hay un Ser perfecto en todas las maneras posibles.  Él es la Causa de la existencia de todo, y todo lo creado depende y deriva de Él.  Y es inconcebible Su inexistencia, debido a que si no existiera, sería extinguida la existencia de todo y no habría una Causa que pueda persistir en su ser.  Por el contrario, si concebimos la ausencia de todo lo creado, de todas maneras no sería extinguida la existencia de HaShem – bendito sea – ni disminuida.  (Ya que no hay unidad o superioridad como la de Él – sea Su nombre bendito)[99].  Porque Él es suficiente para sí mismo y Su propia existencia le basta, y no necesita de la existencia de otros.  Y todos los otros, desde los intelectos, quiero decir: los ángeles[100], así como los cuerpos celestes, y lo que hay dentro de ellos[101], y lo que se encuentra por debajo de ellos[102], todos necesitan de Su existencia[103].  Y este primer fundamento ha sido enseñado en el versículo: “Yo soy HaShem, Tu D’s” (Éxodo 20:2).

Segundo Fundamento

La unicidad de HaShem – bendito sea -, lo que significa: que debemos creer que Él, que es la Causa de todo, es Uno.  Pero [esta unicidad] no es como la de una pareja[104], y no como una especie, ni como un hombre, quien es complejo[105] y está dividido en muchas partes[106], y no es [HaShem] Uno como el más simple de los cuerpos, ya que éste también puede ser dividido y separado en infinitas partes.  Sino que Él – exaltado sea – es único en su unicidad, y no hay como ésta otra que se le asemeje, sin duda alguna. Y este segundo fundamento ha sido enseñado en lo que fuera dicho: “Oye Israel, HaShem es nuestro D’s, HaShem es uno” (Deuteronomio 6:4).

Tercer Fundamento

La negación de toda corporeidad en Él, lo que significa: que debemos creer que la unidad que antes mencionamos no es corpórea ni posee fuerza en [otro] cuerpo, y no lo afectan el accionar de los cuerpos, como ser: el movimiento, el reposo y el asentamiento, ya sea en Su esencia misma o en un caso aislado.  Por ello negaron Nuestros Sabios de bendita memoria, la composición [en partes] o la división [de HaShem], diciendo[107]: “No existe en las alturas el sentarse o el pararse, ni espalda ni frente”.  Lo que significa: no hay división - esto es la “espalda”[108], y no hay composición [en partes] - esto es la “frente”, conforme a lo que está escrito: “Y volverán sobre el hombro a los filisteos” (Isaías 11:14), es decir: los empujarán con el hombro para anexarlos[109].
Y dijo el profeta: “¿A quién, pues, harán semejante a HaShem? [...] ¿a qué, pues, Me harán semejante y Me pareceré? Dice el Santo” (Isaías 40:18-25).  Ya que si [HaShem] fuera corpóreo, sería semejante a los cuerpos.  Y todo lo que aparece en las Santas Escrituras describiéndolo por medio de atributos físicos, como ser: caminando, estando de pie, o sentado, hablando y expresiones similares, son todas metáforas.  Y así dijeron [Nuestros Sabios] de bendita memoria[110]: “la Torá se expresó en el lenguaje de los hombres”.  Y ya se han referido extensamente los Sabios acerca de este tema.  Y este tercer fundamento ha sido enseñado en lo que fuera dicho: “Pues ninguna figura han visto” (Deuteronomio 4:15), lo que significa: no se puede concebir a [HaShem] como si tuviera figura alguna, ya que – como antes mencionamos – no es corpóreo ni posee fuerza en [otro] cuerpo.

Cuarto Fundamento

La eternidad [de HaShem], lo que significa: que debemos creer que la unidad que antes mencionamos es eterna y Su primacía es absoluta[111].  Todo lo que existe no es anterior a Él.  Y muchas pruebas de ello podemos encontrar en las Santas Escrituras.  Y este cuarto fundamento ha sido enseñado en lo que fuera dicho: “El D’s eterno es tu refugio” (Deuteronomio 33:27).

Quinto Fundamento

Sólo a Él – bendito sea – corresponde servir, engrandecer, divulgar Su grandeza, y cumplir con Sus preceptos, y no obrar de esta manera para con los que se encuentran por debajo de Su existencia: los ángeles, las estrellas, y las esferas celestes, los elementos [básicos][112] y todo lo compuesto por ellos[113], ya que su accionar es natural[114] y no tienen juicio o capacidad de elección, sino que estas [capacidades] le pertenecen sólo a HaShem – bendito sea -.  Y por ello no es correcto servirles para que sirvan de intermediarios para acercarse a Él, sino que sólo a Él debemos dirigir nuestros pensamientos y dejar a un lado todo lo demás.  Y este quinto fundamento se encuentra [expresado] en la advertencia sobre la idolatría[115], y la mayoría de la Torá advierte acerca de esto.

