17.9.18

Iom Kipur 5779 - “Encuesta: ¿Cuál es el castigo que le corresponde al pecador?”

בס'ד

En esta época del mundo, dónde todo se maneja por estadísticas y encuestas ¿Qué pasaría si le preguntáramos a las distintas partes de nuestra literatura tradicional qué hacer con los transgresores, con aquellos que podría irles mal en estos días de juicio?
El Talmud hace ese ejercicio.

Rabí Pinjas explicó:
Así está escrito en Tehilim (Salmos 25:8): “Bueno y recto es Adonai, por eso enseña a los pecadores el camino” ¿Por qué es bueno? Porque es recto (iashar).
*Le preguntaron a la Torá: HaJoté/el pecador - ¿Cuál es su castigo/onesh? Les respondió: Que traiga un korbán (ofrenda/sacrificio) y lo expiaremos.
 *Le preguntaron a la Nebuá (Profecía): El pecador - ¿Cuál es su castigo? Les respondió: “El alma que peca, ha de morir” (Iejezkel-Ezequiel 18:4).
*Le preguntaron a David: El pecador - ¿Con qué lo castigamos? Les dijo: “Cesen los pecadores de la tierra, y los inicuos no sean más...” (Tehilim 104:35).
*Le preguntaron a la Jojmá (Sabiduría): El pecador - ¿Cuál es su castigo? Les respondió: “El mal persigue a los pecadores...” (Mishlei-Proverbios 13:21).
*Le preguntaron al Kadosh Baruj Hu: El pecador - ¿Cuál es su castigo? Les dijo: יעשה תשובה - Que haga Teshuvá, y Yo lo recibo, como está escrito: “טוב וישר ה - Bueno y recto es Adonai”[1].

El sabio hace un recorrido por distintas partes del Tanaj (Biblia), y expone versículos que representen la opinión de ese tipo de literatura. Y luego, trae “la opinión” de Dios. Mucho más simple que las ofrendas y sacrificios, mucho menos grave que la pena de muerte, mucho menos persecutoria que las demás: La persona hace Teshuvá y se terminan sus problemas, se limpian sus errores y transgresiones. Esa es la opinión atribuida a Dios.
La pregunta que surge de esto es si realmente es más liviana la Teshuvá que el resto de las opciones.
La respuesta no será unívoca.

La Teshuvá implicará dejar de lado el camino errado, y el convencimiento profundo e interno de que no se volverá al mal camino, y no solamente las demostraciones externas de la Teshuvá, como serían el ayuno y la tefilá (oración).
En este día de Kipur, diremos por tercera vez en el Unetane Tokef “Pero la Teshuvá (arrepentimiento), la oración y la justicia/tzedaká atenúan la severidad de nuestro veredicto”.

¿Qué chances reales tenemos de hacer un Teshuvá completa? ¿Quién podrá defendernos de nuestros errores?
Viene el Midrash y dice:
Dijo Rabí Pinjas HaCohen Bar Jama: El Kadosh Baruj Hu no quiere condenar a ninguna criatura, como está dicho: “Por cuanto Yo no me complazco en la muerte del que muere, dice Adonai Elohim, ¡vuelvan y vivan!” (Iejezkel 18:32)... ¿Y cómo demuestra su deseo por justificar y salvar a Sus criaturas? … Tienes que saber que en el momento que las criaturas transgreden a propósito, con intención de enojarLo, y Él se enoja, ¿Qué hace el Kadosh Baruj Hu? Busca y les consigue un defensor (Sanegor), que hable a favor de ellos, de sus méritos, y Él allana y abre el camino delante del Sanegor[2].

Es decir, cada vez que nos tropezamos en nuestro camino, cada vez que nos equivocamos, cada vez que lo hacemos con o sin intención, Dios va a abrirnos las puertas de la Teshuvá, para corregir y enderezar nuestro camino. El nos va a conseguir un abogado defensor de nuestros méritos.

Parte de la solución será ser valientes y dominar nuestros impulsos, conductas e instintos, como dice el Pirkei Avot[3]: “¿Quién es el valiente-Guivor? El que logra dominar sus pasiones”. El que domina su ‘ietzer’, el que logra hacer lo que tiene que hacer por más que le sea difícil será considerado un héroe.
No queremos un Superman o un Batman, no un superhombre, sino que Dios quiere que seamos personas de carne y hueso, con debilidades y fortalezas, que sepamos darnos cuenta cuando nos desviamos del buen camino, y sepamos aprender de nuestros errores.
Si aprendemos de nuestros errores, de las piedras del camino, y logramos salir adelante, habremos logrado la tan famosa Teshuvá.
Esos son los resultados de la encuesta, que cada uno tome nota, y actúe en consecuencia.

