29.12.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Miketz

                                                                                                                            בס'ד

Kjú mi-zimrat ha-aretz bi-jleijem
            “Tomen del mejor producto de la tierra en vuestras alforjas…” (Bereshit-Génesis 43:11).

            Rabí Ieoshua de la ciudad de Sajnin dijo en nombre de Rabí Levi: Esto significa cosas que son alabadas (y que se les cantan alabanzas) en el mundo…
            “Y el doble de dinero tomen en su poder” (43:12). Rabí Itzjak dijo: no sea cosa que suba la cotización de los productos.
            “…ya que el dinero que había sido devuelto en la boca de vuestras alforjas habrán de llevar de vuelta. ¡Tal vez yerro es! Y a vuestro hermano tomen y levántense, vuelvan hacia el hombre” (43:12-13).
            Les dijo Israel a sus hijos: Ya tienen preparado el dinero, los regalos y están todos los hermanos que van a ir de viaje, ¿necesitan algo más? Le respondieron sus hijos: Te pedimos tu Tefila por nosotros.
            Les respondió: Si mi Tefilá es lo que piden: “Y El-Shaddai les otorgue a ustedes misericordia ante el hombre y que les libere a vuestro hermano…” (43:14) (Midrash Bereshit Rabá 91:11).

            El midrash de esta semana nos describe una escena intima de dialogo entre Iaacov (en este pasaje de la Torá es llamado por su nombre Israel) y sus hijos, en el momento en que deben volver a descender a Egipto para negociar con su hermano Iosef, visir de Egipto (todavía no han revelado su identidad y creen que es un egipcio): Deben negociar víveres y la liberación de uno de sus hermanos.
            En este contexto, en varios versículos (43:11-14), se describen las instrucciones que el padre da a los hijos: Tomar productos importantes como presente para el mandatario extranjero, llevar dinero que debían devolver. El midrash viene a explicar las palabras de Iaacov-Israel, y a completar el sentido de los versículos.
            Nuestro patriarca detalla minuciosamente sus instrucciones. Y cuando termina de darlas, entrega una bendición a sus hijos. Ellos, que iban a emprender una empresa muy difícil e incierta, le piden llevar algo que les iba a hacer mucha más falta que todo lo material: La brajá de su padre. Y el padre, atento a tan intenso pedido, entrega su bendición y rezo por ellos: “Y El-Shaddai les otorgue a ustedes misericordia…”.
            Hermoso momento de intimidad el que nos acerca el midrash.
            Tan hermoso, como un dicho jasídico, atribuido a Rabi Najman de Breslav que habla sobre el versículo que encabeza nuestro midrash: “Tomen del mejor producto (zimrat) de la tierra”, es decir, de la melodía de la tierra, porque no hay cosa en el mundo que anime más el alma del ser humano, que las melodías de la casa paterna (nigunim shel beit aba).
            En la intimidad de nuestras familias se esconden y residen mensajes y melodías que nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida. Lindo poder darlos cuando nos toque, lindo poder recordarlos y ‘tararearlos’ cada vez que broten de nuestro corazón.
            Que las melodías de nuestra Tradición, sigan sonando en nuestras bocas y nuestros corazones.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames

22.12.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Vaieshev

                                                                                                                  בס'ד

Vaieshev Iaacov be-eretz megurei abiv
            “Se asentó Iaacov en la tierra de las moradas de su padre” (Bereshit- Génesis 37:1).

            Abraham hizo guiurim (conversiones), cómo está escrito en Bereshit 12:5: "Tomó Abram a Sarai su mujer y a Lot - el hijo de su hermano - y todos sus bienes que habían adquirido, así como las almas que hicieron (asher asú) en Jaran", dijo Rabí Eleazar en nombre de Rabí Iosi Ben Zimra: Nadie en el mundo puede crear siquiera el más pequeño mosquito y ¿Qué es esto que viene y dice la Torá de "las almas que hicieron en Jaran?!?!" La Torá está hablando de los guerim (conversos) que convirtió Abraham. ¿Y por qué dice que "hicieron" y no dice que "convirtieron"? Para enseñarte que todo aquel que acerca al guer (converso/extranjero) es como si lo hubiera creado. Se podría decir que Abraham convertía a la gente, y ¿acaso Sara no los convertía? Por eso en el versículo está en plural, no dice "que hizo" sino que dice "que hicieron", cómo dijo Rabí Junia: Abraham se ocupaba de convertir a los varones y Sara de convertir a las mujeres.
            Se aprende también de la expresión "que hicieron" que Abraham Avinu los recibía en su casa, les daba de comer y beber, y los acercaba, los hacía entrar debajo de las alas de la Shejiná (Divina Providencia).

            Iaacov también realizaba guiurim (conversiones), cómo está escrito en Bereshit 35:2 "Dijo Iaacov a la gente de su casa y a todos los que estaban con él: Quitad los dioses extraños que hay en medio de vosotros, purificaos y mudad vuestras ropas" y en el versículo 4 "Dieron a Iaacov todos los dioses extraños que tenían en su poder y los zarcillos que tenían en sus orejas y los sepultó Iaacov bajo la encina que había cerca de Shejem.".

            Ya sabemos que Abraham y Iaacov realizaban guiurim, pero de Itzjak, el padre de Iaacov, no hemos escuchado que el también haya convertido gente en su época, ¿De dónde sabemos esto? De lo que enseña Rabí Hoshaia Raba en nombre de Rabí Iehuda hijo de Rabí Simón: Está escrito "Se asentó Iaacov en la tierra de las moradas de su padre (megurei abiv)" ¿Qué significa " moradas de su padre/megurei abiv"? "Me-güierei abiv" de las conversiones de su padre. (Midrash Bereshit Rabá 94:4).

