22.9.14

ROSH HASHANA 5775 - “Una canción interesante”

                Rab Zushe pasó una vez por un prado donde un pastor, en medio de su rebaño de ovejas, tocaba una melodía con su flauta de sauce. Se acercó y escuchó hasta que la aprendió y pudo llevársela consigo. Así fue cómo la canción de David, el pastorcillo, fue liberada de su largo cautiverio.


                Hoy nos encontraremos todos en el Beit HaKneset, en la Sinagoga, dando inicio a un nuevo año.
                Y yo, por mi parte, llevo todo este año con una palabra dando vueltas en mi mente: INTERESANTE.
                Este pensamiento tiene que ver con los que a muchos de nosotros nos pasa, que la tradición del Pueblo Judío se nos escapa, o la dejamos escapar, ya que no nos resulta interesante.
                Pero si fuera así, ¿Qué hacemos todos nosotros hoy acá? Algo estamos buscando.

                Si revisamos el recorrido de nuestro pueblo, nos daremos cuenta que siempre hubo personas dispuestas a seguir adelante, a darle una vuelta de tuerca más a lo nuestro.
                Y si, si nos quedamos esperando que los demás lo hagan por nosotros, es probable que nos cansemos de quedarnos quietitos esperando, en lugar de salir a hacerle frente.

                ¿No se entiende aún lo que vengo a decir?

                Abraham Avinu siente que la forma de actuar de sus mayores no era adecuada, y se convirtió en un IVRÍ, un hebreo, una persona dispuesta a romper con los moldes de su época. Destruyó los ídolos del padre, y salió en búsqueda de su propio camino, guiado por la Voluntad Divina.
                Lo mismo pasa con Moshé Rabeinu, quien sale de la comodidad de ser príncipe en Egipto, y se decide a ser libre, libre de decidir en qué creer, cómo hacer. ¡Y vaya revolución que logra Moshé…! Hace más de 3000 años que venimos siguiendo su línea.

                Aun más, los judíos no vivimos en base a los cinco Libros de Moshé, sino que leemos esa Torá con los ojos del Talmud, nuestra Ley Oral. Hace poco menos de 2000 años, Nuestros Jajamim, de Bendita Memoria, quienes venían transmitiendo de modo oral la Ley entregada por Dios a Moshé en el Sinaí, se vieron obligados, por las persecuciones, a tener que escribirlas. Ya sin Beit HaMikdash - Templo de Ierushalaim -, sin korbanot (ofrendas), se vieron obligados por la situación e hicieron que el pueblo judío siga viviendo, haciendo interesante cada una de las leyes y costumbres, teniendo en cuenta las condiciones que inevitablemente nos traía aparejadas el exilio.
                Lo mismo que el famoso RaMBaM - Maimónides, Iosef Karo con su obra legal y cuantos más.
                En la misma línea, a través del movimiento sionista, tomamos una vez más nuestro destino en nuestras manos y vivimos una de las etapas de mayor florecimiento de nuestra vida como pueblo, y ya son más de 66 años de Medinat Israel.

                Esperemos un poco… ¿Qué tiene que ver todo esto con la fecha que nos reúne hoy?

                Hoy es IOM HADIN, el “Día del Juicio”, el mundo viene a ser juzgado. Todos los seres humanos nos presentamos ante Dios. Como pueblo judío venimos a revisar y rectificar nuestro andar, si hubiera necesidad, mediante la Teshuvá.

                ¿Qué es esto de que el mundo viene a ser juzgado?

                En el tercer día de la Creación del mundo según relata la Torá en Bereshit (Génesis) 1:11: “Dijo Elo-him: Germine la tierra césped / vegetación ... Y fue así”. En hebreo דשא הארץ תדשא tadshé ha-aretz deshe”.
                “DESHE דשא”, significa en hebreo césped, hierba, pasto. Como el que encontramos en un campo, en un prado. Como bien sabemos, Nuestros Patriarcas, el Rey David, y muchos otros dentro de nuestra tradición, eran pastores.
                Imagínense a aquél pastor del campo del cuento de Rab Zushe, רועה rohé, con su canción. Imaginemos, también, que cada persona tiene una melodía. Podrá ser una canción de nostalgia, quizás una canción de amor. Las hay tristes y alegres. Ensayadas e inéditas.

                Imagínate a ese pastor caminando por el verde prado.