¡Gmar Jatimá Tová!
Rabino Meir Szames



[1] Talmud Ierushalmi, Masejet Makot, 2:7 (7a)
[2] Midrash Tanjuma, Vaierá 8
[3] Pirkei Avot 4:1

2.9.18

ROSH HASHANA 5779 - SALAJTI KIDBAREJA


בס'ד

Un tema central en estas fechas, que comienzan un mes antes de Rosh HaShaná, con el comienzo del mes de Elul, y hasta ya pasado Iom Kipur, es la Teshuvá, acción que engloba conceptos como perdón, arrepentimiento, reconciliación y mejoramiento de nuestras acciones y actitudes, entre otros significados que le da nuestra Tradición a la Teshuvá.
Me quiero ocupar de una de estas facetas: La reconciliación ¿Cómo instrumentamos la Teshuvá en este sentido? ¿Cómo logramos recomponer relaciones descompuestas?
En estos días, repetiremos la frase de la Torá, que a su vez forma parte de nuestra liturgia y Tefilot de Iamim Noraim “Salajti Kidbareja / Dijo Adonai: “He absuelto según tu palabra” (Bemidbar-Números 14:20).
¿Cómo logramos el perdón de la otra persona? ¿Cómo logramos perdonar?
Un relato del “Iehudí HaKadosh” de Pshisja (Yaakov Yitzchak Rabinowicz; 1766–1813), nos puede ayudar a entender un modo de instrumentar la reconciliación.
El Iehudí HaKadosh dijo una vez:
Cuando era un niño, y aprendía el abecedario hebreo con un maestro, adquirí para mí un gran aprendizaje, y fue este: Cuando dos personas se sientan juntas a beber una copa, y cada uno de ellos se deja de lado a sí mismo por su prójimo, y no se ve a sí mismo superior al otro, entonces Dios les perdona a ellos todas sus transgresiones. Y esto lo aprendí cuando estudiaba el alef-bet (abecedario hebreo), al preguntarle a mi profesor:

- ¿Qué es este puntito?
Y me respondió: -Es una letra ‘iud’ (decima letra del abecedario hebreo י).
Y le volví a preguntar: - ¿Y qué son aquellos dos puntos יי?
Y me respondió: -Dos letras ‘iud’ son el Nombre Santo de Dios Bendito Sea.

Y a partir de eso, cada vez que veía los dos puntos (:) que separan un versículo del Tanaj (Biblia) del otro, pensaba que también era el nombre de Dios, y allí me dijo mi maestro:
-Aprende este principio general para ti: Si están escritas las dos letras ‘iud’ rectas, las dos letras en una posición equivalente, y no una sobre la otra, ese es el nombre de Dios; pero cuando veas que una está encima de la otra (dos puntos :), no se trata del nombre de Dios, sino simplemente de dos puntos.
Y de esto aprendí, que cuando dos personas vienen juntas, y ninguna de las dos se cree a sí mismo superior a la otra persona, ellos dos son considerados como si representaran el nombre santo de Dios.
Ahora ¿De dónde sale esto de la copa (kos כוס)? ¿De dónde lo aprendemos? “Kos” son las tres primeras letras del versículo que dice “Vaiomer salajti kidvareja”, pero todavía nos faltaría para completar el versículo la palabra “Adonai” luego de “Vaiomer”, y eso lo completan las dos personas que vienen juntas a tomar una copa del modo que ya mencionamos, de igual a igual, ellos dos completan el versículo con el nombre de Dios, y así completamos el versículo como corresponde “Vaiomer Adonai salajti kidvareja - Dijo Adonai: He absuelto según tu palabra”.

De este relato que refleja la visión de un niño, inocente, podemos aprender y tomar la iniciativa, en estos días que cambiamos de año, intentar revisar nuestras acciones, y tomarnos un café con la gente que queremos y, quizás, pudimos habernos alejado, por acción u omisión. Será seguramente este modo una forma para llenar nuestras vidas de santidad y de Presencia Divina.

Les deseo a todos un año de crecimiento personal, familiar y comunitario, en Torá y Mitzvot, un año lleno de momentos felices y compartidos con la gente que queremos.

SHANA TOVA UMETUKA

Rabino Meir Szames