בס'ד
Ve-iten lejá
Ha-Elo-him mi-tal ha-shamaim…
“Y
te conceda Elo-him del rocío del cielo...” (Bereshit – Génesis 27:28).
Está
escrito en Iyov (Job) 29:19 “Mi raíz se abrirá (patuaj) junto a las aguas, y
el rocío posará toda la noche sobre mi ramaje” – Dijo el mismo Iyob: Por
haber tenido siempre las puertas de mi casa abiertas (petujot), a muchos
les pasaba que les tocaba cosechar cosechas secas y malas, y a mí me tocaban
cosechas buenas y frescas. El sentido de esto se explica por el versículo “Mi
raíz se extenderá junto a las aguas, y el rocío posará toda la noche sobre mi
ramaje”.
Dijo
Iaacov: Porque me he ocupado de estudiar y practicar la Torá, que es comparada
con el agua, es que fui bendecido con el rocío, como está dicho: “Y te
conceda Elo-him del rocío del cielo”. (Midrash Bereshit Rabá 66:1).
El
midrash de esta semana empieza con un pasaje donde Itzjak le da la bendición a
su hijo Iaacov.
Entender
el versículo de Iyob literalmente es difícil, ya que ¿Cuál es la relación
posible entre que su raíz se abrirá junto a las aguas y qué por eso recibiría rocío?
Así habría que entender a Iyob: Todo lo que me vi beneficiado en buenas
cosechas, espigas de trigo hermosas y vigorosas, espigas de trigo que solamente
recibieron rocío e incluso así no había en ellas sequedad alguna, todo fue en
mérito de ‘mi raíz se abrirá junto a las aguas’. La casa de Iyob se encontraba
abierta a recibir visitas como las aguas que benefician a todo el mundo, y
cualquiera puede ir y tomar un poco. Y la casa de la persona es su “raíz”. Iyob
es destacado por el Tanaj como una persona hospitalaria dispuesta a recibir
visitas (ver Iyob 31:32).
Sobre
la brajá que recibe Iaacov, lo que llama la atención es que se refiere al rocío
como ‘rocío del cielo’, y no es común que aparezca esa expresión en la Torá
(aparece sólo una vez más en la Torá). Por eso se entiende aquí, que se está
haciendo referencia al rocío que corresponde al ‘agua’, el que viene en mérito
de la Torá que es comparada al agua: “¡Todos los sedientos, vengan hacia las
aguas!” (Ishaiahu – Isaías 55:1).
Para
nuestros días, donde nos esforzamos por buscar espiritualidad y el sentido del
día a día, esperar recibir el rocío del cielo, puede verse facilitado por estas
dos mitzvot tan importantes y simples que nos recomienda el midrash: Ajnasat
Orjim y Talmud Torá, recibir visitas y estudiar las fuentes de la tradición del
Pueblo de Israel.
Pequeños
grandes desafíos, que nos exigen un poco de esfuerzo y dan recompensa inmediata
al sentir que podemos ser parte de algo más grande.
Regar
nuestras raíces, nuestras casas, con las ‘aguas’ de nuestro pueblo.
SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Rab Meir Szames
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