            El midrash busca cuál es el sentido de que el versículo diga "megurei abiv" siendo que se sabe que Itzjak, padre de Iaacov, vivió todos sus días en Canaan (Eretz Israel).
            Y por eso busca otro significado al literal aparente.
            Entonces nuestros sabios empiezan a hilar la historia familiar de nuestros tres patriarcas, como personas que se ocupaban de difundir su fe, su forma de pensar, de ver y entender el mundo y de transmitir esto y buscar adeptos que quieran formar parte de su tribu/pueblo.
            Quizás este dato tome a alguno desprevenido, pero el pueblo judío no tiene una base racial, no se basa en un concepto de raza, ya que se puede ser judío por nacer de una madre judía o por adoptar la fe y la forma de vida judías. A esto último es lo que se llama por nuestra tradición como Guiur (traducido habitualmente cómo "conversión al judaísmo" - término que no refleja con exactitud el concepto en hebreo, pero uso esta traducción para que sea claro de que estamos hablando).
            El mensaje implícito que dejan nuestros Sabios al decir que nuestros Patriarcas realizaban guiurim es muy profundo. También es legislado así en el Talmud y en los códigos legales posteriores. Siempre existió la posibilidad para el que por herencia familiar no pertenece al pueblo judío, de poder entrar al mismo. Esto pone acento en algo: ser judío va mucho más allá de nacer en una casa u otra, ser judío tiene que ver en la forma como actuamos, en la forma en que pensamos, y en qué creemos.

            Más allá del caso puntual que trae nuestro midrash, sea para el caso que sea, transmitir lo que sentimos y vivimos, y pretender que otra persona pueda querer acercarse a nosotros, tiene que venir acompañado de amor. Un amor que se verá demostrado en nuestras actitudes, en nuestra mano abierta para dar, y en nuestra paciencia y respeto hacia el otro.
            Abrir las puertas de la casa, compartir y acercar, para juntos poder querer vivir y convivir, y transformar el mundo en un lugar más habitable, con ganas de ser vivido en comunidad.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames

15.12.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Vaishlaj

                                                                                                                                  בס'ד

Va-iaratz Esav likrato... va-ishakehu
            “Corrió Esav a su encuentro y le abrazó, se echó sobre su cuello y lo besó y ellos lloraron” (Bereshit – Génesis 33:4).

            ‘Y lo besó’ está puntuado arriba.
            Dijo Rabí Shimon Ben Eleazar: cuando hay más letras que puntos sobre ellas, hay que interpretar las letras; si hay más puntos que letras, hay que interpretar los puntos. En nuestro caso, hay igual cantidad de letras y puntos sobre ellas. ¿Qué se entiende de esto? Que Esav se llenó de compasión por Iaacov en ese momento, y lo besó de puro corazón.
            Le contestó Rabí Ianai: si es así como vos decís ¿Por qué tiene la marca de los puntos encima de la palabra 'lo besó'? Viene a enseñarte que no quería besarlo, sino morderlo, y que el cuello de Iaacov Avinu se convirtió en mármol, y se le rompieron los dientes a aquel malvado de Esav.
¿Y por qué viene la Torá y dice que ambos "lloraron"? Para entender que uno lloraba por sus dientes y el otro por su cuello.
            Dijo Rabí Abahu en nombre de Rabí Iojanan que esto se aprende un versículo de Shir HaShirim (Cantar de los Cantares) 7:5: "tu cuello es como una torre de marfil" (Midrash Bereshit Rabá 78:9).

            Este es un famoso midrash, que se ocupa de uno de los momentos más tensos de la Torá: El reencuentro de dos hermanos distanciados por 20 años, llenos de fantasías y miedos.
            Sobre este encuentro la Torá nos relata que "se encontraron" y en el momento culmine del abrazo, Esav "besa" a Iaacov. La palabra que describe ese momento en la Torá es ‘vaishakehu’, y, en el texto de la Torá, se encuentra puntuada por encima de sus letras (hay que tener en cuenta que el texto de la Torá no lleva puntos, y que algunas veces aparecen casos como este, que llaman la atención de los intérpretes de nuestra tradición de distintas épocas).
            Las opiniones se van a dividir en dos, y nosotros, seguramente, podemos identificarnos con una u otra opinión.
            Se puede creer y entender, cómo Rabí Shimon Ben Eleazar, que luego de las diferencias que siempre hubo entre Iaacov y Esav, al momento del reencuentro Esav dejó de lado su enojo y rencor para con su hermano.
            O se puede estar del lado de Rabí Ianai, que no cree que el malvado Esav pueda cambiar de parecer, y la llamativa forma en que está escrita la palabra ‘vaishakehu’ viene a enseñarnos que algo pasó que el texto prefiere no decirlo explícitamente, pero claramente no es una actitud positiva de un Esav que sigue siendo tan malvado cómo hace 20 años cuando los hermanos se vieron separados por sus propias acciones y actitudes.

            Para nosotros, que vivimos en un mundo donde las rivalidades son la moneda corriente, la opción de Rabí Ianai podría ser la más aceptable. Nuestros desencuentros y dicotomías son tan terminantes, que sería una actitud casi aceptada y cotidiana. Odio a alguien, eso no cambia. Incluso si ese supuesto odio es nacido de una pequeñez, cómo pensar distinto, ser de equipos de fútbol o partidos políticos distintos, corrientes religiosas distintas, etc etc.
            Ojalá que algún día podamos ver y creer cómo Rabí Shimon Ben Eleazar que dos personas pueden zanjar sus diferencias y darse un fuerte abrazo. Sin necesidad de dejar pasar 20 años.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames

8.12.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Vaiezte

                                                                                                                                    בס'ד

Vaifgá ba-makom…
            Se encontró con el lugar...” (Bereshit – Génesis 28:11).
            ¿Qué significa que Iaacov se encontró con el lugar? Significa que rezó. “El lugar” indica que rezó en el Beit HaMikdash (donde en el futuro sería edificado el Gran Templo de Ierushalaim).

