22.6.12

PARASHAT BEMIDBAR


            Esta semana comenzamos la lectura y estudio de un nuevo libro de la Torá: Sefer Bemidbar, cuya traducción literal sería “en el desierto”, pero que es llamado comúnmente “Números”.
            Ya Nuestros Sabios nos marcan el contenido predominante en Bemidbar, llamándolo “Jumash haPekudim” el libro de los censos, ya que se dedica a los censados y a los censos (Mishná Iomá 7:1).
            Nuestra parashá comienza diciendo “Habló Adon-i a Moshé en el desierto de Sinaí en la Tienda de Reunión (Ohel Moed)”. El comentarista Ibn Hezra hace notar que “Esto nos hace saber que no ascendió Moshé más al Monte Sinaí después que la Divinidad se hizo presente en la Tienda de Reunión”. Y agrega en su comentario el Rab Mordejai Edery que la palabra “shamaim” - cielos – no figura ni una sola vez en el libro Bemidbar.
            Censarnos, saber cuantos somos. ¿para qué nos es ordenado esto? ¿qué finalidad tiene? No es el primer censo que encontraremos en la Torá, recordemos al comienzo de Parashat Ki Tisá (Shemot 30:11 y sigs.) donde se censó a través del medio Shekel de plata que debía aportar cada uno de los hombres mayores de veinte años que salían de Mitzraim. En ese caso en particular el objetivo es por un lado censarlos y, sobre todo, aportar de este modo para la construcción del Mishcan – Tabernaculo.
            El censo que se requiere en la parashá que nos ocupamos pareciera tener un objetivo particular. Voy a traer el dato que este censo arrojará la misma cantidad de personas que el llevado a cabo en ocasión de la construcción del Mischan (basado en la explicación de Rashi a Shemot 30:16). Entonces ¿CUAL ES EL OBJETO DE UN NUEVO CENSO?
            Como señalan los exegetas citados, ya no habrá manifestaciones en el Monte Sinaí, ya no encontraremos que “los Cielos” ni la Divinidad se manifestarán de modo estremecedor. Ya está construido el Mishcan, ya Adon-i mora entre Su pueblo (“Ellos habrán de hacer para Mí un Santuario -Mikdash- y Yo habré de morar entre ellos” Shemot 25:8).
            Y esto me lleva a entrelazar nuestra parashá con los eventos que el Luaj nos marca para los próximos días: Rosh Jodesh Sivan (“cabeza/comienzo de mes”) y Jag HaShavuot.
            La Torá nos señala en cuanto a Rosh Jodesh Sivan que “1. En el tercer mes después de la salida de los Hijos de Israel de la tierra de Egipto … 2. … allí acampó Israel frente a la montaña”. Explica Rashi que la expresión “allí acampó Israel” refiere a que “acamparon allí como un solo hombre, con un solo corazón…”. Este “acampe” tuvo como corolario “Matán Torá” la entrega de la Torá por Adon-i al pueblo de Israel.
            Y esto fue posible debido a ese sentimiento que describe Rashi, un sentimiento de amor, de compañerismo, de paz y de armonía fue lo que hizo merecedor al Pueblo de Israel de recibir la Torá, acontecimiento que celebramos en Shavuot.
            Vamos de nuevo, entonces, nos “censamos” y de este modo sabemos cuantos somos, con quienes contamos, nos unimos.
            Manifestamos nuestra voluntad de recibir La Enseñanza, La Torá, estamos dispuestos a ocuparnos de ella, tanto a mantenerla con nuestras acciones así como con nuestro estudio.
            Que este momento en que comenzamos el cuarto libro de nuestra Torá, nos permita ser capaces de lograr esa unión, donde contemos los últimos días del Omer y logremos “prepararnos” para recibir una vez más lo mismo que venimos recibiendo desde el Monte Sinaí: la oportunidad de disfrutar del estudio y la interpretación, de llenarnos, de empaparnos de nuestra sagrada Torá.

            “No es tu responsabilidad terminar la tarea, pero no estás libre de abandonarla …” Pirkei Avot 2:21

Meir Szames

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