Sexto Fundamento

La Profecía; y esto significa que debe saber el hombre, que dentro de la especie humana se podrán encontrar individuos con capacidades sobresalientes y extremadamente puras, poseedores de una gran integridad y almas sabias, llegando a alcanzar un nivel [puramente] intelectual.  Luego [de alcanzado este nivel] se adherirá la mente humana al “Intelecto Activo”, siendo iluminada por una emanación gloriosa[116].  Y estos [hombres] son los Profetas, y esta [emanación] es la Profecía, siendo ésta su naturaleza.  La aclaración de este fundamento se extendería mucho, y no es nuestra intención traer pruebas sobre cada uno de estos principios[117], y una explicación acerca de como percibirla[118], ya que esto abarca todas las [ramas de la] sabiduría.  Por lo tanto solo la mencionaremos [a la profecía] someramente[119].  Y sobre las profecías de los profetas la Torá atestigua en extrema medida.

Séptimo Fundamento

La Profecía de Moisés, nuestro maestro, la paz sea con él.  Y esto significa que debemos creer que él es el padre de todos los profetas que lo precedieron así como también de los que vinieron después de él.  Todos ellos están por debajo de su estatura, y él fue el elegido de entre todos los seres humanos, y quien alcanzó a percibir del conocimiento de [HaShem] – bendito sea - más que cualquiera que haya podido llegar a percibir o percibirá [en un futuro].  Porque él, la paz sea con él, llegó a un nivel en donde supero su estado humano y alcanzó el nivel angelical, llegando a la misma altura que los ángeles.  No quedó velo[120] que no rasgó y traspasó, ni ningún tipo de obstáculo material se le interpuso[121], ni tuvo falta alguna, grande o pequeña.  En él fueron anulados la imaginación y los sentidos que posibilitan la percepción, y desaparecieron los deseos y apetitos, quedando solo la razón[122].  Sobre este tema fue dicho que él hablaba con HaShem – bendito sea – sin ningún ángel como mediador.
Mi intención era aclarar aquí este tema tan maravilloso[123] y descubrir lo oculto en los fragmentos de la Torá, aclarando la expresión “boca a boca” y todo ese versículo[124], y todos los versículos del estilo, empero he visto que estos asuntos son muy delicados y sería necesario hacer uso de muchas pruebas, debiendo recurrir a muchas presentaciones, introducciones y ejemplos, teniendo que explicar en un principio [lo referente a] la existencia de los ángeles y los cambios en sus niveles con respecto al Creador – exaltado sea[125].  Además deberíamos explicar el alma y todas sus fuerzas, extendiendo el tema hasta hablar de las formas en que describieron los profetas [a HaShem], dignas de ser aplicados al Creador y los ángeles, entrando de esta manera en [el libro] “Shiur Komá”[126] y los temas que trata, y aún con esto no sería suficiente; incluso si pudiera resumir [el libro] al máximo, me llevaría cien páginas.  Por lo tanto lo dejaremos [para desarrollarlo] en un lugar [más apropiado], ya sea en el [libro] de la explicación a las enseñanzas [de los Sabios] el cual ya me he propuesto escribir, o en el “Libro de la Profecía”, del cual me estoy encargando [en estos momentos][127], o en un libro que compondré con las explicaciones de estos fundamentos.
Volviendo al séptimo fundamento diremos que la profecía de Moisés nuestro maestro, la paz sea con él, se diferenció de la profecía de los demás profetas en cuatro aspectos:
El primero: todo profeta que existió no habló con HaShem – bendito sea – sino por medio de un mediador[128], mientras que Moisés [lo hizo] sin ningún intermediario; como está dicho: “boca a boca hablaré con él” (Números 12:8).