            Dijo Rabi Ieoshua Ben Levi: Los Patriarcas ordenaron las tres tefilot, los tres rezos del día.
            Abraham ordenó la tefilá de Shajarit (matutina), como está dicho en Bereshit 19:27: “Abraham madrugó muy de mañana y fue al lugar donde había estado parado (‘amad) delante de Ado-nai”, y estar parado (‘amidá) implica tefilá (rezo), como está dicho en Tehilim – Salmos 106:30 “Se paró Pinjás y rezó”.
            Itzjak ordenó la tefilá de Minjá (de la tarde), como está dicho en Bereshit 24:63 “Había salido Itzjak para meditar/orar (lasuaj), en el campo, hacia el atardecer”, y meditar/conversar (sijá) implica tefilá (rezo), como está dicho en Tehilim 142:3 “Derramo delante de Él mi querella (sijí)” y también en Tehilim 55:18 “Tarde, y mañana, y al mediodía oraré (asija), y clamaré, y Él oirá mi voz”.
            Iaacov ordenó la tefilá de Arvit (de la noche), como está dicho Se encontró con el lugar...”, y encuentro (peguiá) implica tefilá (rezo), como está dicho en Irmiahu – Jeremías 7:16 “Por tanto, no ores tú por este pueblo…ni Me supliques (tifgá)…”…

            Dijo Shmuel Bar Najman: las tefilot fueron ordenadas por los tres momentos donde cambia el día, por esto la persona debe decir a la noche (en Arvit): “Sea Tu voluntad Ado-nai, Dios mío, que me saques de la oscuridad a la luz”, a la mañana (en Shajarit) debe decir: “Te agradezco que me sacaste de la oscuridad a la luz”, y a la tarde (en Minjá) debe decir: “Sea Tu voluntad Ado-nai, Dios mío, que así como tuve el privilegio de ver el sol al amanecer, así pueda verlo al anochecer”.

            Otra opinión: Se encontró con el lugar...” – Nuestros Maestros dicen: las tefilot fueron ordenadas por las ofrendas que se ofrecían en el Templo. El rezo del Shajarit por la ofrenda del amanecer, el rezo de Minjá por la ofrenda de la tarde, el rezo de Arvit no tiene ofrenda con la cual ser comparada. Dijo Rabi Tanjuma: incluso el rezo de la noche es comparado con los restos de los sacrificios que se ofrecían durante el día y que se quemaban en el fuego del altar durante toda la noche (Midrash Bereshit Rabá 68:9).


            Este midrash, que tiene un correlato con lo que dice el Talmud Bavli en el Tratado Brajot 26b, nos trae una de las versiones más difundidas del origen de la Tefilá dentro del Pueblo Judío.
            Iaacov, antes de salir de la Tierra de Israel, hacia su destino en la diáspora junto a su tío Laban, se toma un momento para hacer tefilá, y rezar.
            De aquí, toma nuestro midrash tres momentos donde nuestros patriarcas realizan acciones que sugieren que hacen tefilá. En cada caso, traen versículos para las comparaciones idiomáticas correspondientes. Así, se puede unir las tefilot que fijaron los hombres de la Gran Asamblea (Anshei Kneset HaGuedolá) con nuestros patriarcas, Abraham, Itzjak e Iaacov.
            También figura la opinión que dice que las tefilot fueron instituidas en reemplazo de los sacrificios en el Gran Templo de Ierushalaim.
            ¿Cómo se soluciona este posible doble origen? ¿Las tefilot fueron ordenadas por los patriarcas o vienen a reemplazar los sacrificios y ofrendas del Beit HaMikdash? La solución tradicional nos dice que las tefilot fueron ordenadas por los patriarcas, y se instituyeron en acuerdo con los horarios establecidos para las ofrendas en el Beit HaMikdash.

            Aunque el origen de nuestras tefilot, nuestra forma de rezar y llegarnos a lo trascendente, a Dios, es sumamente importante, y por eso mismo elijo compartir esta semana un midrash un tanto complejo y más largo que lo habitual, me quiero detener en la parte del medio de nuestro midrash. La opinión de Shmuel Bar Najman, que nos muestra la importancia y trascendencia de la tefilá. Las tefilot fueron instituidas para los tres momentos del día. Nos recomienda algo en lo que pensar, algo a tener en cuenta en cada momento del día.
            Nuestros días corren, son ‘comidos’ por la vorágine de la rutina. La obligaciones y apremios del diario vivir no nos dan respiro para poder apreciar todo lo que tenemos, todo lo que nos esforzamos, y el logro de cada día.
            La tefilá nos invita a prepararnos cada mañana para empezar el día en Shajarit, a la tarde para hacer un breve ‘parate’, un recreo, durante Minjá, y a poder concluir el día en paz con Arvit.
            Deberíamos trabajar nuestras tefilot para salir del rezo automático, y poder entrar en una tefilá reflexiva, que nos ayude a ver que tenemos que mejorar, que pedir y que agradecer cada día del año.
            La tefilá nos tiene que ayudar a mejorar y a vivir cada día más plenos y felices, siendo conscientes de las bendiciones que recibimos en nuestra vida.
            Rezo por eso.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ


Rab Meir Szames

1.12.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Toldot

                                                                                                                                        בס'ד

Ve-iten lejá Ha-Elo-him mi-tal ha-shamaim…
            “Y te conceda Elo-him del rocío del cielo...” (Bereshit – Génesis 27:28).
            Está escrito en Iyov (Job) 29:19 “Mi raíz se abrirá (patuaj) junto a las aguas, y el rocío posará toda la noche sobre mi ramaje” – Dijo el mismo Iyob: Por haber tenido siempre las puertas de mi casa abiertas (petujot), a muchos les pasaba que les tocaba cosechar cosechas secas y malas, y a mí me tocaban cosechas buenas y frescas. El sentido de esto se explica por el versículo “Mi raíz se extenderá junto a las aguas, y el rocío posará toda la noche sobre mi ramaje”.
            Dijo Iaacov: Porque me he ocupado de estudiar y practicar la Torá, que es comparada con el agua, es que fui bendecido con el rocío, como está dicho: “Y te conceda Elo-him del rocío del cielo”. (Midrash Bereshit Rabá 66:1).

