23.2.17

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Mishpatim

                                                            בס'ד
 EL MIDRASH

Ve-ele ha-mishpatim…
            “Y éstas son las leyes…” (Shemot 21:1).

            ¿A qué se refiere la Torá con la expresión "Y estas"? Ven y mira cuánto afecto le tenía el Kadosh Baruj Hu a Moshé, que en el momento en que Datan y Aviram quisieron menospreciar y avergonzar a Moshé en Egipto, le dijeron (Shemot 2:14) "¿Quién te ha designado por hombre jefe y juez sobre nosotros?", en esa ocasión dijo Dios: 'Con esto que han buscado ofender a Moshé, yo voy a darle grandeza', cómo está dicho: "Ve-ele ha-mishpatim".
            Otro asunto:
            "Ve-ele ha-mishpatim", ya que Moshé escuchó de Itró, que le dijera (Shemot 18:21) "y tú deberás ver (buscar) de entre todo el pueblo ", y le dijo en total cuatro características (midot), y Moshé sólo logró conseguir una de ellas, "y eligió Moshé hombres de virtud -anshei jail" (18:25), y a ellos nombró como jueces sobre el Pueblo de Israel, y le dijo Dios a Moshé en esa circunstancia: 'te doy a tí el juicio (mishpat), y tú nombraste a otros y ¡¿ellos no saben cómo llevar adelante el juicio?! Ve tú mismo y enséñales, cómo está escrito "Ve-ele ha-mishpatim" (Midrash Shemot Rabá 30:10).

EXPLICACION
            Parashat Mishpatim es una de las secciones de la Torá más interesantes e intensas, sobre todo por la cantidad de leyes que trata y que derivan de ella. Tratados enteros de Talmud salen de esta parashá.
            El midrash que compartimos esta semana tiene dos partes:
            En la primera, muestra un buen motivo por el cual Moshé será el encargado de impartir justicia para el pueblo. El afecto particular que tiene Dios por el líder, maestro y ahora juez, se ve reflejado en el hecho de que Datan y Aviram quisieron avergonzarlo, e incluso lo delatan con el faraón, el hecho de desdeñarlo diciéndole que él no era juez ni nada parecido, Dios reacciona dándole a Moshé la responsabilidad sobre la justicia de Israel. Lindo relato.

            No menos bella y significativa es la segunda parte del midrash, donde se refleja una idea que popularmente podríamos llamarla 'amigarse con la realidad'.
            Itro, suegro de Moshé, en la parashá anterior le dice que busque hombres con las siguientes características para ser nombrados jueces "Tú deberás ver de entre todo el pueblo, hombres de virtud, temerosos de Elo-him, hombres de verdad (amantes de la verdad) que aborrecen el lucro (malhabido)…". Moshé termina designando 'anshei jail', hombres de bien. Lo que da a entender el midrash es que resultaban ser hombres de valía, pero que quizás carecían de los conocimientos técnicos y la experiencia para afrontar el desafío de la administración de justicia. Es más, pareciera haber una especie de reproche de Dios hacia Moshé, por haber delegado responsabilidades en otras personas, y termina diciéndole que el instruya a estas personas, y las capacite para juzgar al pueblo.

            En definitiva, me gustaría quedarme con la siguiente idea: Imaginemos a Moshé buscando candidatos a jueces. Quizás es difícil encontrar personas con todas las características que le indica Itro, y por esto Moshé buscará la característica que le parece esencial, que estas personas sean ‘anshei jail’, sean buena gente, de valores genuinamente nobles; cómo se dice, sean de buena madera.
            A veces, para tareas difíciles, es mejor rodearse de gente que quizás tenga un título menos del necesario, pero que sean de buena madera, que tengan ganas de empujar al equipo hacia adelante, con real entusiasmo por la tarea.
            Que podamos siempre rodearnos de anshei jail, varones y mujeres virtuosos, para poder llevar nuestras tareas con alegría y éxito.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames

16.2.17

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Itró

                                                                                                                                          בס'ד
EL MIDRASH

U-Moshé halá el Ha-Elo-him...
            Y Moshé ascendió hacia Elo-him… (Shemot-Éxodo 19:3).