Y el segundo aspecto: todo profeta no recibió la profecía sino cuando dormía, como aparece escrito en las fuentes: “Aquella noche vino HaShem en sueños”[129], “Por sueños, en visión nocturna”[130] y otros ejemplos del mismo estilo.  O [también] durante el día, luego de que haya caído el sopor sobre el hombre y se neutralicen todos sus sentidos, y solo quede su pensar[131] disponible, como ocurre con los sueños.  Y esto se llama “Visión” o “Percepción”, y sobre ellos está escrito: “en visiones de HaShem”[132].  Pero con Moisés, se manifestaba [la profecía] con palabras [de HaShem] y en pleno día.  Y él se paraba entre los dos querubines, como le hizo saber HaShem – bendito sea: “Allí me manifestaré a ti, y hablaré contigo de encima del propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el Arca del testimonio” (Éxodo 25:22).  Y dijo [HaShem] – exaltado sea: “Cuando haya entre ustedes un profeta de HaShem, me apareceré a él en visión, en sueños le hablaré.  No así con mi siervo Moisés [...] boca a boca hablaré con él” (Números 12:6-8).
Y el tercer aspecto: todo profeta al recibir la profecía, ya sea por medio de una “Visión” y a través de un ángel, se debilitarán sus fuerzas, se extenuará su cuerpo y le sobrevendrá un gran pánico, al punto de que su espíritu estará a punto de desprenderse [de su cuerpo], como ocurrió con Daniel, quien cuando Gabriel habló con él por medio de una visión,  exclamó: “No quedaron fuerzas en mí, antes bien, mis fuerzas me cambiaron en desfallecimiento, pues me abandonaron totalmente” (Daniel 10:8); y [también] dijo: “Caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra” (Daniel 10:9); y dijo: “Con la visión me han sobrevenido dolores y no me quedan fuerzas” (Daniel 10:16).  Pero con Moisés, la paz sea con él, no ocurría así, sino que venía a él la palabra [de HaShem] sin causarle estremecimiento o temblor alguno, como esta escrito: “HaShem hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero” (Éxodo 33:11), es decir: así como no le sobreviene pánico a un hombre por hablar con su prójimo, de la misma manera ocurría  con Moisés, la paz sea con él: la palabra [de HaShem] no le causaba pánico, aún cuando era “cara a cara”.  Y esto hace alusión al apego [de Moisés] con el Intelecto[133], como ya hemos mencionado anteriormente[134].
Y el cuarto aspecto: ninguno de los profetas era capaz de recibir la profecía de acuerdo a su voluntad, sino que dependía de la voluntad de HaShem, bendito sea; y podía pasar el profeta días o años sin que la profecía se le aparezca, o pidiendo del Creador que le diera a conocer algún asunto a través de la profecía pudiendo pasar días o meses para que [la profecía] se suceda; y a veces ni siquiera después de este tiempo le era revelada [la profecía].  Y ya existieron de ellos[135] sectas que se preparaban y purificaban sus mentes, como hizo Eliseo, como está escrito: "Y ahora tráiganme un músico” (II Reyes 3:15), y luego recibió la profecía.  Pero no necesariamente la profecía sobrevenía tras la preparación [del profeta] para ello.  Y Moisés, nuestro maestro, la paz sea con él, en todo momento que deseaba [la profecía], decía: “Esperen, y oiré lo que ordena HaShem acerca de ustedes” (Números 9:8).  Y está escrito: “Dí a Aarón, tu hermano, que no entre en todo tiempo en el santuario” (Levítico 16:2).  Dijeron nuestros Sabios de bendita memoria[136]: “Aarón está [en el nivel de] ‘que no entre’ y Moisés en cambio no está [en el nivel de] ‘que no entre’”.