            El midrash de esta semana empieza con un pasaje donde Itzjak le da la bendición a su hijo Iaacov.
            Entender el versículo de Iyob literalmente es difícil, ya que ¿Cuál es la relación posible entre que su raíz se abrirá junto a las aguas y qué por eso recibiría rocío? Así habría que entender a Iyob: Todo lo que me vi beneficiado en buenas cosechas, espigas de trigo hermosas y vigorosas, espigas de trigo que solamente recibieron rocío e incluso así no había en ellas sequedad alguna, todo fue en mérito de ‘mi raíz se abrirá junto a las aguas’. La casa de Iyob se encontraba abierta a recibir visitas como las aguas que benefician a todo el mundo, y cualquiera puede ir y tomar un poco. Y la casa de la persona es su “raíz”. Iyob es destacado por el Tanaj como una persona hospitalaria dispuesta a recibir visitas (ver Iyob 31:32).
            Sobre la brajá que recibe Iaacov, lo que llama la atención es que se refiere al rocío como ‘rocío del cielo’, y no es común que aparezca esa expresión en la Torá (aparece sólo una vez más en la Torá). Por eso se entiende aquí, que se está haciendo referencia al rocío que corresponde al ‘agua’, el que viene en mérito de la Torá que es comparada al agua: “¡Todos los sedientos, vengan hacia las aguas!” (Ishaiahu – Isaías 55:1).

            Para nuestros días, donde nos esforzamos por buscar espiritualidad y el sentido del día a día, esperar recibir el rocío del cielo, puede verse facilitado por estas dos mitzvot tan importantes y simples que nos recomienda el midrash: Ajnasat Orjim y Talmud Torá, recibir visitas y estudiar las fuentes de la tradición del Pueblo de Israel.
            Pequeños grandes desafíos, que nos exigen un poco de esfuerzo y dan recompensa inmediata al sentir que podemos ser parte de algo más grande.
            Regar nuestras raíces, nuestras casas, con las ‘aguas’ de nuestro pueblo.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ


Rab Meir Szames

24.11.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Jaiei Sara

                                                                                                                                               בס'ד
  
Ve-Abraham zaken ba ba-iamim…
            “Abraham era anciano, entrado en años…” (Bereshit – Génesis 24:1)

            Está escrito en Mishlei (Proverbios) 16:31 lo siguiente: "Corona de gloria es la cabeza cana, cuando se halla en el camino de la justicia (tzedaká)".

            Se cuenta que Rabi Meir fue de visita a una ciudad llamada Mamla. Allí, vio que todos sus habitantes tenían los cabellos negros (alusión a que eran todos muy jóvenes).
            Les preguntó a ellos: ¿Ustedes son todos de la familia de Eli?, cómo está escrito en Shmuel Alef 2:33 "…y todo el aumento de tu casa morirá en la flor de la edad/joven".
            Le respondieron: ¡Rabi, rece por nosotros (bendíganos)!
            Les dijo: vayan y ocúpense de hacer Tzedaká, y así van a ser meritorios de llegar a la vejez.
            ¿Cuál es el sentido de las palabras de Rabi Meir? Se basa en el versículo de Mishlei que estudiamos más arriba: "Corona de gloria es la cabeza cana" ¿Cómo se hace para llegar a tener la cabeza con canas? "cuando se halla en el camino de la tzedaká".
            ¿De quién se aprende esto? De Abraham, que está escrito sobre él en Bereshit 18:19 "… para que observen la senda de Ado-nai, al practicar la tzedaká.", y Abraham tuvo el mérito de llegar a la vejez, como dice el versículo que encabeza el midrash "Abraham era anciano, entrado en años…" (Midrash Bereshit Rabá 59:1).

            El midrash que estudiamos esta semana, nos viene a contar una anécdota del famoso Rabi Meir, sabio de la cuarta generación de los Tanaim (sabios de la Mishná).
            Rabi Meir llega a una ciudad, y se sorprende al no ver allí gente de edad avanzada, sino solamente jóvenes, de ‘cabellos negros, sin canas’.
            Luego de notar esto, les pregunta a los pobladores si ellos eran de la familia de Eli, haciendo referencia a un pasaje del Tanaj (Biblia), donde Dios anuncia al sacerdote Eli que debido a la transgresión de sus descendientes, ellos iban a morir a una edad muy joven.
            Los residentes de la ciudad de Mamla, que entienden a la perfección lo que les dice Rabi Meir, le piden que rece por ellos, que los bendiga, que les dé una solución práctica para evitar morir jóvenes, para solucionar su grave problema,
            Él va a responder con total pragmatismo y simpleza: Hagan Tzedaká. Practiquen la Tzedaká. Y esta respuesta la basa en su interpretación de que a Abraham y su descendencia les fue ordenado hacer Tzedaká, y que luego la Torá hace referencia a que Abraham vive una vida larga, llegando a la vejez, viviendo muchos días.

            Muchas veces, buscamos fórmulas que lo aseguren todo, que lo solucionen todo.
            Y en esa búsqueda de seguridad, nos podemos frustrar si nos damos cuenta que esa solución que nos dieron, no resolvía todos nuestros problemas.
            Se cita siempre el versículo de Mishlei 10:2 que dice “Tzedaká tatzil mi mavet / la tzedaká libra de la muerte”, e incluso quien hace tzedaká, un día va a partir.
            Hay que entender que hay cosas que, quizás no aseguren nuestra existencia, pero nos aseguran pasarla mejor, más plenos, más completos. A su vez que quizás la otra persona pueda seguir viviendo, pueda pasar un mejor rato.
            La tzedaká no nos salva ni asegura nada concreto, pero nos da la esperanza de un mundo mejor donde valga la pena vivir muchos días.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ


Rab Meir Szames

17.11.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Vaierá

                                                                                                                                      בס'ד

Va-ikaj be-iadó et ha-esh ve-et hamaajelet…
            “…tomó en su mano el fuego y el cuchillo y se encaminaron ambos, juntos” (Bereshit 22:6).
            Dijo Rabí Janina: ¿Por qué es llamado este cuchillo “maajelet”? Por cuanto que vuelve aptos para ser consumidos a los alimentos “maajalim”. Y nuestros Sabios dicen: Todas las “comidas” que el pueblo de Israel recibe y come en este mundo terrenal, las recibe por mérito de aquella maajelet (el cuchillo de Akedat Itzjak).
            Sobre el final del versículo se explica sobre Abraham e Itzjak que dice “y se encaminaron ambos, juntos”, este para atar y este para ser atado, este para sacrificar y este para ser sacrificado (Midrash Bereshit Rabá 56:3).