            Se toma el versículo de Tehilim-Salmos 68:19 que dice “Ascendiste alto. Llevaste cautivos al cautiverio. Recibiste presentes del hombre…” y se explica lo siguiente: En el caso de que una persona quisiera llegar a un lugar y tomar algo (sin permiso), tomaría algún objeto al que los pobladores del lugar no le presten mucha atención, pero en el caso de Moshé, subió al cielo y tomó la Torá, algo sobre lo que todos tenían sus ojos puestos, a esto se refiere el versículo de Tehilim cuando dice “Ascendiste alto. Llevaste cautivos al cautiverio…”.
            ¿Podríamos pensar que Moshé tomó la Torá del cielo sin más? ¿Gratis? Cómo dice el versículo “Recibiste presentes del hombre”, en adquisición le fue dada la Torá, ¿No debería haber pagado por ella? Por eso dice ‘presentes’, es decir, fue un regalo que recibió.
            En ese momento, los ángeles celestiales quisieron atacar y hacerle daño a Moshé. El Kadosh Baruj Hu al ver la situación, hizo que el rostro de Moshé sea idéntico al de Abraham Avinu, y les dijo Dios a los ángeles: ¡¿No se avergüenzan de lo que quieren hacerle?! ¡¿No es acaso este hombre al que bajaron y lo visitaron y comieron con él en su casa?! En ese momento le dijo Dios a Moshé: ‘No te es entregada la Torá, sino por el mérito de Abraham’, cómo dice el versículo: “Recibiste presentes del hombre”, y al hombre que nos referimos aquí no es otro que Abraham, cómo está escrito en Ieoshua-Josué 14:15 “…fue el hombre más grande entre los grandes” (Midrash Shemot Rabá 28:1).

EXPLICACION
            Cada vez que llega Parashat Itro revivimos el momento de la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Nuestro midrash viene a mostrarnos una de las facetas de ese momento, describiendo el sentir de los ángeles al ver atónitos que el mayor tesoro guardado desde antes de la creación del mundo, era tomado hacia el mundo terrenal por Moshé.
            Un simple mortal llevando en sus manos y en su voz el mayor bien que poseían los seres celestiales.
            Claro que eso habla de la valentía de Moshé, y de cómo nuestros Sabios, de bendita memoria, entienden tan trascendental momento.
            Moshé es resguardado por Dios del celo de los ángeles, haciendo algo distinto a lo que podríamos imaginar: por ejemplo, ponerle un escudo, hacerlo invisible...cualquier cosa o fantasía que podríamos pensar. Sin embargo, lo protege de un modo muy original, lo hace verse parecido a su antepasado, nuestro patriarca Abraham. Y haciendo alusión a la famosa visita que realizan los ángeles vestidos de hombres en Parashat Lej Lejá, los reprende y les dice si "esos eran modales" adecuados hacia quien los había recibido con tan pura hospitalidad, abriendo las puertas de su casa de par en par.
            Acto seguido, le hace saber a Moshé que recibe la Torá de ese modo y la puede recibir no por mérito propio, sino en virtud y cómo recompensa para Abraham. El caballero de la fe, una vez más, recibiendo los frutos de una elección y una forma de vida que ilumina a sus sucesores.

            ¿Cuántas veces nos ocurre que nos cruzamos en la vida con situaciones donde algún pariente, cercano o lejano, algún conocido o desconocido, en virtud de ser hijos, nietos de nuestros padres y abuelos, nos dan una mano inesperada?
            A muchos les parece inapropiado, hasta puede molestarles tener esa "herencia", ese peso de ser "el hijo de Fulanito".
            A veces, parece que podríamos ‘hacer las paces’ con la idea de que antes de nosotros hubo un mundo, una sociedad, y que muy posiblemente nuestros antecesores hicieron las cosas bien, y dejaron una buena impresión, una buena imagen en los demás.
            Cómo dice el Talmud, en el tratado de Kidushin 31b, si uno tiene la posibilidad de que le hagan un favor (o una gauchada) por mérito propio o por el mérito de sus padres, es preferible que pida la mano en nombre de sus padres, para que de ese modo el favor recibido sea una forma de kivud av va-em, respeto al padre y a la madre, que justamente ocupa un lugar dentro de los Díez Mandamientos que leemos en esta parashá.