Octavo Fundamento

El origen de la Torá es divino, lo que significa que debemos creer que toda la Torá que se encuentra en nuestras manos hoy, ha sido entregada de manos de Moisés, nuestro maestro, la paz sea con él, y toda ella [ha salido] de boca de HaShem, es decir: que nos ha llegado íntegra de HaShem – bendito sea -, siendo utilizada para este cometido una metáfora[137]: “el habla”.  No sabemos como ha llegado [a nosotros], solo que nos ha llegado a través de Moisés, la paz sea con él.  Y debido a que él era como un escriba al cual le leían y él redactaba todos los sucesos, las historias y los preceptos, se lo llamó: “Legislador”.  Y no hay diferencia entre: “Los hijos de Cam: Cush, Mitzraim, Fut y Canaán” (Génesis 10:6), “Y el nombre de su mujer, Mehetabel, hija de Matred” (Génesis 36:39), y entre: “Yo soy HaShem, tu D’s” (Deuteronomio 5:6), y: “Oye Israel, HaShem es nuestro D’s, HaShem es uno” (Deuteronomio 6:4), ya que todos [los versículos] han partido de la boca de HaShem, y todos son parte de la Torá que es completa, pura, sagrada y verdadera.  Y todo aquel que dice que los versículos y las historias [de la Torá] fueron contados por Moisés por iniciativa propia, Nuestros Sabios y Profetas lo denominaron apóstata, ya que avergüenza a la Torá más allá que cualquier otro renegado, pues cree que la Torá puede ser dividida en “corazón” y “cáscara”, y que todas las crónicas y las historias [escritas en la Torá] no tienen beneficio alguno, y que han sido escritas por Moisés.  Y ese es el significado de la frase: “que la Torá no viene del cielo”[138].  Y dijeron Nuestros Sabios, de bendita memoria[139]: “Todo aquel que cree que la Torá ha salido de la boca de HaShem excepto por un solo versículo que no dijo el Santo bendito sea Él, sino Moisés por propia iniciativa, sobre él está escrito: “Ya que la palabra de HaShem despreció”[140]”.  Y sea HaShem - bendito y exaltado – por sobre los dichos de los apóstatas[141].
Ya que todas las palabras de la Torá contienen sabiduría y maravillas para quien puede entenderlas, aún cuando ella no puede ser entendida en la totalidad de su sabiduría.  “En longitud sobrepasa la tierra, y es más ancha que el mar”[142] y el hombre no tiene más que encaminarse por las sendas de David, ungido del HaShem de Jacob, quien rezó: “Abre mis ojos y contemplaré las maravillas de Tu Torá” (Salmos 119:18).
Así también ocurre con la Torá Oral, que fue dicha por boca de HaShem.  Y es así como hacemos hoy: desde la construcción de la Sucá, el Lulav, el Shofar, los Tzitzit, los Tefilín y otros [preceptos] similares.  Todos estos [preceptos] han sido ordenados y dichos por HaShem – bendito sea – a Moisés, y él nos los transmitió.  Y él, que nos trajo el mensaje, es digno de confianza.  Y este octavo fundamento ha sido enseñado en lo que fuera dicho: “Moisés dijo: en esto conocerán que HaShem me ha enviado para que hiciera todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad” (Números 16:28).

Noveno Fundamento

La Tradición, y esto significa que la Torá que nos entregó Moisés ha sido dada por el Creador – bendito sea – y no por otro.  Y sobre ella no se puede agregar o quitar, tanto con respecto a la Torá Escrita como a la Torá Oral[143], como está escrito: “No añadirás a ello, ni de ello quitarás” (Deuteronomio 13:1).  Y ya hemos explicado lo necesario acerca de este fundamento en la introducción de este escrito.

Décimo Fundamento

Él – exaltado sea – conoce los actos de cada ser humano y nunca aleja Sus ojos de ellos.  No es como el que dijo: “HaShem ha abandonado la tierra”[144], sino que es como se ha dicho: “Grande eres en consejo y magnífico en hechos; tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres”[145]; y se ha dicho: “Vio HaShem que la maldad de los hombres era mucha en la tierra”[146]; y [también] se ha dicho: “el clamor de Sodoma y Gomorra aumenta más y más”[147].  Todos estos versículos nos enseñan acerca de este décimo fundamento.

Decimoprimer Fundamento

Él – exaltado sea – recompensa a quien cumple con los preceptos de la Torá y castiga a quien transgrede sus admoniciones.  La recompensa mayor es el Mundo Venidero, y el castigo mayor, el exterminio [del alma][148].  Y ya nos hemos extendido en este tema lo suficiente.  Y en las Escrituras se enseña acerca de este principio, como está escrito: “Te ruego que perdones ahora su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito” (Éxodo 32:32).  Y le contestó HaShem – bendito sea: “Al que peque contra mí, lo borraré de mi libro” (Éxodo 32:33).  Esto es una prueba de que [HaShem] conoce al que cumple y al que transgrede, a fin de recompensar al primero y castigar al segundo.

