27.11.23

Juzgar generosamente a los demás

 Sobre el asunto de juzgar generosamente a los demás (Ladún Lekaf Zejut[1]).

 

Hay gente que cae en Rosh Hashana sin saber por qué le pasa eso, y esto es porque hay faltas encubiertas que pueden provocar que no recaiga sobre nosotros la misericordia (למנוע ממנו רחמים). Veamos un caso.

 

Está escrito en la Mishná (Avot 2:4): No juzgues a tu prójimo hasta que no llegues a estar en su lugar-situación[2] (למקומו). Su lugar, es decir su experiencia, su prueba, su desafío, su situación. Es decir, su misma situación de fuerzas espirituales e intelectuales, misma situación de tiempo y espacio, y en eso, cada persona difiere totalmente de la otra. Por esto, nunca va a llegar a estar en su mismo lugar, y nunca tiene que juzgar a su prójimo.

Dios mira el corazón, y la persona mira la apariencia exterior (parafrasea a Shemuel 1 - 16:7, en el pasuk está al revés[3]), solamente el Kadosh Baruj Hu es el Makom (Mekomó shel Olam) del mundo, y todas las combinaciones de las partes están en sus manos, Él es el juez-Daián. Y el ser humano, incluso Moshé Rabeinu, alav hashalom, miraría la apariencia exterior.

La obligación de la reprimenda (tojajá) es asimilable a la situación en la que el médico administra la medicina según lo que sus ojos ven/observan. Pero es imposible para una persona encontrar exactamente cuáles son los valores y sentimientos que le pertenecen a la otra persona.

Juzgar para bien, Lekaf zejut, es una mitzvá incluso en los casos y modos más alejados, raros y extraños posibles (ver Shabat 127b) porque la inclinación de ver la falla en la otra persona es tan habitual y sencilla, que la forma de reparar este error es concentrarse en el/irse al otro extremo (digo: pasar de mirar el error en el prójimo, a pensar absolutamente para bien), ver Rambam Hiljot Deot 2:2.

 

El que “se sienta en la silla del juez” para juzgar a los demás, en los Cielos se sentarán a juzgarlo a él, y le será imposible recibir el privilegio de la misericordia Divina (Rajamim).

Para que esto suceda, de tener el beneficio de los Rajamim, solamente puede ocurrir si la persona acostumbra a juzgar para bien a los demás, porque así también él será juzgado para bien. Y quien no pueda reparar esta falla personal, puede caer en el momento (de Rosh HaShaná) del juicio, y no va a saber por qué fue.


[1] Mijtav Mi-Eliahu - Tomo 5 - pág 87

[2] וְאַל תָּדִין אֶת חֲבֵרְךָ עַד שֶׁתַּגִּיעַ לִמְקוֹמוֹ

[3] כִּי הָאָדָם יִרְאֶה לַעֵינַיִם וַיהֹוָה יִרְאֶה לַלֵּבָב

21.11.23

Las velas de Januca

Las velas de Januca[1] [2] - נרות חנוכה 

 

Habitualmente, una persona se pone contenta cuando hace crecer su patrimonio. Si hoy gana dinero, se pone contenta, y si mañana gana más, se va a poner más contenta, y así sucesivamente, a medida que vaya aumentando su fortuna, irá aumentando su alegría.

Y algunos de nosotros, si nos cuentan que a nuestro amigo le va bien en los negocios, nos vamos a alegrar, pero si nos siguen contando que ganó más varias veces, las veces siguientes ya no nos vamos a alegrar tanto como la primera vez.

¿Cuál es la diferencia? Hay que considerar que, respecto a uno mismo, la persona no se acostumbra fácilmente al éxito, es por esto que su alegría aumenta más y más. Pero no ocurre lo mismo con la felicidad de los demás, la persona se acostumbra y el sentimiento de alegría disminuye paulatinamente.

