31.7.13

ELECCIONES

                         
                “Todo está previsto pero el hombre tiene el libre albedrío; el mundo es juzgado con benevolencia pero todo depende de la mayoría de nuestras acciones[i] (Pirkei Avot 3:15)
                Esta mishná del Tratado de Avot es una de las fuentes centrales en lo que respecta al “libre albedrío” o como es llamado en hebreo “libre elección” (בחירה חופשית).
                El Rab Ovadia de Bartenura comenta al respecto: “Todo lo que el ser humano hace hasta en su mayor intimidad está ‘descubierto’ para Él. Y el permiso está dado, es decir, que está en manos del ser humano hacer el bien y el mal, como está escrito “Mira: he dado ante ti el día de hoy: la vida y el bien; la muerte y el mal.” (Debarim – Deuteronomio 30:15)”. Y sigue citando al RaMBaM, “Toda acción humana, lo pasado y lo que se hará en el futuro, todo es sabido por Él, y no por eso debes decir: por cuanto el Santo Bendito Él sabe todo lo que hará el ser humano, luego el será responsable por su accionar, de que sea justo o malvado, porque la posibilidad está en sus manos, de hacer lo bueno y lo malo, y no hay nada que lo obligue/fuerce a ello”.
                Les pido me acompañen en un breve abordaje sobre este tema.

                Llama la atención la facilidad que tenemos para deslindar responsabilidades, echar culpas en otros, en lugar de asumir la parte que nos toca en este ‘juego’ que llamamos ‘vida’.
                La Torá nos dice “…la vida y la muerte he dado ante ti, la bendición y la maldición… Habrás de elegir la vida…” (Debarim 30:19). Algunos podrán decir que este ‘juego’ son fichas de dominó puestas en filas, que cuando uno da el primer movimiento todo se desencadena irremediablemente. A mi me parece más un juego de naipes, donde dentro de la baraja tenemos diversas opciones y es cada ‘jugador’ el que elige su forma de jugar.
                Supongo que muchas veces no somos concientes de lo que desencadenamos con lo que hacemos y decimos, pero asimismo, en la mayoría de los casos tenemos la chance de volver a ‘repartir’ y comenzar una nueva partida.
                Nuestra palabra, que tantas veces empeñamos en conversaciones vanas, es la misma con la cual Dios crea el mundo, y es la misma con la cual el ser humano le da nombre a las creaturas, como lo leemos en el Bereshit – Génesis. Incluso cuenta el Midrash[ii] que el ser humano le puso su nombre a Adon-i, nombrándolo como “el señor de todas las creaturas”. Ahí tenemos un aspecto a cuidar y hacernos responsables: las palabras que empleamos.

                Es inevitable para mi asociar el libre albedrío/libre elección con la responsabilidad. Parece un juego de palabras, que en hebreo tiene sentido. ‘Responsabilidad’ se dice “ajraiut אחריות” y ‘Otro’ se dice “ajer אחר”. Saber que lo que nos hacemos a nosotros mismos es probable que se lo hagamos a los demás, o que afecte a los demás. Es ahí donde el concepto de pasarle responsabilidades a los ‘otros’ (ser humano, Dios, mundo, destino, fatalidad, excusas, etc.) no alcanza. Un ejemplo chiquito de esta idea: No estudiar para un examen y luego responsabilizar a otros por salir mal:“mamá, la profesora me tiene bronca…” suena infantil.
                Ahora busquemos un ejemplo bíblico clásico: Entre tantos, vayamos a Bereshit, y encontrémonos con la situación ‘perfecta[iii]’ en la que se hallaba el ser humano en el Jardín del Edén: no trabajaba, no sufría enfermedades, no moría. Y tenía una sola regla: no comer del árbol del bien y del mal. En ese momento aparece la ¿malvada? serpiente y lo induce a comer del fruto prohibido. ¡Claro! Es culpa de la serpiente, del otro. Qué fácil se resuelve, el hombre dice que fue la mujer; la mujer dice que fue la serpiente, y así nos vamos ‘pasando la pelota’ unos a otros. Entonces, otro aspecto a atender podría ser tener cuidado con lo que o a quien escuchamos, de quienes tomamos ejemplo y consejo.

                Dice mi Rab Damián Karo “Ser responsable es poder responder por las propias elecciones. Si elegimos libre y concientemente el resultado siempre será positivo…”[iv]
                Y puede llegar a ser así. Si cada uno de nosotros meditara la siguiente acción que va a realizar, pensando si uno está siendo fiel a lo que cree con eso que va a hacer, teniendo en cuenta a los demás, a ese ‘otro’ con quien nos cruzamos en esta vida.
                Podríamos buscar un cambio, y de este modo dejar de tercerizar nuestra responsabilidad.

                En definitiva, me resulta más agradable al intelecto pensar, siguiendo la opinión del RamBaM, que cada uno elige lo que hace[v]. Sin responsabilizar a nadie por nuestras elecciones, siquiera a Dios (y no por esto disminuye Su Grandeza).
                ¿Tenemos que elegir? Si vamos por la opción del “sí”, debemos responsabilizarnos y elegir.
                Seguir esclavizados, en la estrechez de un Egipto que no elegimos, haciendo ladrillos y adorando falsos ídolos. Es una posibilidad, válida por cierto. Pero te propongo que sea tu elección, no la de otros.
                Espero te haga feliz elegir otras opciones de las que se nos ofrecen, una elección personal, plena y conciente.
                Quizás nos interese la posibilidad de ser parte de un pueblo que elige mantener su identidad viva y pujante a través de los milenios. Ahí te acompaño. El Rab Edery dice: “El ser humano no ejercita su libre albedrío enfrentándose a un mundo de valores neutrales[vi]”. Y agrego yo un pedacito de un Salmo que leemos y cantamos Shabat por la mañana “Los preceptos de Adon-ai con su pureza, iluminan los ojos[vii]”.

                Al fin y al cabo, elijas lo que elijas, vas a estar acompañado. Como dice el Talmud, “por el camino que el ser humano desea ir es acompañado[viii]”.

Meir Szames
Seminarista

Para Javier Efrón, de quien disfruto su amistad sincera y que en una charla hace años me enseñara la Mishná que encabeza este escrito.




[i] En hebreo: הכל צפוי והרשות נתונה ובטוב העולם נדון והכל לפי רוב המעשה
[ii] Bemidbar Raba, Parashat Jukat 19: 3
[iii] El RaMBaM dice que Adam antes de su desobediencia era perfecto. Ver Guía de los Descarriados, Primera Parte, Capitulo II
[iv] Rabino Damián Karo, VIVIR SIN ETIQUETAS, 1a ed., Buenos Aires, Ediciones B, 2013. Pág. 61
[v] Ver Mishné Torá, Hiljot Teshuva, en especial Capítulo 5 Halajá 2.
[vi] Rabino Marcos Edery, Libro de Deuteronomio, 2a ed. 5754-1994, Editorial Sinaí, Tel Aviv, Israel. Comentario a Debarim 30:19 pág. 242
[vii] Salmos 19:9. En hebreo ""מצות יקוק ברה מאירת עינים Explican los comentaristas que se refiere a los “ojos espirituales”
[viii] ״בדרך שאדם רוצה לילך בה מוליכין אותו״ (מכות י ע״ב)