17.3.23

El tiempo de nuestra liberación - Pesaj

BS’D

 

El tiempo de nuestra liberación[1]

(Del libro Mijtav Me-Eliahu)

 

 

Si el Kadosh Baruj Hu no hubiera sacado a nuestros antepasados de Egipto (Mitzraim), nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos todavía seríamos esclavos de Paró en Mitzraim.

(De la Hagadá de Pesaj)

 

Cada asunto y cada cosa que se nos presenta tiene un contenido interior (תוכן פנימי), y aquella persona que mira las cuestiones con una mirada interior lo ve todo, sobre todo el contenido espiritual (התוכן הרוחני) de las cosas. El asunto del exilio (גלות) le parece a la persona exterior (אדם החיצוני) principalmente como un exilio corporal (גלות הגוף), pero la persona espiritual (האדם הרוחני הפנימי) ve en el exilio corporal solamente una consecuencia, y la causa/el motivo (סיבה) real lo encuentra en el exilio espiritual (גלות הנפש), es decir, vivir bajo el gobierno del ietzer ha-rá - el instinto del mal. Este es el modo en el que hablaron nuestros Sabios sobre el asunto del exilio al establecer en la Hagadá la bendición “por nuestra redención y la liberación de nuestra alma”[2].

 

 

El exilio de Egipto (Galut Mitzraim)

 

El exilio de Mitzraim posee una categoría especial dentro del exilio espiritual que es el dominio del ietzer. Como dicen nuestros Sabios: Rabí Meir observaba el nombre (Ioma 83b). ¿Qué significa? Que era puntilloso en el análisis del nombre de las personas para entender sus características. Este asunto está basado en que desde el Cielo es establecido como será llamada la persona, con un nombre que está basado en lo que son sus atributos (מידות) y su carácter (אופי). Y en este asunto, no hay duda que esto es así respecto a los nombres que aparecen en la Torá y los demás libros sagrados. El nombre Mitzraim viene de la raíz lingüística M-TZ-R (מצרים-מצר), que podemos traducir como דוחק-aprieto, presión (como en el versículo “desde la estrechez te he llamado[3]), y también גבול-límite. Y ya está escrito que nunca un esclavo se pudo escapar de Egipto (Ver Rashí a Éxodo 18:9), y esto es una señal (סימן) respecto al gran aprieto, estrechez y la fortaleza de los límites de Mitzraim. Ya que Mitzraim es el lugar especial para el exilio en su nivel más duro y pesado, que es el exilio espiritual-galut hanefesh; ya que la impureza de Mitzraim es extremadamente fuerte, como está escrito en el Zohar[4] que el ángel ministerial (en hebreo Sar שר) de Mitzraim es el mismo ángel del Gehinom. Y se explica que cada “Sar” de una nación representa su contenido interno (תוכן פנימי), a lo cual explica el Maharal que el Guehinom es la ausencia absoluta de espiritualidad (רוחניות). Mitzraim gobernó opresivamente sobre el espíritu y las almas de Israel, como explican nuestros Sabios que (los hebreos) llegaron hasta el pórtico 49 de la impureza (מ”ט שערי טומאה), y si hubieran permanecido más tiempo allí, ya no habría para ellos solución - tikún. El rey de Egipto, Paró פרעה, pertenece a una categoría especial de bajeza, y eso está relacionado alusivamente al evento del Becerro de Oro, donde todavía la influencia profundamente impura de Mitzraim se hace presente (está dicho “Una becerra-novilla עגלה hermosa es Egipto” - Irmiahu 46:20), incluso con una referencia en el mismo hecho en Shemot 32:25: “Moshé  vio  que  el pueblo  se  había expuesto פרע, pues Aharon lo había expuesto פרעה para  oprobio  entre  los  que  se  levanten contra ellos”. Y explica Rashí que el término פרע/פרעה significa “expuesto”, “puesto al descubierto” (que vendría a significar que su mácula y su degradación habían sido expuestas). De aquí se desprende que el comportamiento de la impureza de Mitzraim es la apertura de la frontera/límite גבול al ietzer (el instinto del mal) para que pueda ingresar y expandirse a su gusto y voluntad. Este es el sentido interior de por qué a todos los reyes egipcios se los llama “Paró פרעה”.

 

Y he aquí que la Torá tiene setenta caras (Shivim Panim), lo que significa que la Torá se explica para cada uno según su raíz interna, según su parte de atributos/midot de santidad/kedushá (לפי חלקו במידות הקדושה). Las setenta caras son las setenta características en los atributos de santidad correspondientes a las raíces espirituales de la Casa de Israel (NdT: las 70 personas que bajaron a Egipto - ver Éxodo 1:5), y frente a estas setenta midot de kedushá, hay setenta midot de impureza, repartidas entre las 70 Naciones y sus Sarim (ángeles representantes)[5]. Dentro de estos atributos, Mitzraim aparece entre las peores, porque su comportamiento habitual será abrir brechas en el alma-nefesh, para lograr que el ietzer domine absolutamente la situación sin dar la posibilidad a la redención y a la salida de la servidumbre/esclavitud. En el último escalón, el 49° pórtico de la impureza, donde se está a muy poca distancia de perderse totalmente nuestra espiritualidad, en ese preciso momento nos sacó el Santo Bendito Él de las garras del gobierno de la impureza, con premura (בחיפזון). Así se puede entender claramente la afirmación de que “Si el Kadosh Baruj Hu no hubiera sacado a nuestros antepasados de Egipto (Mitzraim), nosotros, […] todavía seríamos esclavos …”, porque salir de la esclavitud de la impureza/tumá, con las características especiales de “Paró” y “Mitzraim”, no hubiera sido posible sin la Misericordia - Jesed ilimitada del Kadosh Baruj Hú.