            Estamos hablando de Akedat Iztjak, el casi sacrificio de un hijo a manos de su padre. Es complejo, y altamente conocido el relato (ver Bereshit – Génesis capítulo 22). El final es un final relativamente feliz, ya que Abraham no sacrifica a su hijo, más allá de que, claramente, es de los relatos bíblicos que ‘más tela dan para cortar’.
            Ahora, yendo al midrash en sí, nos marca dos cosas: Primero, que la Torá no llama a este cuchillo con cualquier nombre (cuchillo en hebreo se dice “sakín” habitualmente); el cuchillo con el que iba a ser sacrificado Itzjak se llama “maajelet”, porque por el mérito de la fe de Abraham, dispuesto a sacrificar a su hijo, y de Itzjak, dispuesto a ser sacrificado, es que nosotros merecemos el favor de Dios. Esto último – que ambos estaban dispuestos al sacrificio, y que esto es considerado meritorio – es de lo más difícil del relato, pero forma parte de nuestra Tradición, y se ve reflejada en la forma en que hacemos Tefilá, ya que al rezar los judíos comenzamos diciendo “Bendito Eres Tú, Ado-nai, Dios Nuestro y de Nuestros Padres, Dios de Abraham, Dios de Itzjak y Dios de Iaacov” y según varias opiniones de nuestros sabios, Akedat Itzjak, la “atadura/no sacrificio de Itzjak” marca la última de las diez pruebas a las que fue sometido Abraham Avinu por parte de Dios para demostrar su fe y que realmente estaba preparado para ser el padre de nuestro pueblo.

            Por último, me gustaría enfocar el asunto desde otro lugar: Abraham e Itzjak, padre e hijo, son llamados a pasar la situación más fuerte de sus vidas en este pasaje de la Torá. Y deciden hacerlo juntos, se encaminan y se enfrentan a lo que a muchos les parece un destino implacable y sin chances de salir de esta situación.
            Muchas veces nos enfrentamos a situaciones que van más allá de lo que podemos imaginar y, a veces, aguantar. Creo que en esos momentos, está bueno ver quien está a nuestro lado, para poder vivir y pasar esos momentos de la mejor manera posible.
            Nada está definitivamente escrito ni sellado, sólo depende de la actitud que tengamos y de la buena compañía que elijamos.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ


Rab Meir Szames

10.11.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Lej Lejá

                                                                                                                                                בס'ד
Lej Lejá me-artzeja…
            “Dijo Ado-nai a Abram: Véte de tu país y de tu lugar natal y de la casa de tu padre, a la tierra que habré de mostrarte” (Bereshit 12:1).
            Rabí Itzjak explicó a través del siguiente versículo de Tehilim-Salmos 45:11 “Escucha, hija, mira y pon atento oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre” (Lo relaciona a través de la palabra “avija”/tu padre). Dijo Rabí Itzjak: esto se puede explicar a través de un “mashal” (parábola): Había una persona que viajaba de lugar en lugar, y en un momento vio un hermoso castillo que se prendía fuego. En ese momento se preguntó: ¿Este palacio no tiene alguien que lo conduzca? ¿Acaso no hay un líder del lugar? En ese momento, el dueño del castillo se le apareció y le dijo: yo soy el dueño de este palacio.
            Así pasaba con Abraham Avinu que decía: ¡¿Será posible que no haya quien conduzca y dirija este mundo?! Se le apareció el Kadosh Baruj Hu y le dijo: Yo soy el que conduce al mundo, Soy su dueño.
            Cierra el midrash con el versículo siguiente al que lo encabezaba, en Tehilim 45:12, que dice “y el rey se prendará de tu belleza. El es tu Señor, ¡póstrate ante él!”. La primera parte que dice “y el rey se prendará de tu belleza” Para embellecer el mundo. Y luego dice “El es tu Señor, ¡póstrate ante él!” por eso ocurre que Dios se le aparece a Abraham y le dice “Véte de tu país y de tu lugar natal y de la casa de tu padre, a la tierra que habré de mostrarte” (Midrash Bereshit Rabá 39:1).

            Este midrash nos trae una forma de ver como es elegido Abraham como nuestro primer patriarca. Dios no lo busca directamente, sino que todo empieza con una búsqueda de Abraham para entender que o quien gobierna el mundo. Un mundo que se prende en llamas, por cierto. Ante la búsqueda y la pregunta de Abraham Avinu, Dios se le aparece y le responde con la famosa orden de “Lej Lejá” Vete para ti.

            Cuando mucha gente busca respuestas fáciles y rápidas, es hora de recuperar las preguntas. Es hora de restablecer nuestras prioridades y saber donde mirar y donde preguntar. Es hora de volver a lo que somos y, sobre todo, volver a preguntarnos cada tanto, quienes somos y hacia donde queremos ir.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ


Rab Meir Szames

3.11.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Noaj

                                                                                                                                                         בס'ד

Et ha-Elo-him italej Noaj…
            “Con Dios se encaminó Noaj” (Bereshit – Génesis 6:9). Debatían Rabí Iehuda y Rabí Nejemia sobre el significado de este versículo.
            Explicaba Rabi Iehuda este versículo con la siguiente comparación: es el caso de un rey que tiene dos hijos, uno mayor y uno pequeño. Al pequeño le dice que vaya a su lado, y al mayor lo deja ir libremente delante de él. Así, Abraham, que poseía múltiples virtudes, podía ir delante de Dios. Noaj, que era un poco más limitado, marchaba junto a Dios.
            Dijo Rabí Nejemia: al amado del Rey, que estaba deambulando por pasillos oscuros, lo vio el rey y le dijo que viniera y se quedara al lado suyo. En el caso de Abraham, el Rey está yendo por pasillos oscuros, lo ve su preferido (del Rey) y lo alumbra desde la ventana. El Rey le dice: deja de alumbrarme desde la ventana, e ilumina el camino delante de mí. Así le dice el Kadosh Baruj Hu a Abraham: ¿Qué haces iluminándome desde la Mesopotamia y sus alrededores? Ven y alúmbrame el camino delante de mí, en la Tierra de Israel. Así está escrito (Bereshit 48:15) “y bendijo a Iosef diciendo: "El Di-s, el que ante su presencia se han encaminado mis padres Abraham e Itzjak, el Di-s que me conduce a mí desde mi existir hasta el día de hoy…” (BERESHIT RABA – Parashat Noaj – Sección 30:5)

