12.5.14

Rabí Akiva - La Torá y su recompensa

Dijo Rab Iehuda en nombre de Rab: En el momento que ascendió Moshé al cielo encontró al Santo bendito Él ocupado en ponerle ketarim (coronitas) a las letras de la Torá. Le dijo Moshé: Señor del Mundo, ¿Quién obliga a que tengas que entregar la Torá con todos estos ‘adornitos’?  Le dijo: hay un hombre, que vendrá luego de varias generaciones, Akiva ben Iosef es su nombre, que en el futuro va a  lograr explicaciones de cada una de la coronitas. Le dijo Moshé: Ribonó shel Olam, muéstramelo. Sucedió que Moshé estaba sentado al final de las ocho filas de estudiantes, y no entendía lo que decían en esa clase. Moshé se puso mal. En cierto asunto queEs Halajá (ley) que Moshé recibió y enseñó en el Sinaí –Halajá leMoshé miSinaí” y Moshé se sintió mejor. Al regresar Moshé frente al Kadosh Baruj Hú y le dijo: Ribonó shel Olam, tenés un hombre así y ¡vos pones la Torá en mis manos! Le dijo Dios: ¡Calla!, ese es mi deseo (lit: ese es mi pensamiento). Dijo Moshé: “Ribonó shel Olam, ya me mostraste su Torá, ahora mostrame su recompensa”. Y Moshé vio como Rabí Akiva era torturado y muerto. Dijo Moshé: Ribonó shel Olam, ¡esa es la Torá y esa es su recompensa! Le dijo Dios: ¡Calla!, ese es mi deseo.


Talmud Babli, Tratado Menajot 29b

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