                A nosotros mismos nos va a tocar ser “esebעשב pasto, y no un “etzעץ árbol. El árbol es firme, pero si viniera una tempestad, lo arrancaría.
                Nos toca ser עשב pasto, hierba, ya que el ser עשב “eseb” permite a la historia seguir. Viene el viento, nos despeina y nos volvemos a enderezar. Pero esta significación del DESHE, del pasto, tiene una significación simple y no visible a primera vista.
                El mundo viene a ser juzgado. A nosotros nos toca la tarea de hacer brotar el “DESHE דשא”, cuyas iniciales contienen tres palabras claves. DIN דין, SHALOM שלום, EMET אמת. Justicia, Paz y Verdad.

                Con esto respondemos hoy en Rosh HaShaná, con justicia, con paz y con la verdad. Sabiendo que no vamos a renunciar a nuestra tarea milenaria de continuar con la cadena de seguir proponiéndonos interesarnos y hacer interesante nuestra tradición como Pueblo de Israel.
                Nuestra respuesta será una canción del DESHE, siempre realizando acciones concretas: Buscando y persiguiendo justicia, anhelando y haciendo la paz y siempre respondiendo de corazón, con la verdad.
                Será una canción de amor por lo nuestro y los nuestros.

                Que este 5775 nos traiga JUSTICIA, PAZ y VERDAD, que nos traiga un año de cosas dulces y mucha alegría, y la posibilidad y concreción de seguir haciendo crecer a nuestra Kehilá.

שנה טובה ומתוקה
SHANÁ TOVA UMETUKA


Meir Szames

3.7.14

PARASHAT BALAK - “CONOCIENDO AL PROFETA MIJÁ”

                Esta semana corresponde la lectura de Parashat Balak (Bemidbar – Números 22:2 – 25:9) y su Haftará corresponde al Profeta Mijá, capítulos 5:6-6:8.
                La Haftará es una porción de Biblia, por lo general perteneciente a los libros de los profetas, que acompaña desde antaño a la lectura de la Torá.
                Les propongo esta semana, centrar nuestras miradas en este particular profeta del pueblo de Israel.
                El Profeta Mijá, cuyo nombre parece abreviatura de Mi-ka-yá (¿Quién como Adonai?), vivió entre los años 750 y 690 a.e.c., siendo contemporáneo de Ieshahiahu, Hoshea y Amós.
                Según el testimonio de Irmiahu 26:18, “ancianos” de la época relatan que Mijá había profetizado bajo Hizkiahu, rey de Iehudá.

                El libro de Mijá - uno de los doce libros menores de los profetas – cuenta con siete capítulos. En ellos, faltan algunos de sus rasgos biográficos, así como datos históricos de su época.

                Una de las características de este profeta es que, al referirse a los desposeídos, nunca los llama “pobres o menesterosos”: más bien se refiere a ellos con el titulo de nobleza “hammi” - mi pueblo -, queriendo significar “el pueblo de Dios.

                Un versículo sólo (Mijá 6:5) articula la analogía entre esta Haftaráh y Parashát Balák: “Pueblo Mio recuerda ahora qué había tramado Balák, rey de Moab, y qué le hubo contestado Bilhám, hijo de Bejór, desde Shittím hasta Guilgal, para que se hayan de saber las bondades de D’s.

                Los pasajes principales de nuestra Haftará los encontramos en el capítulo 6, entre los versículos 1 a 8. En los mismos, el profeta interpela al pueblo, y a quien lo escuche, preguntando qué debería ser ofrendado a Dios. ¿Grandes ofrendas materiales para complacer a Dios? ¡No! “Te ha dicho a ti, hombre, lo que es bueno y lo que Adonai requiere de ti, pues solamente hacer justicia, amar la benevolencia y encaminarte con recato con tu Dios” (Mijá 6:8).
                Este versículo es el que eleva aún más al Profeta Mijá.
                Basándose en la esencia misma de la Torá, la resume en tres valores genéricos que, a sus ojos, sintetizan lo que bueno y lo que Dios pide a las personas:
a) hacer justicia, que según Abarbanel incluye todos los preceptos “bein adám lajaveró” .entre el hombre y su prójimo, que regulan y ordenan la relación en la dimensión entre congéneres.
b) amar la benevolencia, según Abarbanel en referencia a las situaciones en que la persona tiene que actuar “lífnim mishurát hadín”, renunciando a los propios derechos en aras de la armonía social.
c) encaminarte con recato con tu Dios, que según Abarbanel significa estar al Servicio de Dios, no solamente en público, sino en lo más íntimo de nuestro ser. O sea aferrarnos a la fe en Dios, que resulta a veces, invisible a los ojos del prójimo.