            Este midrash, viene a preguntarse que significa la expresión que aparece en el primer versículo de esta parashá. ¿Qué implica que Noaj haya caminado junto a Dios? El midrash rápidamente nos pone un par de opciones y ejemplos, que tienden a responder a la pregunta de por qué, a pesar de que la Torá dice que Noaj fue un justo en su generación, luego, no tiene ningún tipo de relevancia como patriarca o antecesor del pueblo judío.
            La respuesta viene con una comparación nada sencilla para el bueno de Noaj, lo comparan con nuestro primer patriarca: Abraham Avinu (de quien la Torá dice en Bereshit 17:1 “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando Ado-nai se le apareció a Abram y le dijo: Yo soy El-Shaddai, ¡encamínate delante de Mí y sé íntegro!”).

            Noaj, parece ser lo suficientemente bueno como para ir de la mano de Dios, pero no para ganarse la libertad y el honor de ir haciendo lo que corresponde sin el respectivo cuidado divino.
            Abraham, en cambio, quien marca el comienzo de nuestro pueblo, sale adelante, va al frente, no se queda esperando pasivamente ordenes, sino que busca iluminar el camino delante suyo, llevando a Dios como estandarte.
            Nosotros, como herederos de la tradición de Abraham Avinu, estamos llamados a buscar la luz, la cual debemos usar para iluminarnos el camino, y lograr seguir los pasos de nuestro pueblo y nuestra tradición.

MITZVAT ADO-NAI BARA MEIRAT EINAIM
Las mitzvot de Ado-nai con su pureza iluminan los ojos.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames

27.10.16

UN MIDRASH POR SEMANA - Parashat Bereshit

בס'ד

Comenzamos un nuevo ciclo de lectura de la Torá. Es mi intención intentar compartir un breve midrash cada semana, que nos deje alguna enseñanza para los tiempos que corren.

Bereshit bará Elo-him…
            “En el principio del crear de Dios los cielos y la tierra” (Bereshit-Génesis 1:1) Explicó Rabi Hoshaia Raba sobre el versículo del libro de Mishlei-Proverbios 8:30 que dice: “yo estaba junto a Él, como un arquitecto (Amón). Y era diariamente Su delicia, jugando siempre delante de Él”. ¿Qué significa este versículo de Proverbios? Amón (arquitecto), hay que entender que se refiere a un Umán (artesano), como si la Torá dijese: yo fui el plano de la creación del Kadosh Baruj Hu. Como pasa en la vida cotidiana: un rey de carne y hueso construye un palacio, no lo hace según su parecer únicamente, sino que tiene un arquitecto, y el arquitecto mismo no lo construye según su simple parecer, sino que tiene un plano a seguir, así sabe como va a construir cada espacio del palacio – así el Kadosh Baruj Hu mira en la Torá y construye el mundo. Y la Torá dice: “En el principio –bereshit- del crear de Dios” y no hay otro principio –reshit- que la Torá misma, como está dicho: “Ado-nai me hizo como el principio de Su camino (Mishlei 8:22)” (Extraído de BERESHIT RABA[1] Parashá 1:1).

            Con este midrash, se inicia el libro de Bereshit Rabá. En él, es comparada la Torá, con el plano que usa un constructor o un arquitecto para diseñar, en este caso un palacio. Dios, según este midrash, crea al mundo usando de guía a la Torá.

            Así nosotros, que intentamos vivir en este mundo, tenemos la posibilidad de mejorarlo –Tikun Olam-, siendo mejores personas, mejores padres, mejores amigos, mediante la misma guía que usa Dios para crear al mundo: La Torá y la tradición del pueblo judío que desde hace varios milenios venimos desarrollando y recreando.
            Que comencemos este nuevo ciclo de lectura de la Torá, releyendo cada versículo y haciéndolo nuestro camino y parte de nuestra vida.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ

Rab Meir Szames




[1] Bereshit Rabá es un midrash que data aproximadamente del siglo 5 de la Era Común, compilado por jajamim de Eretz Israel.
Hay también un Shemot Rabá, Vaikrá Rabá, Bemidvar Rabá y Debarim Rabá, aunque se suelen imprimir juntos bajo el nombre “Midrash Rabá”, no pertenecen a un mismo período de tiempo, y tienen diferentes formas de explicar los textos de la Torá.
El Midrash es una técnica de interpretación de los textos bíblicos, donde los sabios se abocan a interpretar los textos sagrados del pueblo de Israel, de modo de trasmitir un mensaje a la congregación o a sus colegas (según distintas opiniones académicas)

13.3.16

PARASHAT VAIKRÁ – Iafé asita col ma she-asita (Bien has hecho todo lo que has hecho)