Decimosegundo Fundamento

Los días del Mesías, lo que significa que debemos creer y afirmar que él vendrá, y no pensar que se atrasará.  “Si se demora, espéralo”[149].  No se le asignará un tiempo[150], ni se especulará con el objetivo de averiguar cuando vendrá.  Y los Sabios dijeron[151]: “Sea corrompido el espíritu de aquellos que especulan con las fechas”.
Debemos creer en él, que tendrá honra, estatura y honor por sobre todos los reyes que hayan existido.  [Debemos] engrandecerlo, amarlo y rezar por él, conforme a lo que ya profetizaron sobre él todos los profetas desde Moisés, nuestro maestro, la paz sea con él, hasta Malaquías[152], la paz sea con él.  Y cualquiera que dude del [Mesías], o lo minimice a él o a su estatura, reniega de la Torá, pues ella prometió [su venida] en el comentario a la Sección de “Bilaam”[153] y a la Sección de “Nitzavim”[154].
Y parte de este fundamento es el saber que los Reyes de Israel no son sino de la Casa de David, y de la descendencia de Salomón solamente.  Y todo aquel que objeta este linaje, reniega de HaShem – bendito sea – y de las palabras de Sus profetas.

Decimotercer fundamento

La Resurrección de los Muertos, fundamento que ya hemos explicado anteriormente.


Cuando el hombre crea en todos estos fundamentos, y se fortalezca su fe en ellos, recién allí entrará a [formar parte de la] Congregación de Israel, y es un precepto amarlo y apiadarse de él, y tratarlo de acuerdo a todo lo que nos prescribió HaShem – bendito sea – [con respecto] al hombre y su prójimo, con amor y fraternidad.  Y aunque haya cometido cualquiera de las transgresiones al haberse sobrepuesto a su voluntad su bajo instinto natural, es castigado de acuerdo a sus transgresiones; sin embargo tiene una parte en el mundo venidero, aunque sea un transgresor dentro de Israel.
Y cuando un hombre deja de creer uno de estos principios, es excluido de la Congregación [de Israel], y niega lo fundamental, y es llamado “Min” y “Apikoros” y “aquel quien corta con los retoños”[155], y es una obligación odiarlo y destruirlo.  Y sobre él está escrito: “¿No odiaré acaso, HaShem, a los que te aborrecen?” (Salmos 139:21).

Y he aquí que me he extendido en muchos temas y me he desviado del objetivo de mi composición.  Pero lo he hecho debido a que he visto en [escribir] esto un gran beneficio en [lo relativo a] la fe, ya que he reunido aquí temas útiles que se encuentran dispersos en libros importantes.  Por lo tanto conócelos, esfuérzate en aprenderlos, vuelve sobre ellos muchas veces, e inquiere sobre ellos a conciencia.  Y si tu corazón te sedujere y llegaras a pensar que los has comprendido bien, solo por haberlos estudiado una vez, o diez [veces], sabe HaShem – bendito sea – que has sido seducido falsamente.  Por consiguiente, no te apures en su lectura, puesto que no lo compuse [a este trabajo] en forma superficial, sino luego de gran estudio y comprensión.  Y luego de haber distinguido entre creencias verdaderas y falsas, y de haber sabido en cuales de ellas es digno creer; y me he sustentado en pruebas acerca de cada uno de estos asuntos.

Y de HaShem – bendito sea – pido que me sea concedido el deseo de mi alma, y que me conduzca por el buen camino.  Y ahora volveré a [ocuparme de] este capítulo[156].