                Un mensaje poderoso nos deja este versículo, más allá de su análisis dentro del contexto de la profecía de Mijá.
                Al final de Parashat Balak veremos como una parte del pueblo, reflejada en el actuar de Pinjás (Bemidbar 25:7-8), parece entender que lo que desea Dios es un actuar “pasional y punzante”.
                Y Nuestros Sabios, por otro lado, contraponen esta porción del Profeta Mijá. No es casual. Ellos eligen otra visión del mundo.
                Nuestro pueblo, y la humanidad toda, no están compelidos por Dios a la violencia. Muy por el contrario, a través del profeta se nos dice: A NOSOTROS HOMBRES, SEPAMOS LO QUE ES BUENO Y LO QUE ADONAI REQUIERE DE NOSOTROS, SOLAMENTE HACER JUSTICIA, AMAR LA BENEVOLENCIA Y ENCAMINARNOS CON RECATO CON NUESTRO DIOS.

                En tiempos donde la violencia es la única respuesta, hay que buscar la paz.

¡SHABAT SHALOM UMEVORAJ! Un Shabat de paz y bendición
Meir Szames

18.6.14

PARASHAT KORAJ - Leshem Shamaim

                Esta parashá, seguirá marcando un camino hacia actitudes negativas que acostumbramos a tener los seres humanos. En semanas anteriores hemos visto la maledicencia –lashón ha-rá-, en Behaalotejá; el pesimismo llevado al extremo, en Shlaj Lejá. En Parashat Koraj nos encontramos con un grupo de personas dispuestas a llevar sus ambiciones al máximo de la escala, sin importar si con ello llevaban a todos a un mal camino.
                La intención de Koraj y sus seguidores era clara: ellos querían sacar a Aaron en primera instancia, y luego a Moshé, de sus puestos, y tomarlos para ellos. No importaba si eran elegidos por Dios, respetados por el pueblo, etc. Ellos acusaban a Moshé, ejemplo de humildad, de pretender enaltecerse sobre el resto del Pueblo de Israel. Finalmente, Moshé se hizo a un lado, y la Torá nos relata como Dios no validó el reclamo de Koraj, y fue tragado por la tierra (Bemidbar 16:31-33).
                Esta actitud, quedará signada por nuestra Tradición Oral, que nos dice: “Toda controversia entablada en nombre del Cielo –‘leshem Shamaim’- (justicia, verdad, etc.), logrará resultados permanentes, mas aquella que no lo es, terminará en fracaso. Las controversias entre Hilel y Shamai son el prototipo de la controversia en nombre del Cielo, mientras que la de Koraj y sus seguidores es la opuesta.” (Pirkei Avot 5:17)
                Hilel y Shamai son dos de los más grandes Sabios de nuestra Tradición Oral, el Talmud.
                Ellos dos, diferían habitualmente en sus opiniones legales, llevando a cabo discusiones por cada tema que se presentaba. Mayoritariamente, la ley (Halajá) se establecía según la opinión de Hilel, ya que el siempre pensaba en la disposición menos gravosa para el pueblo.
                En nuestros días, hablar de 'discusión' y 'pelea' es hablar de sinónimos. Si alguien tiene intenciones de discutir conmigo, me odia, quiere pelearme, y evidentemente está equivocado.
                El dueño de la 'verdad' soy yo. Asunto terminado.

                Pero alguna vez la cosa fue distinta.

                Hilel y Shamai, así como sus alumnos y seguidores, DISCUTÍAN a 'cara de perro' cada letra, cada punto, cada expresión y cada aplicación de la Torá. Y así fueron formando la Halajá. Traducida generalmente como "Ley judía", pero que significa CAMINO.
                En la Mishná (tratado de Iebamot 1:4) dice: “… a pesar de que unos permiten lo que otros prohíben y de que otros declaran inhábil lo que otros declaran hábil, la escuela de Shamai no impide que se tomen en casamiento mujeres pertenecientes a la escuela de Hilel ni la escuela de Hilel a las de Shamai. Respecto a las cosas puras e impuras que unos declaran puras y otros impuras, no impiden que se usen como puras, apoyándose los unos en los otros.

                Hilel y Shamai, y sus seguidores, aceptaban que el otro podía tener un punto de vista distinto sobre algún aspecto de la vida. Y respetaban la opinión ajena. Es más, en ocasiones, se conducían según la opinión del otro, al entender que era igual de válida que la suya.
                Así lo demuestra esta fuente de Iebamot, antes citada, donde lo más preciado, los hijos, seguían el ejemplo de los mayores y formaban familias juntos.

