12.5.25

La cuenta del Omer y la nueva ofrenda

 BS'D

Sefirat HaOmer veMinjá jadashá[1]


 

En los libros sagrados han aludido, a la relación entre la cuenta (sefirá) de siete semanas del Omer, y la cuenta de los Sheva nekiim, de los siete días limpios de la zavá (ver glosario). El asunto del “siete” es una construcción espiritual (binián harujaniut shelmata). [...]

 

La explicación de este asunto es que la impureza de la zavá es un asunto muy fino, que se va a través de la teshuvá, y por esto necesita los siete días limpios, porque la forma de fortalecerse es con el paso del tiempo, así quien desea salir de la impureza (tumá) a la santidad (kedushá) requiere una revisión continua y multiplicada. Esta es la definición de la cuenta de ‘siete limpios’, es decir, días que estén limpios totalmente de todo residuo (סיג escoria) de impureza, y deben ser seguidos e ininterrumpidos ya que si aparece en el medio de ellos un poquito de impureza, debe comenzar nuevamente la cuenta. Solamente así se puede esperar construir un edificio fuerte y completo de una espiritualidad sólida.

 

USfartem Lajem (y contarán para ustedes)

 

En la redención de Mitzraim entendemos que se trata de la salida del reshut ajeret al reshut HaKadosh Baruj Hú (dominio de H’), se precisó en el ascenso hacia la santidad superior (kedushá elioná) del momento de la entrega de la Torá en el Monte Sinaí de la cuenta de siete veces siete, para revisar y mirar profundamente cada día, no sea cosa que haya vuelto a penetrar nuevamente la impureza por alguna grieta del corazón. Esto está aludido en Ketuvot 72aוספרה לה Y contará para ella” (Vaikrá 15.28), para ella misma… y la halajá que se aprende de eso es conocida, que ella es creíble sobre sí misma (נאמנת על עצמה)[2]. El sentido de esta ley está en su misma raíz, ya que la bediká/revisión debe ser dentro de ella misma, en su interior (su pnimiut). Algo similar encontramos respecto a Sefirat HaOmer cuando se nos dice “usfartem Lajem וּסְפַרְתֶּם לָכֶם- y contarán para ustedes” (Vaikrá 23.15[3]). Allí figura מִמׇּחֳרַת הַשַּׁבָּתעַד מִמׇּחֳרַת הַשַּׁבָּת הַשְּׁבִיעִת תִּסְפְּרוּ חֲמִשִּׁים יוֹם[4] , y se equivocaron sobre esto los tzdukim que explicaban que Sefirat HaOmer siempre comenzaba el iom rishón de la semana (sábado a la noche). Otra aparente dificultad que contiene el versículo es que el primer “Ha-Shabat” es explicado como “iom tov”, y el último como “shavua-semana”, y en el Talmud (Menajot 65-66) se demuestra con claridad que solamente se puede explicar según la tradición de Jazal (nuestros sabios) que Sefirat HaOmer comienza al día siguiente del primer Iom Tov de Pesaj, pero requiere profundización, ¿Por qué no fue escrito con simpleza en lugar de Shabat>Jag (festividad), y en lugar del otro Shabat>Shavua (semana)? Pero está claro que la Torá hace alusión con eso al contenido del asunto, y la palabra “Shabat” hace alusión a השבתת הטומאה (Hashbatat HaTumá= supresión, disolución, detención, dejar de lado la impureza), como sobre la Zavá se entiende que tiene que estar segura cada día que se ha ido de ella la impureza para poder seguir contando hacia adelante.

 

Korbán HaOmer

 

El asunto de la ofrenda del Omer tiene como función[5] según la Halajá venir a permitir la nueva cosecha (Jadash[6]), y se define esto en su sentido simple que el judío debe darle lo primero que cosecha a H’, y a través de eso, el resto de la cosecha queda liberada para ser consumida según la necesidad de la persona. Pero, el lado interno de la mitzvá del Korbán HaOmer viene a enseñarnos que nosotros debemos utilizar este mundo solamente como un instrumento para servir a Dios (Avodat Hashem), ya que todo el mundo completo es para Hashem itbaraj, y solamente nos está permitido usarlo para su avodá/servicio. Esa es la definición interior de “mimejorat hashabat”, detener el dominio de la impureza del mundo, y cuando tenemos éxito en despertar dentro nuestro la inspiración (sheifá) de devolver todo hacia Él, entonces la persona debe revisar todos los días que no se perdió ni un poco del punto de inspiración y anhelo puro de ascender/Aliá.

 

La explicación de los dos panes de proposición (Shtei HaLejem[7]) que la Torá ordenó traer en la festividad de Shavuot es la consecución del nivel de Kabalat HaTorá (poder recibir la Torá). Por eso es llamado “Minjá Jadashá - ofrenda nueva” (Vaikrá 23.16), ya que cada logro es un escalón/nivel/madregá absolutamente nuevo, otro mundo realmente, en relación con el escalón anterior/que está por debajo, sobre los asuntos de este mundo está escrito “ein jadash tajat hashamesh[8]-no hay nada nuevo bajo el sol (Kohelet 1.9), ya que aquí no hay posibilidad de algo nuevo. Todos los deseos son lo mismo, y todos los logros materiales son una misma cosa (midá)/corresponden al mismo nivel. Cuando la persona persiste en su deseo, llegará a ser para ella algo despreciable/repugnante, pero en su apetito se olvidará de lo anterior y lo considerará para ella como una novedad. Este asunto es una gran revelación y una advertencia que nos aclara la verdad de la emuná y la dulzura de Avodat Hashem. Ya que en espiritualidad (rujaniut) cada punto de ascenso sitúa a la persona en un mundo nuevo que no tiene equiparación ni por asomo a lo anterior a esta situación, ni con respecto a la vivencia/experiencia de cualquier otro ser humano. Esta Nekudat HaBejirá/el punto de elección que se revela ante él en este momento le es dada para su avodá en un punto que no se le dio ni se le dará a otra creatura. Porque para la bejirá habrá un objetivo distinto a cada momento, que podrá ser completada solamente por esta persona dentro de toda la Creación, y esta persona y ninguna otra, a través de su libre elección que se renueva ahora. Y esto es lo que la Torá llama “Minjá Jadashá” que alcanzamos después de detener a la impureza con la avodá depurada y refinada[9].