Si nos miramos a nosotros mismos cuando está por llegar una festividad (jag) nos encontramos contentos, cada uno según su forma de expresar la alegría (simjat ha-jag), pero no es una alegría que vaya en aumento cada día, sino que a medida que nos acostumbramos a la festividad, nuestra alegría va disminuyendo de a poco. Pero esto no es así con nuestros guedolim (en Torá y Avodat H’). Muy por el contrario, su alegría es interior, de sus actos de profunda introspección sobre el contenido de la festividad, y a medida que se suman los días de jag, aumenta su reflexión, y se van acumulando y sumando los sentimientos acerca de la grandeza y maravillas divinas con la vivencia de la festividad y el regalo inmenso que nos da H’, y por eso van acumulando y haciendo crecer la alegría día a día. [...].

 

Una labor que disminuye y una labor que aumenta/acumulativa[3]

El asunto es que los niveles de labor espiritual (avodá) son tan distintos, como sea que haya personas con distintos niveles espirituales [NdT: es decir, infinitas posibilidades]. Hay quien tiene una avodá externa, que es “lo lishmá” o estudiada (Avodat HaNefesh[4]). Y también si la emoción y el fervor funcionan (Avodat HaRuaj), de todos modos, sigue siendo una avodá jitzonit (exterior), y el fervor (itlahabut) va disminuyendo progresivamente a medida que se va acostumbrando a ella, pero hay algunos virtuosos que logran una avodá real interior (Avodat HaNeshamá), es decir, un retorno al corazón, y su alegría/simjá en esta avodá se acumula y crece permanentemente. Así explica el Rashaz de Kelm zT”L que las impresiones del retorno al corazón se suman, es decir, que cada sentimiento se suma al anterior, y así aumenta y se multiplica, y la persona sube y sube.

Este es el asunto sobre los novillos de la festividad de Sucot (Parei HeJag) que nosotros ofrecemos como ofrenda por las umot ha-olam[5], que van disminuyendo paulatinamente (de 13 a 7 novillos /Parashat Pinjas – 29:12-34). Su labor espiritual, incluso si es dirigida hacia H’, es considerada una labor meramente externa [...]. Por esto no se puede establecer un orden ascendente en sus ofrendas (de Sucot), es decir, como los tzadikim, sino que se establece un orden descendente correspondiente a un nivel de labor exterior. Este es el debate de la escuela de Shamai y la escuela de Hilel (que figura en Shabat 21b): Los Sabios decretaron la recordación del Nes-Milagro de Janucá según el orden de la labor espiritual de los individuos especiales, un trabajo espiritual interior, es decir, correspondientes a un orden creciente de días, como establece Beit Hilel, en el que cada día el reconocimiento del Nes se va acumulando a través de un regreso hacia el corazón con una reflexión consciente día a día, así como entender lo profundo de la definición del Maalín BaKodesh (elevarse en asuntos de santidad). O quizás, como enseña Beit Shamai, que la decisión legal (de ir de 8 a 1 velas) es en consideración de la generalidad de las personas, y por eso queda como aquellas personas simples que realizan una labor espiritual exterior, y la emoción principal sucede el primer día y luego va disminuyendo progresivamente. La explicación de esto sería que mientras todavía queda mucho del jag por delante, es más respetable para nosotros, lo que no sucede en las últimas horas de la festividad, momento donde casi no sentimos nada, porque en breve ya se irá la festividad (y si realizamos un análisis sincero de nosotros mismos, puede ser que eso sea lo que sucede exactamente dentro nuestro). Este nivel es similar al de los Parei HeJag [...].

 

Avodá negativa y Avodá positiva[6]

Es dable destacar, que el debate (majloket) entre Beit Hilel y Beit Shamai es en el nivel de Mehadrín min HaMehadrín. Y del asunto que se discute, se puede ver reflejada una pregunta básica acerca del comportamiento del ser humano, en su intención de subir de su situación actual (baja) en sus cualidades respecto a Avodat H’.