                Que podamos encontrar el camino de la bendición y el respeto, haciendo honor a una tradición varias veces milenaria que nos pide ser sus continuadores, haciéndonos eco de aquellas discusiones que enriquecen nuestra vida como sociedad y como pueblo.


¡SHABAT SHALOM UMEVORAJ!
Meir Szames

12.6.14

PARASHAT SHLAJ LEJA


                Esta semana nos espera una parashá sumamente interesante e importante. Comienza el fin de la ‘Generación del desierto’. El decreto de deambular por el desierto durante 40 años de modo tal que la generación que entre a la Tierra Prometida sea una nueva generación, una generación libre, que no haya conocido la esclavitud egipcia.
                En el inicio de la parashá, Dios ordena a Moshé que envíe doce hombres, exploradores-espías, a la tierra de Canaan. Un enviado por cada tribu de Israel. Son designados en hebreo con el nombre “Merraglim”. Debían traer un informe detallado de la tierra a ser conquistada, así como de sus habitantes y ciudades.
                Esta misión dura 40 días, donde los exploradores recorren la tierra de Canaan,
                Al regresar, en lugar de entregar el informe a Moshé, juntan a toda la congregación de Israel, y 10 de ellos entregan un informe desalentador, lleno de mentiras (los comentaristas explican que es probable que estos 10 espías no hayan siquiera pisado la tierra a ser explorada), insistiendo en que sería imposible para el Pueblo de Israel conquistar y tomar lo que Dios les había prometido. La difamación que hicieron se resume en la frase “eretz ojelet ioshbea hí – tierra que se come a sus habitantes es” (Bemidbar 13:32). La congregación lloró y pidió volver a Egipto, ya que preferían ‘la esclavitud a morir en el desierto’.
                Los únicos dos que dieron un informe positivo y real fueron Ioshua Bin Nun, de la tribu de Efraim (asistente de Moshé) y Caleb Ben Iefuné, de la tribu de Iehudá.
                Es más, Caleb se para en frente de todo el pueblo y dice su histórica frase, que seguiría siendo inspiradora durante toda la historia de nuestro pueblo, en especial en el siglo pasado con el surgimiento del movimiento sionista: “ALÓ NAALÉ” (…Ascender habremos de ascender y la vamos a poseer, pues poder, vamos a poder con ella. Bemidbar 13:30).

                Frente a una mayoría miedosa, la figura de Caleb Ben Iefuné se levanta y magnifica. Ante el miedo y desencanto generalizado, un solo hombre sale a poner la cara por un proyecto, por sus hermanos, por la esperanza de un futuro mejor.
                Este mensaje se ve reflejado en cada generación, donde ante la desidia y el temor de algunos, siempre se levantan hombres y mujeres dispuestos a hacer de este mundo un lugar mejor. Como dice el Pirkei Avot (2:6) ‘bemakom she-ein anashim, ishtadel liot ish’ “EN EL LUGAR DONDE NO HAY HOMBRES INTENTA SER VOS HOMBRE”

                Que podamos tener siempre una mirada positiva de lo que viene, y que nos podamos ocupar nosotros mismos de lograr el cometido de la continuidad y la tradición.

¡SHABAT SHALOM UMEVORAJ!
Meir Szames

29.5.14

Un poema en honor de Iom Ierushalaim

EN IOM KIPUR
De Iehuda Amijai

En Iom Kipur[1] del año 5728[2] vestí
ropa de fiesta oscura y me fui a la Ciudad Antigua[3] en Ierushalaim.
Estuve parado mucho tiempo frente al negocio de un árabe,
no lejos del Portón de Shjem, un negocio
de botones y cierres e hilos
en todo color, a presión y con hebillas.
Una luz importante y muchos colores, como un Arón HaKodesh[4] abierto.

Le dije a él dentro de mi corazón que también mi padre
tuvo un negocio así de hilos y botones.
Le expliqué a él dentro de mi corazón sobre todas las décadas
y los factores y los hechos, que yo estoy ahora aquí
y el negocio de mi padre está incendiado allí y él está enterrado aquí.

Cuando terminé ya era hora de Neilá[5].
También él bajó la persiana y cerró el portón
Y yo regresé con todos los que rezaban a casa.


ביום כפור / יהודה עמיחי

ביום כיפור בשנת תשכ”ח לבשתי
בגדי חג כהים והלכתי לעיר העתיקה בירושלים,
עמדתי זמן רב לפני כוך חנותו של ערבי,
לא רחוק משער שכם, חנות
כפתורים ורוכסנים וסלילי חוטים
בכל בצע ולחצניות ואבזמים.
אור יקר וצבעים רבים, כמו ארון-קודש פתוח.


