BS’D
El tiempo de
nuestra liberación[1]
(Del libro Mijtav Me-Eliahu)
Si el Kadosh Baruj Hu no hubiera sacado a nuestros
antepasados de Egipto (Mitzraim), nosotros, nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos todavía seríamos esclavos de Paró en Mitzraim.
Cada asunto y cada cosa que se nos presenta tiene un
contenido interior (תוכן פנימי),
y aquella persona que mira las cuestiones con una mirada interior lo ve todo,
sobre todo el contenido espiritual (התוכן הרוחני) de las cosas. El asunto del exilio (גלות) le parece a la persona exterior (אדם החיצוני) principalmente como un exilio corporal (גלות הגוף), pero la persona espiritual (האדם הרוחני הפנימי) ve en el exilio
corporal solamente una consecuencia, y la causa/el motivo (סיבה) real lo encuentra en el exilio espiritual
(גלות
הנפש),
es decir, vivir bajo el gobierno del ietzer ha-rá - el instinto del mal.
Este es el modo en el que hablaron nuestros Sabios sobre el asunto del exilio
al establecer en la Hagadá la bendición “por nuestra redención y la liberación
de nuestra alma”[2].
El exilio de
Egipto (Galut Mitzraim)
El exilio de Mitzraim posee una categoría especial dentro
del exilio espiritual que es el dominio del ietzer. Como dicen nuestros
Sabios: Rabí Meir observaba el nombre (Ioma
83b). ¿Qué significa? Que era puntilloso en el análisis del nombre de las
personas para entender sus características. Este asunto está basado en que
desde el Cielo es establecido como será llamada la persona, con un nombre que
está basado en lo que son sus atributos (מידות) y su carácter (אופי). Y en este asunto, no hay duda que esto
es así respecto a los nombres que aparecen en la Torá y los demás libros
sagrados. El nombre Mitzraim viene de la raíz lingüística M-TZ-R (מצרים-מצר), que podemos traducir como דוחק-aprieto, presión (como en el versículo “desde
la estrechez te he llamado…[3]), y también
גבול-límite. Y ya está
escrito que nunca un esclavo se pudo escapar de Egipto (Ver Rashí
a Éxodo 18:9), y esto es una señal (סימן) respecto al gran aprieto, estrechez y la
fortaleza de los límites de Mitzraim. Ya que Mitzraim es el lugar especial para
el exilio en su nivel más duro y pesado, que es el exilio espiritual-galut
hanefesh; ya que la impureza de Mitzraim es extremadamente fuerte, como
está escrito en el Zohar[4] que el
ángel ministerial (en hebreo Sar שר)
de Mitzraim es el mismo ángel del Gehinom. Y se explica que cada “Sar” de una
nación representa su contenido interno (תוכן פנימי), a lo cual explica el Maharal que el
Guehinom es la ausencia absoluta de espiritualidad (רוחניות). Mitzraim gobernó opresivamente sobre el
espíritu y las almas de Israel, como explican nuestros Sabios que (los hebreos)
llegaron hasta el pórtico 49 de la impureza (מ”ט שערי טומאה), y si hubieran permanecido más tiempo
allí, ya no habría para ellos solución - tikún. El rey de Egipto, Paró פרעה, pertenece a una categoría especial de
bajeza, y eso está relacionado alusivamente al evento del Becerro de Oro, donde
todavía la influencia profundamente impura de Mitzraim se hace presente (está
dicho “Una becerra-novilla עגלה
hermosa es Egipto” - Irmiahu
46:20), incluso con una referencia en el mismo hecho en Shemot
32:25: “Moshé vio que el
pueblo se había expuesto פרע, pues Aharon lo había expuesto פרעה para
oprobio entre los
que se levanten contra ellos”. Y explica Rashí que
el término פרע/פרעה significa “expuesto”, “puesto al
descubierto” (que vendría a significar que su mácula y su degradación habían
sido expuestas). De aquí se desprende que el comportamiento de la impureza de
Mitzraim es la apertura de la frontera/límite גבול al ietzer (el instinto del mal)
para que pueda ingresar y expandirse a su gusto y voluntad. Este es el sentido
interior de por qué a todos los reyes egipcios se los llama “Paró פרעה”.
Y he aquí que la Torá tiene setenta caras (Shivim Panim), lo
que significa que la Torá se explica para cada uno según su raíz interna, según
su parte de atributos/midot de santidad/kedushá (לפי חלקו במידות הקדושה). Las setenta
caras son las setenta características en los atributos de santidad
correspondientes a las raíces espirituales de la Casa de Israel (NdT: las 70 personas que bajaron a Egipto -
ver Éxodo
1:5), y frente a estas setenta midot de kedushá, hay
setenta midot de impureza, repartidas entre las 70 Naciones y sus Sarim
(ángeles representantes)[5]. Dentro
de estos atributos, Mitzraim aparece entre las peores, porque su comportamiento
habitual será abrir brechas en el alma-nefesh, para lograr que el ietzer
domine absolutamente la situación sin dar la posibilidad a la redención y a la
salida de la servidumbre/esclavitud. En el último escalón, el 49° pórtico de la
impureza, donde se está a muy poca distancia de perderse totalmente nuestra
espiritualidad, en ese preciso momento nos sacó el Santo Bendito Él de las
garras del gobierno de la impureza, con premura (בחיפזון). Así se puede entender claramente la
afirmación de que “Si el Kadosh Baruj Hu no hubiera sacado a nuestros
antepasados de Egipto (Mitzraim), nosotros, […] todavía seríamos esclavos …”,
porque salir de la esclavitud de la impureza/tumá, con las
características especiales de “Paró” y “Mitzraim”, no hubiera sido posible sin
la Misericordia - Jesed ilimitada del Kadosh Baruj Hú.