La persona encuentra dos caminos por delante: Acaso debe copiar/imitar con su accionar (labor espiritual meramente externa) la costumbre de los iejidim-jasidim-meulim, incluso si sabe que en el interior de su corazón no ha llegado a ese nivel de apego espiritual. O quizás deba ser puntilloso y realizar sus acciones y conductas siempre según su exacta y verdadera estatura espiritual. Cada una de estas posturas tiene su pro y su contra, porque si realiza sus acciones como la realizan los mehadrín, se confunde en su verdadero nivel, porque finalmente se va a considerar a sí mismo como si fuera uno de los metzuianim haguedolim. Pero, por otro lado, si no hace como lo hacen los mehadrín, y no levanta su nivel aunque sea en embellecer sus acciones, haciendo las acciones del mejor modo, incluso que fueran solo exteriores, puede llegar a caer aún más, tanto en penimiut (aspecto interior) como en jitzoniut (aspecto exterior), ya que debilitar su accionar lo puede llevar arrastrado a cualidades como la dejadez/vagancia y otras cualidades desagradables.

O, por el contrario, quizás debe elegir otro camino, ya que ¿cuál es el beneficio de engañarse a sí mismo?, por el contrario, tiene que enseñarse a sí mismo a saber su poca valía, y que siempre piense en eso y se fortalezca para subir hacia arriba en el camino de la verdad (derej ha-emet). No un simple engaño. Y sobre esto discutían las escuelas de Hilel y Shamai. El que viene a mejorar en el nivel de los Mehadrín min HaMehadrín, explica Beit Shamai que necesita recordarse a sí mismo su bajeza, porque si no aumenta su aspiración hacia la penimiut irá disminuyendo progresivamente como sucede con toda labor meramente externa y aparente, como sucede con umot haolam. Y esto tiene que tenerlo presente siempre en la intimidad de su avodá, que conserve el reconocimiento de su bajeza, y el peligro terrible y amenazante que tiene delante suyo siempre.

Beit Hilel entiende todo lo contrario, a saber: la persona tiene que hacer las acciones como lo hacen los tzadikim, y que se recuerde a sí mismo de un modo positivo que debe ser de aquellos que suman y siguen, y que esto se puede lograr solamente a través de una avodá penimit (labor espiritual interior y sincera); y cuando haya necesidad de una autocrítica, para esto debe estudiar musar una y otra vez, trabajar lo que le falta en su corazón - y él lo sabe-, pero respecto al asunto de su maasé (accionar) que no disminuya por esto, porque en la práctica su avodá debe ser del modo más positivo posible sin ningún pesimismo, porque ser negativo lo puede llevar a más jisarón (faltante), lo que no sucede respecto al optimismo, que es posible que lo lleve hacia arriba.

 



[1] Mijtav Me-Eliahu, tomo 2, páginas 120-122

[2] Texto traducido y explicado por el Rab Meir Szames

[3]  עבודה פוחתת ועבודה מתוספת

[4] El Rab Dessler explica en Mijtav Me-Eliahu, tomo 5, página 13 lo siguiente:

En Avodat Hashem hay tres tipos de labor espiritual:
Avodat H’ del NEFESH: actos externos solamente.

Avodat H’ del RUAJ: actos con fervor, y a veces hay en esta avodá equivocaciones y contradicciones

Avodat H’ de la NESHAMÁ: con el retorno al corazón - hashavá el haLev-, nivel de “kol dmamá daká”, reconocer el emet dentro del corazón.

[5] Las Umot HaOlam son las 70 naciones que la Torá recuenta luego del Mabul - Diluvio

[6] עבודה שלילית ועבודה חיובית

28.3.23

Redención de Mitzraim y la redención futura - Pesaj

 

BS’D

 

Redención de Mitzraim y la redención futura[1]

(Del libro Mijtav Me-Eliahu)

 

 

“Vio Elohim que la luz era buena y estableció distinción entre la luz y entre las tinieblas.” (Génesis 1:4), de este versículo aprenden nuestros Sabios que Dios al ver la luz de los siete días de la creación comprendió que no era conveniente que la utilicen los malvados (reshaim), entonces la ocultó para los justos en el futuro por venir (ver Rashí sobre este versículo) [2]. Y cabe preguntar ¿Para qué la creó (la luz) para después ocultarla? La cuestión parece ser que si ya hubo en el mundo una vez una luz como esa, a pesar de que se encuentre oculta, va a ser más sencillo llegar a ella, ya que se trataría de un retorno (jazará) a lo que ya había. Así encontramos que cuando el bebé antes de nacer se encuentra dentro del vientre materno, puede ver al mundo de punta a punta, y le enseñan toda la Torá, pero olvida todo al nacer (Nidá 30B). En ese caso, el sentido es para que luego el niño pueda volver a ese estadío por propia elección. Y así es en cada caso de "itaruta dileila" (itaruta= acción de despertar espiritualmente dileila= de arriba, del Cielo / una inspiración que nace por misericordia divina), que en un principio se ilumina a la persona y se le muestran grandes revelaciones, y luego ya no, para que pueda volver a inspirarse a través de su trabajo espiritual (avodá).