Vaikrá (Levítico) 1:1-5:26

                Comenzamos a recorrer juntos el tercer libro de la Torá, Sefer Vaikrá, con la parashá que lleva ese mismo nombre.
                En esta sección de la Torá (y en buena parte de este libro de Levítico) encontraremos las reglas pertenecientes a los distintos Korbanot (ofrendas rituales) que se hacían por distintos motivos (algunos eran permanentes, otros para pedir perdón por algún error cometido, o para agradecer por algún acontecimiento personal) y de distintos tipos (animal, vegetal, etc.).
                En el comienzo de la segunda aliá, en Vaikrá 1:14-17, se describe la ofrenda que se realizaba con un par de tórtolas o palomas. Allí se explica qué se hará específicamente con estos animalitos, el actuar del Cohen (Sacerdote) y cómo se consumirá enteramente  la ofrenda sobre el altar (Korbán 'Olá). Específicamente, dice el versículo 17: "Lo despedazará con su plumaje, mas no habrá de separarlo… ושסע אתו בכנפיו ולא יבדיל".
                Explica el Rab Mordejai Edery (según Rashi): "Esto se hacía para que el oferente, que era un hombre pobre, no se sintiera incómodo, ante la pequeñez "física" de su sacrificio, ya que una vez desplumada la tórtola o el palomino, la ofrenda se reduciría notablemente. Una vez más, la Torá nos enseña a tener sensibilidad para todo tipo de persona".
                ¿Cómo se entiende esto? Veamos el siguiente Midrash (en Vaikrá Rabá – 3:5[1]):
                Dijo Rabí Iojanan: una persona común que huele el aroma de las "alas", al ser quemadas sobre el altar, siente un olor tan fuerte que le es difícil de soportar. Y entonces, ¿por qué se pide que sea esto así (que se ponga el animal entero sobre el altar)? Para que el Altar esté embellecido para el Korban del desposeído.
                Se cuenta que una vez el Rey Agripas (recordado para bien en las fuentes judías) dio la orden de ofrendar mil ofrendas de ascensión (‘olot’) en un solo día. Y dio la siguiente orden al Cohen (Sacerdote): "Qué nadie, excepto yo, ofrezca ofrendas en el día de hoy".
                Ese mismo día, vino un desposeído con dos palomas en sus manos y pidió: "Ofrezcan por mí estas palomas". A lo que respondió el Cohen: "El Rey me ordenó que nadie acerque sus ofrendas en el día de hoy, excepto él". Entonces el desposeído le dijo: "Adoní HaCohen –mi señor sacerdote-, yo atrapo cuatro palomas todos los días, ofrezco en ofrenda dos, y me quedo con otras dos para comerlas. Si Usted no me permite ofrendar estas dos, usted me está cortando mi parnasá (Este hombre creía y estaba convencido que su subsistencia se debía a que él ofrecía cada día las otras dos palomas)". En ese mismo momento el Cohen tomó las dos palomas y las ofreció como Korbán sobre el altar.
                Esa noche, entre sueños, el Rey Agripas escuchaba una voz que le decía: "La ofrenda de un desposeído es más importante que la tuya".
                A la mañana siguiente el Rey le dijo al Cohen: "¡¿Acaso no te ordené que nadie excepto yo podía ofrecer ofrendas?!". A esta pregunta proveniente del rey, el Cohen le relata todo lo acontecido y termina preguntando: "¡¿No era correspondiente que yo ofrezca el Korbán de este hombre?! ". A lo que el rey respondió: "Muy bien has hecho todo lo que has hecho יפה עשיתה כל מה שעשיתה".
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                Hace algún tiempo, un martes a la mañana en los que estudiamos Halajá en el Seminario Rabínico, mientras leíamos el Shulján Aruj, mi maestro el Rab Ariel Stofenmacher nos dijo: "Alguno podría pensar que pierde el 10 % de su dinero haciendo Tzedaká, pero en realidad está ganando el otro 90 %". (En referencia a lo escrito en el Shulján Aruj – Ioré Deá – Leyes de Tzedaká (Simán 449:1)[2]: "La cantidad que uno debe dar (de Tzedaká), si está dentro de sus posibilidades, es dar todo lo que necesiten los pobres. Y si su mano no alcanza para todo esto, lo más loable es entregar hasta un quinto (20%) de sus bienes en Tzedaká, la medida media es el 10%, de aquí para abajo, no es lo recomendable"…).
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                El Midrash que estudiamos arriba, así como el breve relato de la clase de halajá, nos dan una perspectiva de un tema que nos atañe a todos: Aportar.
                La Tradición judía hace mucho hincapié en el aporte de cada uno, tanto económico como accionando en las Mitzvot.
                Alguno podría sentir que su aporte no dará frutos, por ser muy pequeño y considerarlo insuficiente, pero no es tan así, ya que si entendemos el aporte de cada uno de nosotros como esencial, y este surge desde las entrañas mismas del sentimiento, siempre será trascendente y significativo.
                Como dicen Nuestros Sabios en el Talmud "Tanto el que logra aportar mucho o poco son meritorios, sólo que dirijan su corazón al Cielo (que tengan las mejores intenciones) אחד המרבה ואחד הממעיט ובלבד שיכוין לבו לשמים " (Talmud Bavli - Brajot 5b).
                La posibilidad de siempre mejorar la situación personal, comunitaria y social en la que vivimos depende en buena parte de nosotros mismos.
                El aporte que tenés para hacer es enorme, siempre que des lo mejor que tenés.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ
שבת שלום ומבורך
Meir Szames



[1] ויקרא רבה (מרגליות) פרשת ויקרא פרשה ג
ה] ושסע אתו בכנפיו ולא יבדיל (ויקרא א, יז). אמ' ר' יוחנן הדיוט הזה אם מריח הוא ריח כנפיו נפשו סוללת עליו ואת אמ' יקרב לגבי מזבח, וכל כך למה, כדי שיהא מזבח מהודר בקורבנו שלעני. אגריפס המלך ביקש להקריב אלף עולות ביום אחד. שלח ואמ' לכהן אל יקריב אדם היום חוץ ממני. בא עני אחד ובידו שני תורין אמ' לו הקריב לי את אילו, אמ' לו המלך ציוני ואמ' לי אל יקרב אדם חוץ ממני היום. אמ' לו אדני כהן ארבעה אני צד בכל יום, אני מקריב שנים ומתפרנס בשנים, אם אי אתה מקריבן אתה חותך פרנסתי. נטלן והקריבן. נראה לו לאגריפס המלך בחלום קרבנו שלעני קדמך. שלח ואמ' לכהן לא כך אמרתי לך אל יקריב אדם חוץ ממני היום. אמ' לו אדני המלך בא עני אחד ובידו שני תורין אמ' לי הקריב לי את אילו. אמרתי לו המלך ציוני ואמ' לי אל יקריב אדם חוץ ממני היום, אמ' לי ארבעה אני צד בכל יום, אני מקריב שנים ומתפרנס בשנים, אם אי אתה מקריבן אתה חותך פרנסתי, לא היה לי להקריב. אמ' לו יפה עשיתה כל מה שעשיתה.
[2] שולחן ערוך יורה דעה הלכות צדקה סימן רמט - כמה חייב ליתן וכיצד יתננה, ובו ט"ז סעיפים. סעיף א: שיעור נתינתה, אם ידו משגת יתן א כפי צורך העניים. ואם אין ידו משגת כל כך, יתן עד חומש נכסיו, מצוה מן המובחר; ואחד מעשרה, מדה בינונית; פחות מכאן, עין רעה. וחומש זה שאמרו, שנה ראשונה מהקרן, מכאן ואילך חומש  שהרויח בכל שנה. הגה: ואל יבזבז אדם יותר מחומש, שלא יצטרך לבריות. ודוקא כל ימי חייו, אבל בשעת מותו יכול אדם ליתן צדקה כל מה שירצה. ואין לעשות ממעשר שלו דבר מצוה, כגון נרות לבית הכנסת או שאר דבר מצוה, רק יתננו לעניים.