¿Qué es la
libertad?
En la fijación de un tiempo específico desde el Cielo para
cualquier asunto que fuera, hay cuestiones muy profundas. Como han dicho
nuestros Sabios “Para todo hay un tiempo… - Hubo un tiempo para que Adam entre
al jardín del Eden, y un tiempo para que salga de allí (Kohelet
Rabá 3:1). Y siguiendo esta línea de pensamiento, el asunto de “Zmán
Jeruteinu - El tiempo de nuestra liberación” se trata de una oportunidad de influencia
especial de liberación otorgada a cada alma judía en ese momento. Con simpleza
se puede entender que cuando llega el día en el cual salimos hacia la libertad,
se nos concedió una oportunidad de entender claramente en nuestros corazones
como fue que logramos salir libres de bajo del dominio de una tremenda impureza
como esa (de Mitzraim), y esto nos permite fortalecernos para enfrentarnos a
nuestro ietzer, nuestro instinto del mal, y liberarnos de su yugo
opresor BS’D, con la ayuda del Cielo. Hay que entender, este tiempo no se trata
de una fecha histórica (NdT: en el
sentido de una fecha en el calendario de algo que sucedió una vez en la
historia-en el pasado) en la cual simplemente festejamos una festividad por
una alegría que ya pasó, sino que cada año que llega, nos da la capacidad en
este tiempo de luchar por la liberación de nuestras almas (חירות נפשנו).
¿Y cómo es la salida hacia la libertad? Esto está dicho
expresamente por nuestros Sabios: Solamente
se considera libre aquél que estudia la Torá… como está escrito (Éxodo
32:16) “las tablas eran obra de Dios, asimismo como la escritura grabada
(Jarut) sobre ellas”. Léase “Jerut” (libertad) en lugar de Jarut (grabado)...”
(Pirkei Avot 6:2). Las Lujot (las Tablas de la Ley)
son consideradas el corazón de Israel, ya que ese corazón debe ser penetrado
por la Torá, allí debe habitar la Torá, como está dicho: “Escríbelas sobre la
tabla de tu corazón” (Mishlei
3:3), y lo que caracteriza la ocupación en la Torá es que toda la
aspiración de la persona en todos sus esfuerzos y en todos sus asuntos no es
otra que su aspiración hacia la Torá (השאיפה לתורה). Con esto se hace libre-ben jorin-
de todas las aspiraciones materiales que se tornan en una esclavitud hacia el ietzer-inclinación
del mal. Dijeron nuestros Sabios que quien no se ocupa cotidianamente de la
Torá, es amonestado (נזוף)
por Dios (Shemot Rabá 41:7). Explica el Rab Simja Zisel de Kelm que la categoría de amonestado
significa que genera disgusto y desprecio, tanto así que podría considerarse
que lo dejaría de tratar. ¡Y cuán terrible es entender que quien no se ocupa
habitualmente de la Torá es despreciable a los ojos de Dios!
La persona no se considera libre hasta que logre eliminar de
dentro suyo la esclavitud absolutamente sin dejar rastros de ella, y podemos
ver esto de un modo alusivo de la prohibición del Jametz (leudo) que es
equiparado al ietzer ha-rá/instinto del mal, que está absolutamente
prohibido en Pesaj en cualquier medida que sea.
¡Ojalá que H’ nos dé el privilegio/zejut de salir
hacia la libertad verdadera con la fuerza de nuestra Sagrada Torá!
El texto original del Mijtav
Me-Eliahu del Rab
Dessler es en hebreo, la traducción es del Rabino Meir Szames.
[1] זמן
חרותנו ח״ב עמ׳ 17-19
[2] על
גאולתנו ועל פדות נפשנו (Bendición
previa a la segunda copa del Seder de Pesaj)
[3] מן
המצר קראתי…
[4]
זוהר ח״ב י״ח.
[5] Explicación según lo que estudié sobre esto: El Pueblo de Israel
estuvo formado primeramente por 70 almas, Iaacov nuestro Patriarca y su
familia, y las características de esas 70 personas, son las que en conjunto
hacen al Pueblo Judío lo que es, con sus buenos atributos, atributos de
santidad. Frente a eso, las setenta naciones (que representan a como estaba
dividido el mundo según la Torá), poseen cada una, un atributo de impureza, que
da esa suma de 70 contra 70. A su vez, el Sar, el ángel que representa a cada
nación, implica que ese Sar la defiende y representa en los asuntos
celestiales. Cómo ejemplo para aquellos acostumbrados a este tipo de
literatura, Iaacov pelea contra un ángel en Génesis
32:25 y sigs., y ese ángel era el Sar de Esav, es decir, va a ser el
representante de esa nación.
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