 

Itaruta deleila אתערותא דלעילא- Inspiración/Estímulo Divina [3]

 

Así sucedió con la salida de Mitzraim. Al comienzo aparecen grandes milagros en la tierra de Egipto, y de la mano de esos milagros "...los hijos de Israel salían con poderío triunfante (lit. iad ramá - mano levantada)” (Éxodo 14:8), y luego de esa salida espectacular y triunfal, necesitaron los días de la cuenta (Sefirat HaOmer[4]) para poder volver al nivel de inspiración y revelación necesario para recibir la Torá al que llegan a través de su trabajo espiritual -itaruta diltata אתערותא דלתתא - que debe venir de modo imperativo luego de recibir una itaruta deleila[5]. En la entrega de la Torá (Matan Torá) explican nuestros Sabios que estuvieron allí todas las almas de Israel de todas las generaciones (Shabat 146A) y incluso así, cada uno de nosotros debe recibir nuevamente la Torá, recae sobre nosotros el retornar a ella, “retornar”, porque ella ya se encuentra en las profundidades de nuestras almas.

 

El midrash Yalkut Shimoni[6] sobre el versículo que dice “...y lo habréis de comer con premura-jipazón” (Éxodo 12:11) aporta lo siguiente: Dice Aba Janan en nombre de Rabí Eleazar: Es la premura de la Shejiná (Presencia Divina). Y a pesar de que no es una prueba contundente, es un recordatorio importante, como está dicho en el Cantar de los Cantares (2:8-9): “Es la voz de mi amado. He aquí que viene saltando sobre las montañas, brincando sobre las colinas” y en el versículo a continuación dice “He aquí que ya está detrás de nuestra pared”. ¿Podría ser que se trate de que la redención futura vendrá a las apuradas be-jipazón? Ya está dicho “No saldrán a las apuradas…” (Isaías 52:12).

(Explicación del significado del midrash): “He aquí que viene saltando sobre las montañas” significa Itaruta deLeila, que quedaría dentro de la definición de “jipazón Shejiná - la premura de la Shejiná”, que se apuró el Kadosh Baruj Hu en liberar a Israel antes de que lleguen al nivel necesario para redimirse a través de su trabajo espiritual propio, pero el Yalkut nos enseña que en la redención futura no será así, porque ya nos fue entregada la Torá, y lo fundamental de ahí en más es nuestro trabajo espiritual propio, que será merecer la redención por mérito de nuestra elección.

 

 