[1] El “Corazón” en este texto, al igual que en otros similares, hace referencia al entendimiento del hombre
[2] El dinero en sí
[3] Hacer de lo superfluo lo esencial
[4] Tratado Avot 4:7
[5] La sabiduría es la Torá y su mensaje trascendente
[6] La verdad por sí misma
[7] Tratado Avot 1:3
[8] Avoda Zara 19a
[9] En la porción “Ekev”
[10] De servir a HaShem por amor, y el estudio y el cumplimiento de la Torá por ellos mismos
[11] De servir a HaShem por amor
[12] Diciéndoles que hay una recompensa para sus buenas acciones y un castigo para sus malas acciones
[13] Que no hay que servir a HaShem con la esperanza de recibir recompensa
[14] Que hay que servir a HaShem sólo por amor
[15] Tratado Avot 1:11
[16] En el comentario de Maimonides a Pirkei Avot, al Tratado de Avot
[17] El servir a HaShem por temor al castigo y por la esperanza de una recompensa
[18] Pesajim 50b
[19] En las palabras de Nuestros Sabios de bendita memoria, en sus relatos y en sus interpretaciones
[20] Las cosas imposibles que contradicen el sentido común y las leyes de la naturaleza
[21] El razonamiento lógico, a fin de entender el lenguaje de los Sabios quienes hallan frecuentemente en formas simbólicas en las cuales lo manifiesto no es lo esencial sino lo oculto y hace falta entendimiento para poder descender hasta lo profundo de sus intenciones.
[22] El Capítulo Jelek es el décimo capítulo del Tratado de Sanhedrin, y son las palabras de la Mishná las que Rambam intenta explicar mediante esta Introducción
[23] De las palabras de Nuestros Sabios
[24] Más inteligentes que Nuestros Sabios, de bendita memoria
[25] necesarias para adquirir un conocimiento filosófico verdadero
[26] En contraposición a la parte teórica cuyo fundamento se encuentra en el razonamiento especulativo, nos enseña la parte práctica de la filosofía llamada "filosofía práctica", o filosofía humana (Cuzari 4:13)
[27] Nuestros Sabios, de bendita memoria
[28] La palabra “Jidá” puede también ser traducida como enigma, comparación, parábola; mientras que la palabra “Mashal” puede ser traducida como proverbio, refrán, parábola, metáfora
[29] El Rey Salomón
[30] En este caso, la palabra enigma interpreta mejor el sentido del versículo
[31] Este es el camino correcto en cuanto a la interpretación de los versículos oscuros y contradictorios en las escrituras
[32] Rabí Yehudá en Sanhedrín 92b
[33] Este versículo hace referencia al Maná, el pan celestial
[34] Que subyacen del proverbio y la alegoría, o sea, tratarás de encontrar una solución al proverbio de tal forma que concuerde con el sentido común y con la creencia recta
[35] El Mundo Venidero
[36] Los placeres materiales
[37] Conocer la verdadera existencia del Creador, bendito sea
[38] Que el rey veía con buenos ojos el jugar con la pelota antes que el reinar
[39] Los Placeres corporales
[40] Los Placeres del alma
[41] Los ángeles y las esferas celestes
[42] El Rey David (Según 2 Samuel 23:3)
[43] Del Mundo por Venir
[44] Berajot 17a
[45] Ya que tras la muerte del hombre, el alma sigue existiendo en lo que Nuestros Sabios llamaron: “Los Lazos de la Vida
[46] Y a través de dicha percepción el alma alcanza la eternidad
[47] El gran escritor y filósofo Shlomó Ibn Gavirol escribe en su poema intitulado “Keter Maljut” (“Corona Real”): “Y el que alcance tus secretos encontrará eterno placer, y comerá y vivirá para siempre”
[48] Un mundo en donde no hay ni daños ni tormentos (Rashi en Kidushín 39b)
[49] Sanhedrín 64b
[50] Nivel opuesto a “Será exterminado por completo”
[51] El nivel en el que el alma está atada a Los Lazos de la Vida
[52] Berajot 34b; Shabat 63a
[53] Trastornos e inconvenientes que le dificultan al hombre el cumplir y concretar las Mitzvot
[54] De acuerdo con este razonamiento, todas aquellas promesas de bien que aparecen escritos en la Torá no son la meta última, sino tan solo los medios por los cuales el hombre puede llegar al objetivo final.  A este objetivo se referirá Rambam a continuación
[55] Ya que el estudio y cumplimento de la Torá son un objetivo en sí mismos y las causas por las cuales podemos acceder al Mundo Venidero
[56] Tratado Abot 4:2
[57] Nedarim 8b; Sanhedrin 110b; Abodá Zará 4a
[58] Sanhedrin 108a
[59] Parashá 13
[60] Berajot 18b
[61] Sobre esta corta pero compleja frase, Beer Heitev explica que aparentemente para Rambam la Resurrección de los Muertos no es el fin último, sino que luego de los días del Mesías en los cuales los hombres vivirán una vida muy larga, éstos morirán, y recién ahí las personas alcanzarán el objetivo final, que es la vida en el Mundo Venidero