 

 

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“Glosario”

Sefirat HaOmer: es la cuenta diaria de los 49 días que transcurren entre la festividad de Pesaj y Shavuot, comenzando la segunda noche de Pesaj. Este período conecta simbólicamente la salida de Egipto (liberación física) con la entrega de la Torá en el monte Sinaí (liberación espiritual). La cuenta se realiza cada noche con una bendición específica, y tradicionalmente es un tiempo de introspección y crecimiento personal.

Zavá - Zav

 "זב" (zav): Un zav es un varón que presenta una secreción genital anormal, distinta de la eyaculación normal. Según la Torá, este flujo lo convierte en ritualmente impuro (tamé). Fuente: Vaikrá/Levítico 15:1-15 (Parashat Metzorá)

 

"זבה" (zavá): es una mujer que tiene un sangrado vaginal fuera de su período menstrual habitual (nidá), en un momento del mes en que no se espera la menstruación.

Fuente: Vaikrá/Levítico 15:25-30

 

Sheva nekiim - siete días “limpios”:

Los שבעה נקיים, “siete días limpios”, son siete días consecutivos en los que la mujer no ve sangre y se revisa a sí misma diariamente para asegurarse de estar limpia de sangrado. Solo después de estos siete días puede sumergirse en la mikve y quedar pura ritualmente.

¿Cuándo comienzan los שבעה נקיים?

Empiezan después de que cesa el sangrado.

La mujer debe realizar una "hefsek tahará" (revisión para confirmar que el sangrado terminó), usualmente con una bediká (revisión interna con un paño blanco) antes del atardecer. Si esa revisión es válida, al día siguiente comienza a contar los שבעה נקיים.

 

Teshuvá - volver al camino de H’, mejorar un aspecto de nuestro ser respecto a nuestro servicio a H’.



[1] Mijtav Me-Eliahu, tomo 2, páginas 24-25. Traducción Meir Szames

 

[2] Y lo mismo pasa con el Zav “וספר לו”- para él…

 

[3] וּסְפַרְתֶּם לָכֶם מִמׇּחֳרַת הַשַּׁבָּת מִיּוֹם הֲבִיאֲכֶם אֶת־עֹמֶר הַתְּנוּפָה שֶׁבַע שַׁבָּתוֹת תְּמִימֹת תִּהְיֶינָה׃

 

[4] Vaikrá 23, 15 y 16:

וּסְפַרְתֶּם לָכֶם מִמׇּחֳרַת הַשַּׁבָּת מִיּוֹם הֲבִיאֲכֶם אֶת־עֹמֶר הַתְּנוּפָה שֶׁבַע שַׁבָּתוֹת תְּמִימֹת תִּהְיֶינָה׃

עַד מִמׇּחֳרַת הַשַּׁבָּת הַשְּׁבִיעִת תִּסְפְּרוּ חֲמִשִּׁים יוֹם וְהִקְרַבְתֶּם מִנְחָה חֲדָשָׁה לַה’׃

15 y habréis de contar vosotros desde el día siguiente de la festividad: desde el día en que hayáis traído el Homer para mecerlo, siete semanas completas, habrán de ser.

16 Hasta el día siguiente de la séptima semana, habréis de contar cincuenta días y ofreceréis una ofrenda nueva ante Adonai.

[5] Era una ofrenda de cebada nueva que se traía al Templo en el segundo día de Pésaj (16 de Nisán). Esta ofrenda “habilitaba” el consumo del grano nuevo (Jadash) en todo Israel. Hasta ese momento, solo se podía consumir “iashán” (grano viejo, que echó raíces antes de esa fecha).

 

[6] Jadash se refiere al grano (trigo, cebada, espelta, avena y centeno) que echó raíces después del 16 de Nisán. Según la Torá, está prohibido comerlo hasta que se traiga el Korbán HaOmer (la ofrenda del Omer).

 

[7] שתי הלחם son dos panes especiales de jametz (con levadura) que se ofrecían en el Templo en Shavuot. Eran únicos porque:

-Eran de trigo y fermentados (a diferencia de la mayoría de las ofrendas que eran matzá).

-Se ofrecían junto con sacrificios de paz (שלמי חגיגה).

-Simbolizaban la cosecha de trigo y la santificación del trabajo humano.

También tienen un sentido espiritual: marcar el paso de Pésaj (cebada, comida animal) a Shavuot (trigo, comida humana), elevando lo material.

 

[8] וְאֵין כׇּל־חָדָשׁ תַּחַת הַשָּׁמֶשׁ

 

[9] עבודה צרופה ומזוקקת.

 El término עבודה en este contexto suele referirse al trabajo interior o servicio a Dios (avodat Hashem).

צרופה implica algo fundido o purificado mediante fuego, es decir, depurado.

מזוקקת implica una refinación aún más sutil, como la destilación de lo más puro.