Preparación para la libertad

En Mitzraim se precisó de una preparación (hajaná) para merecer la itaruta deleila de la redención, a través de la ofrenda de Pesaj (Korbán Pesaj). Esto fue así ya que la impureza del exilio de Mitzraim era muy fuerte y profunda, como ya se explicó. Así como decimos en la Hagadá “Pasaré por la tierra de Mitzraim”, Yo y no un ángel… sobre eso está escrito en el Zohar[7] que este fue el motivo por el cual el Kadosh Baruj Hú traer él mismo (podríamos decir: “personalmente”) la redención, ya que no le hubiera sido posible a un ángel entrar hacia la impureza de Mitzraim, ya que la santidad de un ángel se hubiera visto dañada/afectada[8] allí. Esto parece sorprendente, pero ya se explicó[9] que hay varios niveles de comprensión sobre los eventos de este mundo. Hay quien comprende que “el mundo marcha como de costumbre (Olam keminhagó noheg)”, de modo natural, y hay quienes comprenden que se trata de un evento enviado por Dios para enseñarnos algo, y a veces se puede hacer palpable en la realidad ese nivel pudiendo ver a un malaj/ángel, un enviado de Dios (sheliaj H’). Y así, habrá quien se despierte (espiritualmente) al ver que la “mano” de Dios misma es la que actúa en el mundo sin ninguna intermediación, y su corazón se llena de pavor y miedo, como dice en la Hagadá “Con imponente poder[10]”, esto se refiere a la revelación de la Shejiná (Presencia Divina). Explicaron nuestros sagrados maestros que si no hubiera ayudado Dios a Israel a elevarse al nivel altísimo de poder ver a Dios, ellos solos no hubieran podido despertarse hacia esa santidad/kedushá de ningún modo, ya que en la profundidad de la impureza de Mitzraim hubieran permanecido indiferentes incluso respecto a ver a un ángel/malaj. Esto es lo que quisieron explicar nuestros Sabios al decir que “la santidad de un ángel se hubiera visto dañada/afectada allí - en Mitzraim”.

 

Pero es imposible para una luz (or elión) tan fuerte como esta plasmarse en algo sin un receptáculo (klí) acorde para recibirla, y por esto es que Israel tuvo que pasar tantas penurias y sufrimientos dentro del “kur habarzel-horno de hierro” que degradan la materialidad, y por otro lado, también precisó del Korbán Pesaj que es considerado como la anulación de la idolatría de Mitzraim.

 

En la redención futura, que precisa iniciarse desde abajo, como ya se explicó, cuánto más imprescindible resultará esta preparación, que hará de nosotros receptáculos acordes para recibir las luces divinas.

¡Por esto es que necesitamos prepararnos a nosotros mismos para la venida del Mashiaj con nuestro trabajo espiritual del Bitul Haiesh[11]!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El texto original del Mijtav Me-Eliahu del Rab Dessler es en hebreo, la traducción es del Rabino Meir Szames.



[1] Tomo 2, páginas 19-21 “גאולת מצרים והגאולה העתידה

[2] OR HAGANUZ: La Luz Oculta, o Luz Primordial de la Creación, de naturaleza metafísica, frecuentemente citada en los libros cabalísticos como recompensa a los justos, no es la misma que la luz normal procedente del sol, el cual solo fue creado hasta el cuarto día (“La Torá con Rashi” a Génesis 1:4, final de nota 42). Esta luz fue reservada para los Tzadikim en los textos (sagrados).

El concepto de Or HaGanuz se desprende del midrash de Rab Eliezer (a Bereshit 1:4). “A través de la luz que Dios creó en el primer día, era posible ver de un extremo del mundo al otro extremos del mismo...". Por la corrupción de la generación pre-mabul (Diluvio), Dios esconde la luz que está reservada para los tzadikim (justos) que la irán revelando. Desde la mística judía, el ocultamiento del creador es parte de la creación. El Zohar en Bereshit dice "BeReshit una palabra revelada combinada con una palabra oculta: Bara, creada, está siempre oculta, cerrando, no abriendo". Hay algo de la luz del Ein Sof que está en ocultamiento para que el sistema permanezca en su dinámica (Definición aportada por Dalia Siman)

Otro lugar para profundizar sobre el tema Or HaGanuz

 

[3]אתערותא דלעילא Itaruta dileila” Significa literalmente “Acción de despertar/estímulo - desde arriba” - Se puede explicar como una acción especial de Dios para despertar el alma humana y darle una fuerza especial/extra. (Es una inspiración hacia la Teshuvá).

Frente a esto existe la “אתערותא דלתתא itaruta diltata”, en el jasidismo se afirma que hay una virtud precisamente en el trabajo del hombre para alcanzar y esforzarse: itaruta diltata, porque cuando viene a través del trabajo del hombre, trae tal revelación que se reviste en una persona y permanece en él y afecta intensamente en la esencia de su alma.