            En nuestra tradición, siempre tenemos presente quién vino antes. Y ese mérito hay que vivirlo con alegría, disfrutando de la recompensa de ser descendiente, hijo, nieto, padre, amigo de buena gente.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames

9.2.17

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Beshalaj

                                                                                                                                                     בס'ד
EL MIDRASH

Az iashir Moshé...
            Entonces cantó Moshé…
            “Entonces entonó Moshé y los hijos de Israel este cántico para Ado-nai y se expresaron diciendo: He de cantar para Ado-nai, ya que El ha manifestado Su glorioso triunfo; al caballo y a su jinete El arrojó a la mar(Shemot-Éxodo 15:1).

            Está escrito en Tehilim-Salmos 106:12 “Entonces ellos creyeron en Sus palabras y Le cantaron alabanzas”. Dijo Rabi Abahu: Anteriormente, ya fue dicho que ellos creyeron (los hijos de Israel) cuando estaban en Egipto, como figura en Shemot 4:31 “Y creyó el pueblo…”, se volvieron atrás y dejaron de creer, como está dicho “Nuestros padres en Egipto no prestaron atención a Tus maravillas…” (Tehilim 106:7), sólo cuando llegaron al mar y vieron la valentía del Kadosh Baruj Hu reflejada en la forma que realiza el juicio a los malvados, cumpliendo lo escrito de que “va a empuñar la justicia, Mi mano…” (Debarim-Deuteronomio 32:41), y hundiendo a Mitzraim en el mar, en ese momento “Presenció Israel el Poder grande que ejerció Ado-nai en Egipto. Veneró el pueblo a Ado-nai y tuvieron fe en Ado-nai y en Moshé, Su servidor.” (Shemot 14:31), y en mérito de esa fe, se posó sobre ellos el espíritu de santidad y dijeron este cántico (shirá), como está escrito “Entonces (az) entonó Mosheh y los hijos de Israel”. Esa palabra con la que se expresa el versículo ‘entonces’ (az) es una forma de expresar fe, y se puede comparar con otras veces que la misma expresión es usada “Y fue entonces (az) que lo puso a cargo de su casa…” (Bereshit-Génesis 39:5) y dice “…y todo lo que él tenía lo entregó en su mano” (39:4), por eso dice el salmo que encabeza este midrash Entonces ellos creyeron en Sus palabras y Le cantaron alabanzas” (Midrash Shemot Rabá 23:2).

EXPLICACION
            Al Shabat en que se lee esta parashá, Beshalaj, que contiene el ‘cántico del mar/Shirat Ha-iam’, se lo llama Shabat Shirá, el Shabat de la canción.
            Ese cántico es entonado por el Pueblo de Israel al unísono, al ver finalmente concretada su liberación de la esclavitud de Egipto.
            Nuestro midrash nos viene a reflejar un sentir de ese momento, donde el pueblo dudó, al ver tanta dificultad en su camino, y donde luego creyó en la posibilidad de la liberación divina.
            Al lograr creer y tener fe en esa liberación, al confiar en Dios, el pueblo recibe sobre sí la Presencia Divina, y “sin ensayo previo” cantará una canción de victoria y libertad que se ve reflejada en Shirat Ha-iam (la encontramos en Shemot 15:1-18).

            Es interesante cómo es posible que haya duda en la situación de la salida de Mitzraim. Dios se le aparece a Moshé, envía las diez plagas, los sucesos milagrosos acontecen uno tras otro. Sin embargo, tanto en esta parte como en todo el camino en el desierto, aparecerán dudas sobre el futuro. Surgirán varias oportunidades donde alguna parte del pueblo, mayor o menor, quieren volver a Egipto, se quejarán ante Moshé, llorarán por ‘todo lo bueno’ que tenían en Egipto y más. A mí siempre me llamaron la atención estos relatos. En momentos cúlmines, aparece la duda.
            ¿Es mala la duda? ¿Lo correcto es una fe sin dudas? No lo creo. Creo en que la duda no es mala per sé. Momentos de duda aparecen siempre en nuestras vidas. La cuestión, según mi parecer, es en cuánto tiempo nos quedamos sumidos en la duda, y si es una duda que nos paraliza o no.
            Creo que una fe que se permita de vez en cuándo dudar y preguntarse, nos permite tener una fe más profunda y sincera, más fiel a nosotros mismos, más acorde a lo que reside en nuestros corazones.
            Luego de la duda y la pregunta, vendrán la creencia y la fe, la acción positiva, y quizás tengamos la oportunidad de cantar victoria, de tener en nuestras vidas un poco de ese espíritu de santidad que suena tan bien para nuestros corazones.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames

2.2.17

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Bó

                                                                       בס'ד

EL MIDRASH

Ha-jodesh ha-ze lajem...
            “Este mes es para vosotros…
            Dijo Ado-nai a Moshé y a Aharon en la tierra de Egipto diciendo: Este mes es para vosotros el comienzo de los meses: Primero es, para vosotros, de los meses del año” (Shemot-Éxodo 12:1-2).