17.1.16

PARASHAT BESHALAJ. ¿Desierto o libertad eternas?

Shemot (Éxodo) 13:17 - 17:16

                Los preparativos para la salida de Mitzraim ya están listos. El Pueblo de Israel está iniciando su camino a la libertad.
                Y sorprende el tercer versículo de esta parashá “Y tomó Moshé los huesos de Iosef con él, porque él juramentar había juramentado a los hijos de Israel diciendo: Recordar habrá de recordar Elohim a ustedes y harán ascender mis huesos de aquí, con ustedes” (Shemot 13:19).
                En nuestro viaje a intentar de entender mejor este tramo de la Torá, nos acompañará el Midrash llamado ‘MEJILTA DERABI ISHMAEL’ (Parashat BeShalaj - edición de Horovitz-Rabin págs.. 78 y 79), que con la frase Va-ikaj Moshé et atzamot Iosef imó… empieza a delinear varias ideas de las razones que hacen que Moshé lleve consigo los huesos de Iosef, cumpliendo lo que éste había pedido a los hijos de Israel para cuando los redimiera el Eterno.
                Dice el Midrash: este versículo viene a reconocer la sabiduría y bondad de Moshé, ya que todos los de Israel estaban ocupados en recolectar elementos de oro y plata, y Moshé estaba ocupándose de Mitzvot.
                Y más adelante nos traerá un relato maravilloso:
                El “arón” de Iosef (arca que lleva sus restos) va junto al “Arón Jei HaOlamim” (el arca donde van las Tablas de la Torá, es llamado por el Midrash como el ‘arca del que vive por siempre’).
                Y los transeúntes que se cruzan por el camino con el Pueblo de Israel dicen: ¿cuál es la cualidad de estas dos arcas? Y los Bnei Israel responden: este es el arca de un muerto, y este es el arca del Jei HaOlamim (del que vive eternamente).
                Y entonces preguntan: ¿Cuál es la cualidad de este muerto para ir junto al arca del Jei HaOlamim? A lo que responden: el que va dentro de este cajón (Iosef), cumple y mantiene lo que está escrito dentro de este otro arca (La Torá).

                ¿Qué quiere enseñarnos este Midrash? ¿Se imaginaron alguna vez que el cajón de Iosef iba al lado del Arca del Pacto?
                Iosef HaTzadik, el Justo, una de las figuras centrales de la Torá, goza de un prestigio que trasciende su vida física. Una vez muerto, y pasados largos años de su partida, Moshé, el más grande los Maestros y Profetas, se ocupa de cumplir con la promesa que realizan los Bnei Israel. Promesa realizada por los hermanos de Iosef, y que es transmitida de generación en generación hasta que llega el momento en que Moshé se ocupa de cumplir la promesa. (Se dice que cuando uno hace una Mitzvá hacia un muerto, hace Jesed veEmet, bondad y verdad, basado en Bereshit 47:29, cuando Iaacov le pide a Iosef que lleve sus restos mortales a la Tierra Prometida).
                Que Moshé se ocupe personalmente de una Mitzvá, no nos sorprende.
                Pero ¿qué significa lo que nos trae el Midrash cuando dice que un arca está relacionada con el otro?

                Nuestra conducta está marcada por siglos de recorrido común como Pueblo de Israel. Moshé Rabeinu, Iosef, Nuestros Patriarcas en la Torá, los Profetas, los Jajamim (Sabios) desde la Mishná y el Talmud, pasando por la Edad Media con Rashi y Maimónides, llegando a los padres y constructores de Medinat Israel con Hertzl, Bialik, Ben Gurión, Itzjak Rabín, Ariel Sharón. Cito sólo algunos ejemplos porque la lista se hace enorme. Nos encanta compararnos con sus figuras históricas. Es hermoso pensar y sentir que somos sus herederos directos. Que encarnamos todo lo que ellos hubieran querido de nosotros.
                Después nos miramos un poco más íntimamente, y nos damos cuenta que esa es una linda aspiración, pero que muchas veces por ignorancia, y otras tantas veces a propósito, nos corremos de sus caminos.

                El Aron Jei HaOlamim del Midrash, viene a reflejar la palabra y la acción eternas para Am Israel. Y el de Iosef, nos simboliza que nos quedan muchas promesas por cumplir.

                Para la vida eterna del Pueblo de Israel, tendremos que seguir cumpliendo en palabras y, sobre todo, en acciones, nuestro legado.
                No tenemos que sentir que ese legado nos oprime. Ese legado milenario sin dudas, deberemos prometernos, nos liberará una vez más.
                Nos dará la posibilidad de pensar mejor, de sentir más y, si logramos abrevar de él, a accionar mejor.

                En momentos donde bocas y plumas inescrupulosas nos ponen de ejemplo de lo malo que sucede en el mundo, demostremos con nuestras acciones, y no sólo con broncas y palabras al viento, que somos aquellos mismos que se prometieron ser luz para las naciones.
                El camino para salir de Mitzraim nos llevará por situaciones como estas, juntos vamos a poder atravesar los desiertos modernos. Que sea difícil no significa ni que sea malo ni imposible, simplemente, es un gran desafío que tenemos frente.

SHABAT SHALOM UMEVORAJ
Meir Szames