En este despertar desde arriba, el que le llega a una persona independientemente de sus acciones, e incluso encontrándose  en una situación desfavorable. En el jasidismo, el ejemplo dado sobre este tipo de revelación, es el del mes de Nisán, cuando se produjo el éxodo de Egipto, y en el éxodo de Egipto, Dios sacó a los hijos de Israel desde lo más profundo de los pórticos de la impureza, sin ningún trabajo de parte de los Benei Israel. DiLeila Diltata

[4] Cuenta del Omer o Sefirat HaOmer (en hebreo: ספירת העומר) es el nombre dado al cómputo de los 49 días o siete semanas entre Pesaj y Shavuot. La Cuenta del Omer comienza a partir de la segunda noche de Pesaj y se continúa hasta Shavuot.

Un detalle ligado a Sefirat HaOmer y el trabajo espiritual a realizar, es que la palabra zafiro ספיר y la palabra ספירה cuenta se escriben casi igual, escuché de Gabriel Groisman que la idea es pulir nuestros corazones como piedras preciosas durante este período.

 

[5] Comentario: Luego de tanta ayuda desde arriba, para volver a ese alto nivel de inspiración, es requisito hacer la labor de mantenerse espiritualmente (despertar) desde abajo. No se puede vivir solamente esperando que llegue el éxtasis espiritual desde fuera de nosotros, sino que hay que trabajar nuestros corazones para poder inspirarnos desde aquí abajo

[7] Zohar, parte 1, 117A

[8] כי גם קדושת מלאך היתה נפגמת שם

[9] Mijtav Me-Eliahu, parte 1, página 180 en el artículo “El milagro y la naturaleza”

[10] ובמורא גדול

[11]Bitul HaIesh: Es la anulación de una persona hacia el Creador, hasta el punto de convertir su propia voluntad en la voluntad de Dios, de tal manera que el anulado no tiene voluntad propia. Definición tomada de aquí.

Anulación de la realidad del ser humano como uno mismo, sino que vendría a ser una continuidad y una revelación de la luz de H'. Es el tipo de relación correcta y esperable entre el Pueblo de Israel respecto a H'.


17.3.23

El tiempo de nuestra liberación - Pesaj

BS’D

 

El tiempo de nuestra liberación[1]

(Del libro Mijtav Me-Eliahu)

 

 

Si el Kadosh Baruj Hu no hubiera sacado a nuestros antepasados de Egipto (Mitzraim), nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos todavía seríamos esclavos de Paró en Mitzraim.

(De la Hagadá de Pesaj)

 

Cada asunto y cada cosa que se nos presenta tiene un contenido interior (תוכן פנימי), y aquella persona que mira las cuestiones con una mirada interior lo ve todo, sobre todo el contenido espiritual (התוכן הרוחני) de las cosas. El asunto del exilio (גלות) le parece a la persona exterior (אדם החיצוני) principalmente como un exilio corporal (גלות הגוף), pero la persona espiritual (האדם הרוחני הפנימי) ve en el exilio corporal solamente una consecuencia, y la causa/el motivo (סיבה) real lo encuentra en el exilio espiritual (גלות הנפש), es decir, vivir bajo el gobierno del ietzer ha-rá - el instinto del mal. Este es el modo en el que hablaron nuestros Sabios sobre el asunto del exilio al establecer en la Hagadá la bendición “por nuestra redención y la liberación de nuestra alma”[2].

 

 

El exilio de Egipto (Galut Mitzraim)

 

