בס'ד
Vaifgá ba-makom…
“Se encontró con el lugar...” (Bereshit
– Génesis 28:11).
¿Qué significa que Iaacov se encontró
con el lugar? Significa que rezó. “El lugar” indica que rezó en el Beit
HaMikdash (donde en el futuro sería edificado el Gran Templo de Ierushalaim).
Dijo
Rabi Ieoshua Ben Levi: Los Patriarcas ordenaron las tres tefilot, los tres
rezos del día.
Abraham
ordenó la tefilá de Shajarit (matutina), como está dicho en Bereshit
19:27: “Abraham madrugó muy de mañana y fue al lugar donde había estado
parado (‘amad) delante de Ado-nai”, y estar parado (‘amidá) implica tefilá
(rezo), como está dicho en Tehilim – Salmos 106:30 “Se paró Pinjás y rezó”.
Itzjak
ordenó la tefilá de Minjá (de la tarde), como está dicho en Bereshit
24:63 “Había salido Itzjak para meditar/orar (lasuaj), en el campo, hacia el
atardecer”, y meditar/conversar (sijá) implica tefilá (rezo), como está
dicho en Tehilim 142:3 “Derramo delante de Él mi querella (sijí)” y
también en Tehilim 55:18 “Tarde, y mañana, y al mediodía oraré (asija), y
clamaré, y Él oirá mi voz”.
Iaacov
ordenó la tefilá de Arvit (de la noche), como está dicho “Se encontró con el lugar...”,
y encuentro (peguiá) implica tefilá (rezo), como está dicho en Irmiahu –
Jeremías 7:16 “Por tanto, no ores tú por este pueblo…ni Me supliques
(tifgá)…”…
Dijo
Shmuel Bar Najman: las tefilot fueron ordenadas por los tres momentos donde
cambia el día, por esto la persona debe decir a la noche (en Arvit): “Sea Tu
voluntad Ado-nai, Dios mío, que me saques de la oscuridad a la luz”, a la
mañana (en Shajarit) debe decir: “Te agradezco que me sacaste de la oscuridad a
la luz”, y a la tarde (en Minjá) debe decir: “Sea Tu voluntad Ado-nai, Dios
mío, que así como tuve el privilegio de ver el sol al amanecer, así pueda verlo
al anochecer”.
Otra
opinión: “Se encontró con
el lugar...” – Nuestros Maestros dicen: las tefilot fueron ordenadas por
las ofrendas que se ofrecían en el Templo. El rezo del Shajarit por la ofrenda
del amanecer, el rezo de Minjá por la ofrenda de la tarde, el rezo de Arvit no
tiene ofrenda con la cual ser comparada. Dijo Rabi Tanjuma: incluso el rezo de
la noche es comparado con los restos de los sacrificios que se ofrecían durante
el día y que se quemaban en el fuego del altar durante toda la noche
(Midrash Bereshit Rabá 68:9).
Este
midrash, que tiene un correlato con lo que dice el Talmud Bavli en el Tratado
Brajot 26b, nos trae una de las versiones más difundidas del origen de la
Tefilá dentro del Pueblo Judío.
Iaacov,
antes de salir de la Tierra de Israel, hacia su destino en la diáspora junto a
su tío Laban, se toma un momento para hacer tefilá, y rezar.
De
aquí, toma nuestro midrash tres momentos donde nuestros patriarcas realizan
acciones que sugieren que hacen tefilá. En cada caso, traen versículos para las
comparaciones idiomáticas correspondientes. Así, se puede unir las tefilot que
fijaron los hombres de la Gran Asamblea (Anshei Kneset HaGuedolá) con nuestros
patriarcas, Abraham, Itzjak e Iaacov.
También
figura la opinión que dice que las tefilot fueron instituidas en reemplazo de
los sacrificios en el Gran Templo de Ierushalaim.
¿Cómo
se soluciona este posible doble origen? ¿Las tefilot fueron ordenadas por los
patriarcas o vienen a reemplazar los sacrificios y ofrendas del Beit HaMikdash?
La solución tradicional nos dice que las tefilot fueron ordenadas por los
patriarcas, y se instituyeron en acuerdo con los horarios establecidos para las
ofrendas en el Beit HaMikdash.
Aunque
el origen de nuestras tefilot, nuestra forma de rezar y llegarnos a lo
trascendente, a Dios, es sumamente importante, y por eso mismo elijo compartir
esta semana un midrash un tanto complejo y más largo que lo habitual, me quiero
detener en la parte del medio de nuestro midrash. La opinión de Shmuel Bar
Najman, que nos muestra la importancia y trascendencia de la tefilá. Las
tefilot fueron instituidas para los tres momentos del día. Nos recomienda algo
en lo que pensar, algo a tener en cuenta en cada momento del día.
Nuestros
días corren, son ‘comidos’ por la vorágine de la rutina. La obligaciones y
apremios del diario vivir no nos dan respiro para poder apreciar todo lo que
tenemos, todo lo que nos esforzamos, y el logro de cada día.
La
tefilá nos invita a prepararnos cada mañana para empezar el día en Shajarit, a
la tarde para hacer un breve ‘parate’, un recreo, durante Minjá, y a poder
concluir el día en paz con Arvit.
Deberíamos
trabajar nuestras tefilot para salir del rezo automático, y poder entrar en una
tefilá reflexiva, que nos ayude a ver que tenemos que mejorar, que pedir y que
agradecer cada día del año.
La
tefilá nos tiene que ayudar a mejorar y a vivir cada día más plenos y felices,
siendo conscientes de las bendiciones que recibimos en nuestra vida.
Rezo
por eso.
SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Rab Meir Szames
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