            Dijeron los ángeles celestiales delante del Kadosh Baruj Hu: Amo del mundo ¿Cuándo vas a hacer las festividades? Porque así está escrito “Es la sentencia dictada por los ángeles…” (Daniel 4:14). Les respondió: Tanto yo como ustedes, vamos a recibir lo que Israel dictamine respecto a cuándo un año termina y cuando empieza, ya que está dicho “Invoco al Dios Altísimo, al Dios que tanto hace por mí.” (Tehilim – Salmos 57:3), y también dice la Torá: “Estos son los plazos señalados por Ado-nai, los (otam) que habréis de proclamar, días de convocaciones sagradas…” (Vaikrá-Levítico 23:37). Dónde dice ‘otam’ hay que entender ‘atem’ ⁼ ustedes, dice Dios: Ya sea en su momento adecuado o no, Yo no tengo otras ‘moadot’, fechas de sagrada convocación, más que estas que ustedes declaran.
            Les dijo el Kadosh Baruj Hu a Israel: En el pasado, esto estaba en mis manos, como dice en Tehilim 104:19 “Hizo la luna para marcar los tiempos…”, pero desde ahora en adelante esto pasa a estar en vuestras manos, bajo vuestro dominio, si dicen que ‘sí’ es ‘sí’, si dicen ‘no’ es ‘no’, de todos modos será “Este mes es para vosotros”. No sólo eso, sino que si deciden agregarle un mes más al año (haciéndolo ‘embolismal’, bisiesto), yo voy con ustedes, por eso es que está escrito “Este mes es para vosotros” (Midrash Shemot Rabá 15:2).

EXPLICACION
            Al comenzar la Torá, se discute por qué comienza con la creación del mundo en Bereshit, y no comenzaba en este versículo, del capítulo 12 de Shemot, ya que siendo la Torá un libro de leyes, esta ley, de la consagración de los meses (Rosh Jodesh), es la primera ley dictada por Dios al pueblo de Israel como conjunto. Existen diversas mitzvot previas en el relato bíblico, pero esta ley, dada todavía en la tierra de Egipto, es la primera que el pueblo recibe como conjunto de personas libres.
            El midrash nos trae una explicación hermosa y sencilla.
            La corte celestial le pregunta a Dios, cómo sería el sistema de los acontecimientos importantes y festividades del calendario. A lo que Dios responde, a pesar de que Yo creé el mundo, e hice las reglas de la naturaleza, dejo este asunto del calendario en manos del Pueblo de Israel, el cual deberá saber hacer los cálculos que hagan coincidir a cada fiesta con su momento exacto, por ejemplo, Pesaj, también llamada Jag Ha-Aviv, la fiesta de la primavera, deberá celebrarse siempre en primavera. Esta responsabilidad recae a partir de la salida de Mitzraim en el Pueblo de Israel.

            El mensaje del midrash pareciera ser: Para ser libres, verdadera y plenamente libres, hay que poder dominar sobre el tiempo. La mitzvá que se dicta para nuestro pueblo, la primera es, nada más y nada menos, que adueñarnos del tiempo.
            Dios hizo la noche y el día, los astros luminosos, las reglas de la naturaleza que hacen que tengamos distintas estaciones, inviernos y veranos, otoños y primaveras. Somos nosotros quienes tenemos la obligación de hacer que los acontecimientos de nuestro año lleguen cuando tienen que llegar.
            Para un mundo como el que vivimos, alienado por tiempos impuestos desde el afuera, donde poco lugar queda en nuestras agendas para lo realmente importante, lo que realmente nos hace felices y nos gusta, este midrash viene a decirnos “vos sos el dueño de tu tiempo, disfrútalo con tu familia, con tus amigos, con tu comunidad”.
            A hacer lo mejor posible con todo el tiempo del que podamos adueñarnos.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Rab Meir Szames