בס'ד
Ve-ikjú li terumá…
“Habla
a los hijos de Israel y que separen (que tomen) en Mi Nombre ofrenda. De toda
persona, a quien voluntariosamente mueva su corazón, habréis de tomar ofrenda
para Mí” (Shemot - Éxodo 25:2).
Así
está escrito: “La Torá que nos ha prescripto Moshé…”. Explicó Rabí
Simlai: 613 mitzvot (preceptos) fueron entregadas a Israel a través de Moshé, ese
es el recuento que se hace de la misma Torá. Y si alguien viniera y dijera:
¿Acaso no son solamente 611? (ya que el valor numérico de las letras que
componen la palabra ‘Torá’ suma 611= ‘Tav’: 400, ‘vav’: 6, ‘reish’: 200, ‘hei’:
5). ¿Las dos mitzvot que faltarían dónde las encontramos? Eso lo explican los
Sabios del Talmud: Los dos primeros de los Diez Mandamientos “Yo soy
Ado-nai, tu D's” y “No tendrás otros dioses ante Mí…” (Shemot
20:2-3) el Pueblo de Israel los escuchó de Dios directamente, y las otras 611
mitzvot, se las transmitió Moshé, como dice el versículo: “Torá Tziva Lanu
Moshé, Morasha Kehilat Iaacov” “La Torá que nos ha prescripto Moshé es
herencia para la congregación de Iaacov” (Devarim – Deuteronomio 33:4), hay
que entender de esto que es una heredad eterna para el Pueblo de Israel. …
“Morashá”,
no leas “morashá=herencia” sino “meorasá=prometida”, así como el novio todo el
tiempo que aún no está casado con su prometida, él debe esperar del lado de
afuera en la casa del suegro, una vez que se casan, el padre de ella empieza a
venir a la casa de ellos. Así mientras que la Torá no había sido entregada
(esto ocurrió en parashat Itró), se dice “Y Moshé ascendió hacia Elo-him…”
(Shemot 19:3), y una vez que la Torá ya fue entregada, en nuestra parashá Dios
le dice a Moshé “Harán ellos, en Mi Nombre, un santuario –Mishkán- y Yo
residiré entre ellos” (Shemot 25:8) (Midrash Shemot Rabá 33:7).
EXPLICACION
Nuestro
midrash nos trae esta semana dos técnicas de interpretación:
En
su primera parte, se pregunta ¿Por qué la palabra ‘Torá’ equivale al número
611, y se dice que Moshe entregó la Torá con 613 mitzvot? La respuesta es que
de las 613 mitzvot, 611 fueron entregadas por Moshé, y dos de estos preceptos
fueron dados directamente por Dios al Pueblo de Israel.
En
la segunda parte, cambia la forma de leer este versículo, pasando de ser una
herencia a una doncella comprometida antes de casarse. La Torá una vez
entregada, ya no pertenece exclusivamente al Cielo, sino que vive en medio del
Pueblo, y Dios "baja" a residir entre su Pueblo, para estar cerca de
su 'hija' amada, la Torá, dentro del Mishkan/Tabernáculo, templo móvil del
desierto que acompañara 40 años al Pueblo de Israel.
La
entrega de las donaciones para la construcción del Mishkan, debía ser
voluntaria, desinteresada, o más bien, con el único interés de servir mejor a
los propósitos divinos, y darle un lugar físico dentro de la conformación del
Pueblo.
¿Dios
necesita un espacio físico? No, ciertamente no lo necesita. Nosotros
necesitamos sentir a Dios cerca de nuestra vida diaria. Para esto, tenemos la
opción de darle un lugar, o varios lugares...hay un sin fin de Mitzvot, y la
inclusión de ellas en nuestro día a día nos da la posibilidad de sentir esos
momentos de divinidad dentro lo cotidiano.
Allí,
en nuestras casas, escuelas, comunidades, está la posibilidad de estudiar
nuestras fuentes, de rezar en comunidad, de hacer obras de bien. Un sin fin de
opciones, esperando ser concretadas, entregándonos de plena voluntad, a
disfrutar de nuestra herencia milenaria.
SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Rab Meir Szames
No hay comentarios:
Publicar un comentario