[62] Rambam quiere dejar en claro que en los Días del Mesías no habrá ningún cambio en el orden natural, y todo se desarrollará de forma habitual, sin ninguna clase de alteración
[63] Israel será una nación libre, y tendrá su propio gobernante
[64] Berajot 34b
[65] Los días del Mesías
[66] Shabat 30b
[67] De que no habrá cambio alguno en la naturaleza en los días del Mesías
[68] En los días del Mesías
[69] Rabán Gamliel
[70] “En un futuro la Tierra de Israel rebozará de pasteles...” (Shabat 30b)
[71] Pasteles ya cocinados
[72] Sino que se sirvió de una alegoría
[73] “Necedad” se refiere a la capacidad de entendimiento del necio, y debes contestarle de esta manera para que “no vaya a creerse que es un sabio” (Proverbios 26:5)
[74] Integridad espiritual: tanto en inteligencia como en conducta
[75] Serán tres generaciones, de acuerdo a la opinión de Rabí Iehudá HaNasí, quien dijo: “Los días del Mesías durarán tres generaciones” (Sanhedrín 99a)
[76] La muerte del Mesías
[77] De acuerdo a algunos Sabios, los días del Mesías se extenderán por 7.000 años, mientras que de acuerdo con otros, su reinado durará 365.000 años (Sanhedrín 99a)
[78] El Tanaíta que afirmó en la Mishná: “Todo Israel tiene parte en el Mundo Venidero...” (Sanhedrin 10:1)
[79] Este Sabio podía diferenciar entre lo importante y lo banal, y entre lo primordial y lo realmente trascendente
[80] El Mundo Venidero
[81] Como por ejemplo: el Jardín del Edén, los días del Mesías y la resurrección de los muertos
[82] Sanhedrin 10:1
[83] Así y así son todos los preceptos positivos, sumando un total de 248
[84] Así y así son todas las transgresiones que los preceptos negativos neutralizan, sumando un total de 365
[85] Pero no con el objetivo de recibir recompensa alguna, sino por su profundo conocimiento y su amor a HaShem
[86] Rambam hace referencia a la continuidad intelectual del alma, que como dijo anteriormente, vive ligada al objeto de su conocimiento, o sea, el Creador
[87] La idea del autor es: “No sea tu accionar como el de un animal, el cual debe ser conducido a través de correcciones externas; el hombre tiene la capacidad de poder corregirse sin rectificaciones foráneas”
[88] Los dichos de Nuestros Sabios
[89] El libro del cual está hablando aquí el Rambam nunca fue escrito
[90] Por ejemplo: Libros de Midrash
[91] Los dichos de Nuestros Sabios
[92] Secta conocida que se separó del Judaísmo y sus libros están llenos de herejías.
[93] Al parecer Maimónides tenía en sus manos una versión distinta del “Libro Ben Sira” que hoy conocemos, ya que el “Libro Ben Sira” que ha llegado hasta nuestros días posee palabras sabias.  Aparentemente, en épocas del Talmud los Sabios utilizaban este libro de manera similar a como usaban los Hagiógrafos.
[94] Ciencia destinada a conocer la naturaleza del hombre a través de su rostro
[95] Sanhedrin 101a
[96] Ioma 66a
[97] Baba Metzía 58b
[98] Ierushalmi Jaguigá 2:5
[99] Esta frase no aparece en la versión original del texto (escrito en árabe)
[100] Son llamados “intelectos” porque son creaciones separadas de todo cuerpo y materia
[101] Como ser las diferentes clases de estrellas existentes
[102] Todo lo que se encuentra por debajo de la esfera de la luna es lo que constituye nuestro mundo
[103] Ya que es Él quien hace posible su existir
[104] La pareja está compuesta por dos.  Pero tal vez se debería leer aquí Sug (con Samach) en lugar de Zug (con Zain); la referencia en este caso sería a un género, el cual incluye muchas especies
[105] A nivel orgánico
[106] El hombre posee muchos órganos diferentes, y cada uno de ellos tiene su nombre particular
[107] Jaguigá 15a
[108] La espalda simboliza la división, como está escrito: “Me volvieron la espalda pero no los rostros” (Jeremías 2:27)
[109] Ya que los filisteos se encontraban en la frontera con Israel
[110] Berajot 31b
[111] Su eternidad no tiene parangón, y Su existencia antecede todo lo creado, como afirmamos en la oración matutina: “Tú precedes a la creación, y Tú eres quien creó el mundo”
[112] Fuego, Viento, Agua y Polvo
[113] Los elementos básicos son los que componen todo lo creado en este mundo, y todo lo que se encuentra por debajo de la esfera lunar
[114] Su accionar no está regido por propia voluntad, sino que dependen de la tarea que eligió para ellos el Creador
[115] “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3)
[116] Es decir: HaShem ilumina estas mentes sublimes a través del “Intelecto Activo”, quien otorga a los hombres gran cantidad de sabiduría y espíritu divino