 

 

 

¿Qué es la libertad?

 

En la fijación de un tiempo específico desde el Cielo para cualquier asunto que fuera, hay cuestiones muy profundas. Como han dicho nuestros Sabios “Para todo hay un tiempo… - Hubo un tiempo para que Adam entre al jardín del Eden, y un tiempo para que salga de allí (Kohelet Rabá 3:1). Y siguiendo esta línea de pensamiento, el asunto de “Zmán Jeruteinu - El tiempo de nuestra liberación” se trata de una oportunidad de influencia especial de liberación otorgada a cada alma judía en ese momento. Con simpleza se puede entender que cuando llega el día en el cual salimos hacia la libertad, se nos concedió una oportunidad de entender claramente en nuestros corazones como fue que logramos salir libres de bajo del dominio de una tremenda impureza como esa (de Mitzraim), y esto nos permite fortalecernos para enfrentarnos a nuestro ietzer, nuestro instinto del mal, y liberarnos de su yugo opresor BS’D, con la ayuda del Cielo. Hay que entender, este tiempo no se trata de una fecha histórica (NdT: en el sentido de una fecha en el calendario de algo que sucedió una vez en la historia-en el pasado) en la cual simplemente festejamos una festividad por una alegría que ya pasó, sino que cada año que llega, nos da la capacidad en este tiempo de luchar por la liberación de nuestras almas (חירות נפשנו).

¿Y cómo es la salida hacia la libertad? Esto está dicho expresamente por nuestros Sabios: Solamente se considera libre aquél que estudia la Torá… como está escrito (Éxodo 32:16) “las tablas eran obra de Dios, asimismo como la escritura grabada (Jarut) sobre ellas”. Léase “Jerut” (libertad) en lugar de Jarut (grabado)...” (Pirkei Avot 6:2). Las Lujot (las Tablas de la Ley) son consideradas el corazón de Israel, ya que ese corazón debe ser penetrado por la Torá, allí debe habitar la Torá, como está dicho: “Escríbelas sobre la tabla de tu corazón” (Mishlei 3:3), y lo que caracteriza la ocupación en la Torá es que toda la aspiración de la persona en todos sus esfuerzos y en todos sus asuntos no es otra que su aspiración hacia la Torá (השאיפה לתורה). Con esto se hace libre-ben jorin- de todas las aspiraciones materiales que se tornan en una esclavitud hacia el ietzer-inclinación del mal. Dijeron nuestros Sabios que quien no se ocupa cotidianamente de la Torá, es amonestado (נזוף) por Dios (Shemot Rabá 41:7). Explica el Rab Simja Zisel de Kelm que la categoría de amonestado significa que genera disgusto y desprecio, tanto así que podría considerarse que lo dejaría de tratar. ¡Y cuán terrible es entender que quien no se ocupa habitualmente de la Torá es despreciable a los ojos de Dios!

La persona no se considera libre hasta que logre eliminar de dentro suyo la esclavitud absolutamente sin dejar rastros de ella, y podemos ver esto de un modo alusivo de la prohibición del Jametz (leudo) que es equiparado al ietzer ha-rá/instinto del mal, que está absolutamente prohibido en Pesaj en cualquier medida que sea.

¡Ojalá que H’ nos dé el privilegio/zejut de salir hacia la libertad verdadera con la fuerza de nuestra Sagrada Torá!

 

 

 

 

 

 

 

El texto original del Mijtav Me-Eliahu del Rab Dessler es en hebreo, la traducción es del Rabino Meir Szames.



[1] זמן חרותנו ח״ב עמ׳ 17-19

[2] על גאולתנו ועל פדות נפשנו (Bendición previa a la segunda copa del Seder de Pesaj)

[3] מן המצר קראתי…

[4] זוהר ח״ב י״ח.

[5] Explicación según lo que estudié sobre esto: El Pueblo de Israel estuvo formado primeramente por 70 almas, Iaacov nuestro Patriarca y su familia, y las características de esas 70 personas, son las que en conjunto hacen al Pueblo Judío lo que es, con sus buenos atributos, atributos de santidad. Frente a eso, las setenta naciones (que representan a como estaba dividido el mundo según la Torá), poseen cada una, un atributo de impureza, que da esa suma de 70 contra 70. A su vez, el Sar, el ángel que representa a cada nación, implica que ese Sar la defiende y representa en los asuntos celestiales. Cómo ejemplo para aquellos acostumbrados a este tipo de literatura, Iaacov pelea contra un ángel en Génesis 32:25 y sigs., y ese ángel era el Sar de Esav, es decir, va a ser el representante de esa nación.

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