בס'ד
EL MIDRASH
Ve-ze ha-davar…
“Y
ésta es la cosa que habrás de hacerles, para consagrarlos, para servir ante Mí…”
(Shemot - Éxodo 29:1).
Así
está escrito: “Kavod jajamim injalu - Los sabios heredarán el honor”
(Mishlei-Proverbios 3:35), el kavod – honor se refiere a la Torá, así como dice
al principio del libro de Divrei Ha-iamim (Crónicas): Adam, Shet, Enosh, y así
todo el listado de los primeros personajes bíblicos, y no figura sobre ninguno
de ellos el honor hasta que menciona a Yabetz, cómo figura en Divrei Ha-iamim
Alef 4:9 “Y era Yabetz más honorable que sus hermanos…”, y el motivo de
que figure sobre él que era honorable, es porque se dedicaba intensamente a la
Torá, a eso se refiere el versículo “Kavod jajamim injalu”. Lo mismo ocurre con
Aharón, que dice sobre él “Torat emet, Torá de verdad había en su boca”
(Malají 2:6), así le dice Dios a Moshé “Habrás de hacer ropajes sacros para
Aharón, tu hermano, para honor, gloria y esplendor” (Shemot 28:2), y todo
esto es dado a Aharón por mérito de la Torá, a la cual se dedicaba a estudiar y
difundir, este es el significado de “Kavod jajamim injalu” (Midrash Shemot Rabá
38:5).
EXPLICACION
En
esta parashá, se describe las condiciones para nombrar a los cohanim,
sacerdotes. Aharon y su descendencia tienen una labor que, en la época bíblica
y hasta la destrucción del Beit HaMikdash en el siglo I de la Era Común, será
fundamental para el culto del Pueblo de Israel.
Justamente,
luego de la destrucción del Gran Templo de Ierushalaim, se empieza a formar la
parte de la tradición del Pueblo Judío que desemboca en cómo somos hoy.
Es
interesante que nuestro midrash de esta semana, basado en versículos del Tanaj,
nos describe a Aharon cómo un estudioso de la Torá, y no hace referencia a sus
aptitudes y formas sacerdotales. Ya lo relacionado al altar pasa a un segundo
plano, y el valor del estudio de la Torá es lo primero, es lo que da honor.
Luego
de un par de milenios, podemos dar fe que aquella destrucción del centro
espiritual como lo era el Beit HaMikdash ha traído resultados inesperados.
Sobre todo los enemigos de turno deben estar sorprendidos. No sólo el Pueblo de
Israel no deja de apegarse al culto en su versión renovada de Tefilá y mitzvot,
sino porque siempre crece la llama de la creación y recreación de nuestro
pueblo (a eso le podemos llamar ‘midrash’ también). Además, creo que la
gran mayoría del pueblo se siente cómodo con que las castas no tengan mayor
importancia y que no se ofrezcan sacrificios de animales. Entiendo también, que
hace 2000 años no era fácil entrever estos resultados (Necesitaría escribir
miles de páginas para intentar explicar lo que significa el moderno Estado de
Israel, principio de nuestro renacimiento y redención). Pero los sabios de
cada época se las ingenian para mantener bullente el río de nuestra tradición
milenaria. Teniendo en cuenta estos motivos y otros, se entiende la razón de
que el midrash de esta semana haga referencia a las aptitudes como estudioso (y
no como sacerdote) de Aharón.
La
importancia del estudio es simple: El estudio lleva a la práctica. Si no lleva
a la práctica, al menos transforma espiritualmente. Y si ninguno de estos dos
enunciados te convence, el estudio sincero y comprometido te permite encontrar
la luz, para que no haga falta que otros iluminados te impongan ciegamente sus
creencias.
El
honor de estudiar pasa por sentirse orgulloso de la tradición del pueblo judío,
pueblo que a pesar de que está por muchos lugares, nunca abandona su fuente, su
raíz, la sabiduría acumulada desde Moshé Rabeinu (quien no figura en esta
parashá, que causalmente se lee siempre en la semana del 7 del mes de Adar,
fecha de nacimiento y aniversario de fallecimiento de Moshé), a través de
cada generación, y que llega a nosotros con todo ese recorrido, para
enriquecernos la vida.
Qué
un poquito del honor de la Torá nos toque a cada uno de nosotros.
SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Rab Meir Szames
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