[117] De estos 13 Fundamentos
[118] A la profecía
[119] Sin detenernos en detalles y explicaciones que nos llevarían mucho tiempo
[120] Se refiere a cualquier tipo de separación existente entre él y HaShem
[121] Que impida su permanencia en el nivel angelical
[122] Las fueras del alma son cinco: (1) nutritiva; (2) sensitiva; (3) imaginativa; (4) concerniente a los apetitos (deseos); y (5) racional (Ver los “Ocho Capítulos” de Rambam – Primer Capítulo).  En su ascenso al nivel de los ángeles, Moisés solo retuvo la fuerza racional, dejando a un lado las demás, y consiguiendo de esta manera deshacerse de todo obstáculo corporal
[123] La profecía de Moisés
[124] “Boca a boca hablaré con él, claramente y no con enigmas, y verá la apariencia de HaShem” (Números 12:8)
[125] Los diferentes niveles están relacionados a la cercanía o lejanía con respecto a HaShem
[126] Libro de mística judía muy famoso, escrito con indicios y secretos, de manera que no tiene un entendimiento simple y literal sino profundo y alegórico.  Hay quienes atribuyen este libro a Simón el Justo, y otros que opinan que fue el mismo Moisés quien lo escribió (de esta manera los kabalistas atribuían libros de mística a personajes bíblicos, llegando hasta el mismo Adán).  En tiempos de Rab Saadia Gaón (882-942) este libro ya era conocido
[127] Tanto el libro de las enseñanzas de los Sabios, como este libro referido a la Profecía nunca fueron escritos.  Sin embargo, parecería ser que aún cuando no se conformaron como libros separados, Rambam desarrolló ambos temas en su “Guía de los Descarriados”
[128] A través de un ángel
[129] Génesis 31:24
[130] Job 33:15
[131] La parte racional del alma
[132] Ezequiel 8:3
[133] Con el Intelecto Activo
[134] En el Sexto Fundamento
[135] De los profetas
[136] Sifra - Parashat Ajarei Mot
[137] De la misma manera que en el Tercer Fundamento
[138] Sanhedrin 10:1 – Rambam vuelve a retomar el tema de la primer Mishná del Capítulo Jelek, que se encuentra en el tratado de Sanhedrin, explicando de esta manera por qué todo el que afirma “que la Torá no viene del cielo” no tiene parte en el Mundo Venidero
[139] Sanhedrin 99a
[140] Números 15:31
[141] Esta última oración viene a contraponerse a la frase anterior “ya que la palabra de HaShem despreció”.  Su significado es oscuro y no muy entendible, pero la idea central de este enunciado sería el de glorificar a HaShem en un intento por demostrar que Él está más allá que lo que los apóstatas y renegados puedan afirmar
[142] Job 11:9
[143] Estas palabras hacen alusión directa al Nuevo Testamento, el Corán y la secta de los Caraítas
[144] Ezequiel 8:12
[145] Jeremías 32:19
[146] Génesis 6:5
[147] Génesis 18:20
[148] “Karet”, como ya lo explicó anteriormente
[149] Habacuc 2:3
[150] Está prohibido fijar un tiempo determinado con respecto a la venida del Mesías
[151] Sanhedrin 97b
[152] Malaquías fue el último de los profetas
[153] Números 23-24
[154] Deuteronomio 30:3-5
[155] Expresión metafórica que designa a todo aquel que abandona la Torá y niega los principios de la religión, como está escrito: “Ajer cortó con los retoños” (Jagiga 15a)
[156] Rambam, luego de esta introducción, que aquí finaliza, retomará su explicación al capítulo Jelek en orden de continuar con su comentario general a toda la Mishná
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[140] Números 15:31
[141] Esta última oración viene a contraponerse a la frase anterior “ya que la palabra de HaShem despreció”.  Su significado es oscuro y no muy entendible, pero la idea central de este enunciado sería el de glorificar a HaShem en un intento por demostrar que Él está más allá que lo que los apóstatas y renegados puedan afirmar
[142] Job 11:9
[143] Estas palabras hacen alusión directa al Nuevo Testamento, el Corán y la secta de los Caraítas
[144] Ezequiel 8:12
[145] Jeremías 32:19
[146] Génesis 6:5
[147] Génesis 18:20
[148] “Karet”, como ya lo explicó anteriormente
[149] Habacuc 2:3
[150] Está prohibido fijar un tiempo determinado con respecto a la venida del Mesías
[151] Sanhedrin 97b
[152] Malaquías fue el último de los profetas
[153] Números 23-24
[154] Deuteronomio 30:3-5
[155] Expresión metafórica que designa a todo aquel que abandona la Torá y niega los principios de la religión, como está escrito: “Ajer cortó con los retoños” (Jagiga 15a)
[156] Rambam, luego de esta introducción, que aquí finaliza, retomará su explicación al capítulo Jelek en orden de continuar con su comentario general a toda la Mishná