כל דעביד רחמנא לטב עביד
Cierta
vez, Rabí Akiva andaba por el camino. Llegó a un lugar, buscó hospedaje y no lo
consiguió. Se dijo a sí mismo: “todo lo que hace HaKadosh Baruj Hú para bien
es”. No tuvo más remedio que dormir en el campo. Tenía un burro, un gallo y
una vela. Vino un león y se comió al burro. Vino un gato y se comió al gallo.
Vino el viento y apagó la vela. Y dijo “col deaveid Rajmana letav aveid”.
Esa misma noche vinieron bandidos y tomaron prisioneros a todos los habitantes
de la ciudad. Dijo Rabí Akiva: no les dije yo, “col deaveid Rajmana letav
aveid”.
Talmud Babli, Tratado Brajot 60b
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