בס'ד
EL MIDRASH
Vaikrá el Moshé…
“Llamó
El a Moshé…” (Vaikrá - Levítico 1:1).
Rabí
Ieoshua de Sijnín en nombre de Rabí Levi explicó el siguiente versículo de
Mishlei – Proverbios 25:7 “Porque mejor es que te digan: ‘Sube aquí’, antes
que te pongan más abajo en la presencia del príncipe a quien han visto tus ojos”.
Rabí
Akiva enseñaba lo siguiente en nombre de Rabí Shimón Ben Azai: Aléjate de tu
lugar a una distancia considerable, y asiéntate allí hasta que te digan ‘Sube’,
y no vayas si te dicen ‘Desciende’. Hilel así mismo dice: mi humillación es mi
elevación, y mi elevación es mi humillación, ¿Cuál es el sentido de esto? Como
dice Tehilim – Salmos 113:5-6 “¿Quién iguala a Ado-nai nuestro Dios en su
Altísima morada? Su providencia rige en los cielos y la tierra”.
Así
encontramos que en el momento que el Kadosh Baruj hú se reveló a Moshé desde la
zarza ardiente, Moshé ocultaba su rostro ante Él, como dice en Shemot – Exodo
3:6 “…Empero ocultó Moshé su rostro porque temió mirar hacia Elo-him”,
en ese momento le dijo Dios a él (Shemot 3:10): “Y ahora ve (leja לכה)
y te enviaré a Paró y saca a Mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto” –
Dijo Rabí Eleazar: La forma habitual de decir ‘ve’ es ‘lej’, la letra ‘hei ה’
de más en la orden de Dios tiene un significado específico: Si tú no vas y los
liberas, ningún otro lo hará. Lo mismo pasó a orillas del Mar de los Juncos, donde
Dios se puso a un lado y le dijo a Moshé (Shemot 14:16): “Empero tú, alza tu
vara y extiende tu mano hacia el mar y pártelo y que entren los hijos de Israel
en el medio del mar: por lo seco”, diciéndole: Si vos no partís el mar,
nadie más lo hará. En el Sinaí, Dios se paró a un lado y le dijo a Moshé
(Shemot 24:1): “…Asciende hacia Ado-nai…”, si vos no subís, no sube
nadie más. Así también en el Ohel Moed (Tienda de Reunión), Dios se paró a un lado
y le dijo a Moshé: ¡¿Hasta cuándo vas a seguir humillándote y despreciándote a
ti mismo?! ¡Este es tu momento y no de otro! Tenes que saber que es así, ya que
a nadie más llamé y hablé directamente como a vos, como dice el versículo que
encabeza este midrash, Vaikrá el Moshé… “Llamó El a Moshé…” (Midrash Vaikrá
Rabá 1:5).
EXPLICACION
Comenzamos
a transitar juntos el libro de Vaikrá, junto a su midrash Vaikrá Rabá, que
fuera compilado en la tierra de Israel hacia el siglo 5 de la era común.
El
libro de Vaikrá, estará dedicado en una primera parte a las reglas de los
korbanot (ofrendas y sacrificios), con muchas leyes que corresponden a los
sacerdotes, por eso es llamado también “Torat Cohanim”, el libro de las leyes
de los sacerdotes.
Ya
entrando a nuestro midrash de esta semana, Moshé, figura central del libro
anterior, Sefer Shemot, entra una vez más en juego, teniendo que ser el que
ordene a los sacerdotes todo lo que tendrá que ver con su función (incluso
servirá de ‘instructor’ en el período de entrenamiento antes de la asunción de
Aharón y sus hijos en el sacerdocio). Eso es lo que referencia el final del
midrash, cuando relata la situación al lado del Ohel Moed, Tienda de reunión
que funcionaba como centro de la actividad del Pueblo de Israel en el desierto.
A pesar de la cantidad de nombres y versículos, me parece que el hilo del
midrash es claro.
Ya
entrando al mensaje que nos deja lo que estudiamos esta semana, se ve algo
hermoso. Como Dios le va diciendo a Moshé que se haga cargo de lo que le toca
hacer, sin “vergüenza” alguna. Moshé, que como una de sus características
principales figura la humildad, necesita un empujoncito para entrar en acción.
Necesita que Dios le hable claro y firme, y le haga entender que la tarea es
suya, que el momento es suyo, y que si él no lo hace, nadie más lo puede hacer.
Con mucho amor lo va guiando en su camino. Dios no hace las cosas por él, pero
le va mostrando lo que tiene que hacer, lo va alentando de algún modo en cada
circunstancia para que Moshé actúe. Moshé logra sus cometidos, una vez que
entiende que él es el encargado, él es el responsable, él es el que tiene que
dar cada paso.
En
nuestro día a día, vivimos situaciones donde muchos se paralizan, otros
simplemente prefieren hacerse los distraídos, y otros, gracias a Dios, intentan
actuar. Actuar en consecuencia a nuestras creencias y valores. Cada día nos da
una nueva posibilidad de actuar y crecer, de avanzar y ascender. Como dice
Hilel en un pasaje del Pirkei Avot (1:14) muy famoso: “Si no estoy para mí,
¿quién estará? Si soy únicamente para mí ¿Qué soy?...Y si no es ahora ¿cuándo?”.
SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Rab Meir Szames