El exilio de Mitzraim posee una categoría especial dentro del exilio espiritual que es el dominio del ietzer. Como dicen nuestros Sabios: Rabí Meir observaba el nombre (Ioma 83b). ¿Qué significa? Que era puntilloso en el análisis del nombre de las personas para entender sus características. Este asunto está basado en que desde el Cielo es establecido como será llamada la persona, con un nombre que está basado en lo que son sus atributos (מידות) y su carácter (אופי). Y en este asunto, no hay duda que esto es así respecto a los nombres que aparecen en la Torá y los demás libros sagrados. El nombre Mitzraim viene de la raíz lingüística M-TZ-R (מצרים-מצר), que podemos traducir como דוחק-aprieto, presión (como en el versículo “desde la estrechez te he llamado[3]), y también גבול-límite. Y ya está escrito que nunca un esclavo se pudo escapar de Egipto (Ver Rashí a Éxodo 18:9), y esto es una señal (סימן) respecto al gran aprieto, estrechez y la fortaleza de los límites de Mitzraim. Ya que Mitzraim es el lugar especial para el exilio en su nivel más duro y pesado, que es el exilio espiritual-galut hanefesh; ya que la impureza de Mitzraim es extremadamente fuerte, como está escrito en el Zohar[4] que el ángel ministerial (en hebreo Sar שר) de Mitzraim es el mismo ángel del Gehinom. Y se explica que cada “Sar” de una nación representa su contenido interno (תוכן פנימי), a lo cual explica el Maharal que el Guehinom es la ausencia absoluta de espiritualidad (רוחניות). Mitzraim gobernó opresivamente sobre el espíritu y las almas de Israel, como explican nuestros Sabios que (los hebreos) llegaron hasta el pórtico 49 de la impureza (מ”ט שערי טומאה), y si hubieran permanecido más tiempo allí, ya no habría para ellos solución - tikún. El rey de Egipto, Paró פרעה, pertenece a una categoría especial de bajeza, y eso está relacionado alusivamente al evento del Becerro de Oro, donde todavía la influencia profundamente impura de Mitzraim se hace presente (está dicho “Una becerra-novilla עגלה hermosa es Egipto” - Irmiahu 46:20), incluso con una referencia en el mismo hecho en Shemot 32:25: “Moshé  vio  que  el pueblo  se  había expuesto פרע, pues Aharon lo había expuesto פרעה para  oprobio  entre  los  que  se  levanten contra ellos”. Y explica Rashí que el término פרע/פרעה significa “expuesto”, “puesto al descubierto” (que vendría a significar que su mácula y su degradación habían sido expuestas). De aquí se desprende que el comportamiento de la impureza de Mitzraim es la apertura de la frontera/límite גבול al ietzer (el instinto del mal) para que pueda ingresar y expandirse a su gusto y voluntad. Este es el sentido interior de por qué a todos los reyes egipcios se los llama “Paró פרעה”.

 

Y he aquí que la Torá tiene setenta caras (Shivim Panim), lo que significa que la Torá se explica para cada uno según su raíz interna, según su parte de atributos/midot de santidad/kedushá (לפי חלקו במידות הקדושה). Las setenta caras son las setenta características en los atributos de santidad correspondientes a las raíces espirituales de la Casa de Israel (NdT: las 70 personas que bajaron a Egipto - ver Éxodo 1:5), y frente a estas setenta midot de kedushá, hay setenta midot de impureza, repartidas entre las 70 Naciones y sus Sarim (ángeles representantes)[5]. Dentro de estos atributos, Mitzraim aparece entre las peores, porque su comportamiento habitual será abrir brechas en el alma-nefesh, para lograr que el ietzer domine absolutamente la situación sin dar la posibilidad a la redención y a la salida de la servidumbre/esclavitud. En el último escalón, el 49° pórtico de la impureza, donde se está a muy poca distancia de perderse totalmente nuestra espiritualidad, en ese preciso momento nos sacó el Santo Bendito Él de las garras del gobierno de la impureza, con premura (בחיפזון). Así se puede entender claramente la afirmación de que “Si el Kadosh Baruj Hu no hubiera sacado a nuestros antepasados de Egipto (Mitzraim), nosotros, […] todavía seríamos esclavos …”, porque salir de la esclavitud de la impureza/tumá, con las características especiales de “Paró” y “Mitzraim”, no hubiera sido posible sin la Misericordia - Jesed ilimitada del Kadosh Baruj Hú.

 

 

 

¿Qué es la libertad?

