11.2.15

PARASHAT MISHPATIM Atá Ben Jorín – Sos libre

Shemot (Éxodo) 21:1 - 24: 18

                “Y éstas son las leyes que habrás de exponer ante ellos” (21.1). Ve-ele ha-Mishpatim… Así comienza la parashá de ésta semana. Una parashá hermosa, repleta de cosas para hacer, contando con la mayor cantidad de mitzvot de todo el libro de Shemot: 53. Es, a su vez, la continuación del relato de lo que ocurre en el Monte Sinaí, ya que, como explica Rashi, cuando al principio la parashá dice "Ve-ele" ‘y éstas’ viene a enseñarnos que, como los Diez Mandamientos son entregados en Sinaí, también todas "estas leyes" de Parashat Mishpatim son entregadas en Sinaí. Estas leyes incluyen muchas de las normas del derecho civil y penal del judaísmo: Esclavitud, el Shabat, responsabilidad, el robo, préstamos, fraude, idolatría, ofrendas a Dios, el falso testimonio, piedad hacia los animales, año de shmitá, festividades, sólo por citar algunas temáticas que nos ofrece ésta sección de la Torá. Todas ellas son también reveladas por Dios en Sinaí. Luego, la tradición oral (Mishná, Talmud, Halajá) reglamentará la aplicación genérica de las leyes.
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                La oreja: En el versículo siguiente, la primera ley que aparece, nos expone a un tema que a la lectura rápida llama la atención y es complejo: el esclavo hebreo. Leemos en el versículo 2 “Cuando comprares un esclavo hebreo…” ¡¿Cómo?! ¿Esclavo hebreo? Veníamos leyendo del final de la esclavitud en Egipto; del cruce del mar y la libertad física; de los Diez Mandamientos; y de repente, un esclavo hebreo. Difícil imaginar la situación y los motivos que llevan a la Torá a seguir éste orden de ideas. El posible motivo que nos da Rashi para ésta situación es, basado en el midrash, que la persona sea comprada de manos del tribunal (Beit Din) que lo vende a causa de un robo que ha cometido. Como lo detalla el texto de la Torá, ésta situación duraba como máximo seis años, ya que en el séptimo año saldría en libertad. (Hay otros motivos posibles de que una persona caiga en esa situación, los cuales son detallados en la Torá y el Talmud).
                Ahora, estas reglas sobre el “esclavo” no nos dejan de sorprender. Pocos versículos después nos dice la Torá: “5. Mas si decir dijere el esclavo: Amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no quiero salir libre. 6. Lo acercará su señor hasta los jueces, y lo acercará a la puerta o a la jamba, y perforará su señor su oreja con la lezna y lo servirá, por siempre”.
                Existía la posibilidad de que el esclavo llegase a estar cómodo y bien tratado por su amo y quisiera quedarse con él “por siempre” (Quiere decir hasta el año del יובל "Iovel" -jubileo-, trabajar hasta el "Iovel" no quiere decir trabajar 50 años, sino hasta la llegada del "Iovel", que ocurría cada 50 años). En ese caso, como lo relata el versículo citado, el amo tenía que presentarse ante una corte. Esta escuchaba la declaración insistente del esclavo y procedía a perforar su oreja. Al menos a mí, me resulta muy fuerte la imagen
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                Escucharemos: Al final de la parashá, aparece un texto muy conocido que dice: “24:7. Tomó Moshé el libro del Pacto y lo leyó a oídos del pueblo. Ellos dijeron: Todo lo que ha dicho Adonai haremos y aceptaremos (literal haremos y oiremos)”. El famoso “Naasé ve-Nishmá”. La aceptación por parte del pueblo de Israel de toda la Torá. Una vez que son entregados los Diez Mandamientos, una vez que se explican todas y cada una de las implicancias de la Ley, las mitzvot y sus particularidades, la Torá es escuchada y aceptada. Es hora de ponerse en acción.
                Lo llamativo es que la forma de aceptar que manifiesta el pueblo es escuchando.
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                La libertad: El primero de los Diez Mandamientos dice: “Yo soy Adonai, tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre”. Adonai se presenta a sí mismo como el Dios de la libertad. Dios saca al pueblo de Israel de la esclavitud, para que no sirvan más a otras personas ni a falsas deidades, y  se dediquen a servirlo a Él.

                La persona cae en condición de esclavo, por no oír. Se podría decir que no escucha los mandamientos, cuando le dicen que no debe robar, cuando Dios le dice: no tengas otros dioses.
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                Hoy por hoy: En nuestros días, la esclavitud tiene plena vigencia y, según mi humilde visión, tiene dos formas:
                1) Es la esclavitud a la que cada de uno de nosotros se somete por voluntad propia. Sin necesidad de un faraón o de alguien que nos pegue con un látigo, nos sometemos a la esclavitud de la rutina, del dinero, del trabajo, de la desidia, del “no te metas”, etc. Es lamentable, pero es lo que cada uno de nosotros elige.
                2) La más grave y humillante hacia el género humano: aún en éste posmoderno siglo 21 hay personas que son sometidas por “faraones” modernos a los mayores vejámenes y trabajos forzados, ya sea en una fábrica hacinados o en un cuartito, por ejemplo. Hasta tienen nombres propios estos asuntos: Trabajo esclavo, trata de personas, por citar algunos de los tantos nombres que recibe la esclavitud en ésta época del mundo. Esto, no lo elige nadie por propia voluntad.

                Será el trabajo de cada uno de nosotros el re-aprender:
                A escuchar.         A escuchar a un ser querido que intenta aconsejarnos.
                                               A oír esa voz milenaria de nuestra Tradición que todos los días llega hasta vos. El reclamo de cada uno de los Profetas del TaNaJ que pide por una sociedad más justa y un mundo mejor. Estar atentos para no caer y no ser cómplices mudos de las injusticias. No caer esclavos del silencio, de la paralización y del miedo.

                A saber valorar lo que tenemos. Como decimos cada mañana en Shajarit: “Baruj Atá Adonai Eloheinu Melej HaOlam she-asani Ben Jorín”, Bendito Eres Tú Adonai, Dios Nuestro, Rey del Universo, que me haces libre. No permitamos que ésta Brajá (bendición) sea en vano. Hagamos de esas palabras una realidad. Para nosotros mismos y para todos.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Meir Szames


Éstas palabras de Torá están dedicadas a la bendita memoria de Margot Kofman de Schvetz (Margalit Tikva Bat Jaim Z”L), quien en vida luchara fervientemente contra las modernas formas de esclavitud y maltrato, y que su luz sigue iluminándonos a siete años de su partida física de éste mundo. ת.נ.צ.ב.ה.