Esta
semana comenzamos la lectura y estudio de un nuevo libro de la Torá : Sefer Bemidbar, cuya
traducción literal sería “en el desierto”, pero que es llamado comúnmente
“Números”.
Ya
Nuestros Sabios nos marcan el contenido predominante en Bemidbar, llamándolo
“Jumash haPekudim” el libro de los censos, ya que se dedica a los censados y a
los censos (Mishná Iomá 7:1).
Nuestra
parashá comienza diciendo “Habló Adon-i a Moshé en el desierto de Sinaí en la Tienda de Reunión (Ohel Moed)”.
El comentarista Ibn Hezra hace notar que “Esto nos hace saber que no
ascendió Moshé más al Monte Sinaí después que la Divinidad se hizo
presente en la Tienda
de Reunión”. Y agrega en su comentario el Rab Mordejai Edery que la palabra
“shamaim” - cielos – no figura ni una sola vez en el libro Bemidbar.
Censarnos,
saber cuantos somos. ¿para qué nos es ordenado esto? ¿qué finalidad tiene? No
es el primer censo que encontraremos en la Torá , recordemos al comienzo de Parashat Ki Tisá
(Shemot 30:11 y sigs.) donde se censó a través del medio Shekel de plata que
debía aportar cada uno de los hombres mayores de veinte años que salían de
Mitzraim. En ese caso en particular el objetivo es por un lado censarlos y, sobre
todo, aportar de este modo para la construcción del Mishcan – Tabernaculo.
El
censo que se requiere en la parashá que nos ocupamos pareciera tener un
objetivo particular. Voy a traer el dato que este censo arrojará la misma
cantidad de personas que el llevado a cabo en ocasión de la construcción del Mischan
(basado en la explicación de Rashi a Shemot 30:16). Entonces ¿CUAL ES EL OBJETO
DE UN NUEVO CENSO?
Como
señalan los exegetas citados, ya no habrá manifestaciones en el Monte Sinaí, ya
no encontraremos que “los Cielos” ni la Divinidad se manifestarán de modo estremecedor.
Ya está construido el Mishcan, ya Adon-i mora entre Su pueblo (“Ellos habrán de
hacer para Mí un Santuario -Mikdash- y Yo habré de morar entre ellos” Shemot
25:8).
Y
esto me lleva a entrelazar nuestra parashá con los eventos que el Luaj nos
marca para los próximos días: Rosh Jodesh Sivan (“cabeza/comienzo de mes”) y
Jag HaShavuot.
Y
esto fue posible debido a ese sentimiento que describe Rashi, un sentimiento de
amor, de compañerismo, de paz y de armonía fue lo que hizo merecedor al Pueblo
de Israel de recibir la Torá ,
acontecimiento que celebramos en Shavuot.
Vamos
de nuevo, entonces, nos “censamos” y de este modo sabemos cuantos somos, con
quienes contamos, nos unimos.
Manifestamos
nuestra voluntad de recibir La
Enseñanza , La
Torá , estamos dispuestos a ocuparnos de ella, tanto a
mantenerla con nuestras acciones así como con nuestro estudio.
Que
este momento en que comenzamos el cuarto libro de nuestra Torá, nos permita ser
capaces de lograr esa unión, donde contemos los últimos días del Omer y logremos
“prepararnos” para recibir una vez más lo mismo que venimos recibiendo desde el
Monte Sinaí: la oportunidad de disfrutar del estudio y la interpretación, de
llenarnos, de empaparnos de nuestra sagrada Torá.
“No
es tu responsabilidad terminar la tarea, pero no estás libre de abandonarla …”
Pirkei Avot 2:21
Meir
Szames
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