 

En la fijación de un tiempo específico desde el Cielo para cualquier asunto que fuera, hay cuestiones muy profundas. Como han dicho nuestros Sabios “Para todo hay un tiempo… - Hubo un tiempo para que Adam entre al jardín del Eden, y un tiempo para que salga de allí (Kohelet Rabá 3:1). Y siguiendo esta línea de pensamiento, el asunto de “Zmán Jeruteinu - El tiempo de nuestra liberación” se trata de una oportunidad de influencia especial de liberación otorgada a cada alma judía en ese momento. Con simpleza se puede entender que cuando llega el día en el cual salimos hacia la libertad, se nos concedió una oportunidad de entender claramente en nuestros corazones como fue que logramos salir libres de bajo del dominio de una tremenda impureza como esa (de Mitzraim), y esto nos permite fortalecernos para enfrentarnos a nuestro ietzer, nuestro instinto del mal, y liberarnos de su yugo opresor BS’D, con la ayuda del Cielo. Hay que entender, este tiempo no se trata de una fecha histórica (NdT: en el sentido de una fecha en el calendario de algo que sucedió una vez en la historia-en el pasado) en la cual simplemente festejamos una festividad por una alegría que ya pasó, sino que cada año que llega, nos da la capacidad en este tiempo de luchar por la liberación de nuestras almas (חירות נפשנו).

¿Y cómo es la salida hacia la libertad? Esto está dicho expresamente por nuestros Sabios: Solamente se considera libre aquél que estudia la Torá… como está escrito (Éxodo 32:16) “las tablas eran obra de Dios, asimismo como la escritura grabada (Jarut) sobre ellas”. Léase “Jerut” (libertad) en lugar de Jarut (grabado)...” (Pirkei Avot 6:2). Las Lujot (las Tablas de la Ley) son consideradas el corazón de Israel, ya que ese corazón debe ser penetrado por la Torá, allí debe habitar la Torá, como está dicho: “Escríbelas sobre la tabla de tu corazón” (Mishlei 3:3), y lo que caracteriza la ocupación en la Torá es que toda la aspiración de la persona en todos sus esfuerzos y en todos sus asuntos no es otra que su aspiración hacia la Torá (השאיפה לתורה). Con esto se hace libre-ben jorin- de todas las aspiraciones materiales que se tornan en una esclavitud hacia el ietzer-inclinación del mal. Dijeron nuestros Sabios que quien no se ocupa cotidianamente de la Torá, es amonestado (נזוף) por Dios (Shemot Rabá 41:7). Explica el Rab Simja Zisel de Kelm que la categoría de amonestado significa que genera disgusto y desprecio, tanto así que podría considerarse que lo dejaría de tratar. ¡Y cuán terrible es entender que quien no se ocupa habitualmente de la Torá es despreciable a los ojos de Dios!

La persona no se considera libre hasta que logre eliminar de dentro suyo la esclavitud absolutamente sin dejar rastros de ella, y podemos ver esto de un modo alusivo de la prohibición del Jametz (leudo) que es equiparado al ietzer ha-rá/instinto del mal, que está absolutamente prohibido en Pesaj en cualquier medida que sea.

¡Ojalá que H’ nos dé el privilegio/zejut de salir hacia la libertad verdadera con la fuerza de nuestra Sagrada Torá!

 

 

 

 

 

 

 

El texto original del Mijtav Me-Eliahu del Rab Dessler es en hebreo, la traducción es del Rabino Meir Szames.



[1] זמן חרותנו ח״ב עמ׳ 17-19

[2] על גאולתנו ועל פדות נפשנו (Bendición previa a la segunda copa del Seder de Pesaj)

[3] מן המצר קראתי…

[4] זוהר ח״ב י״ח.

[5] Explicación según lo que estudié sobre esto: El Pueblo de Israel estuvo formado primeramente por 70 almas, Iaacov nuestro Patriarca y su familia, y las características de esas 70 personas, son las que en conjunto hacen al Pueblo Judío lo que es, con sus buenos atributos, atributos de santidad. Frente a eso, las setenta naciones (que representan a como estaba dividido el mundo según la Torá), poseen cada una, un atributo de impureza, que da esa suma de 70 contra 70. A su vez, el Sar, el ángel que representa a cada nación, implica que ese Sar la defiende y representa en los asuntos celestiales. Cómo ejemplo para aquellos acostumbrados a este tipo de literatura, Iaacov pelea contra un ángel en Génesis 32:25 y sigs., y ese ángel era el Sar de Esav, es decir, va a ser el representante de esa nación.