אמרתי לו בלבי שגם לאבי
הייתה חנות כזאת של חוטים וכפתורים.
הסברתי לו בלבי על כל עשרות השנים
והגורמים והמקרים, שאני עכשיו פה
וחנות אבי שרופה שם והוא קבור פה.


כשסיימתי הייתה שעת נעילה.
גם הוא הוריד את התריס ונעל את השער
ואני חזרתי עם כל המתפללים הביתה

Traducción: Meir Szames
Correcciones: Yitzhak Lewis




[1] Lit: Día de expiación. Conocido como el “Día del Perdón”, el día más solemne del calendario judío
[2] Primer Iom Kipur luego de la reunificación de Ierushalaim en 1.967. En Hebreo, el acrónimo del año dice “olvido”
[3] En hebreo “Ir Ha’atiká” עיר העתיקה
[4] Lit: armario sagrado. Armario donde se guardan los Rollos de la Torá en las sinagogas
[5] “Neilá” significa “cierre/conclusión”. Es el último rezo del día de Iom Kipur, con el cual se cierra la liturgia. El autor hace un juego con esta palabra entre el cierre del negocio y el cierre de las oraciones.

14.5.14

Depende del punto de vista

PARASHAT BEJUKOTAI – SHABAT JAZAK – PREVIA DE LAG BAOMER

                Hace ya un poco más de cuatro semanas venimos contando el Omer: Sefirat HaOmer es una cuenta de días y semanas que nos lleva de Pesaj a Shavuot durante un período de siete semanas completas, donde nos depuramos y una vez lograda la libertad física (en Pesaj) nos encaminamos a la libertad plena de la mano de la Torá y su estudio (Shavuot).
                SHABAT JAZAK: Es llamado así ya que cuando se termina la lectura de un libro de la Torá en la sinagoga, se grita tres veces Jazak jazak ve-nitjazek (fuerte, fuerte y nos fortalezcamos). Es una linda costumbre, que nos propone ponernos felices por lo que hemos logrado –estudiar uno de los libros de la Torá- y darnos animo para el desafío que vuelve a empezar, disponiéndonos a volver a empezar otro libro la semana siguiente.
                Lag BaOmer es el día 33 de la cuenta del Omer. Hay varias explicaciones sobre esta fecha, voy a traer un par de ellas.
                En el Talmud (Tratado Iebamot 62b) se explica un versículo del TaNaJ (Biblia) de la siguiente manera: … Está dicho: “Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no retires tu mano;  porque no sabes cuál ha de prosperar, si esto o aquello, o si ambos dos serán juntamente buenos” (Kohelet 11:6). Rabí Akiva dice explicando este versículo: una persona que enseñó Torá en su juventud, que enseñe Torá en su vejez. Tuvo alumnos en su juventud, que tenga alumnos en su vejez. Dijeron: doce mil `parejas de estudiantes tenía Rabí Akiva desde Guebat hasta Antipras {demarcando los límites sur y norte del Reino de Iehudá}. Y todos murieron en un mismo período de tiempo, a causa de no haberse comportado con respeto el uno con el otro. Y así fue que el mundo quedó desolado, sin Torá. Hasta que fue Rabí Akiva hacia el sur y allí enseñó Torá nuevamente, y estos últimos alumnos son: Rabí Meir, Rabí Iehuda, Rabí Iosi, Rabí Shimón y Rabí Eleazar Ben Shamúa. Y ellos fueron los que sostuvieron la Torá en aquellos tiempos. {es decir, que a pesar de haber tenido muchos alumnos en tiempos pasados, ellos no fueron exitosos en mantenerse; y aquellos que lograron mantenerse fueron justamente los últimos alumnos, ya que de ellos salió la Torá para Israel}. Respecto a las doce mil parejas de estudiantes se dice que todos murieron entre Pesaj y Shavuot (Atzeret). Dijo Rab Jama bar Aba, y hay quienes dicen que Rabí Jía bar Abín: todos murieron de una “mala muerte”. ¿Qué quiere decir una “muerte mala”? dijo Rab Najman: “Askera” (Difteria). …
                Esa es una de las fuentes talmúdicas donde se habla de lo ocurrido con Rabí Akiva y sus alumnos.
                Hace poco tiempo, encontré en el libro ‘Nosotros en el tiempo’ una fuente que da una explicación muy interesante: “El Maharil escribe que la plaga se extendió durante el período comprendido entre Pesaj y Shavuot, exceptuando los días de carácter festivo: los siete días de Pesaj, los dos días de Rosh Jodesh Iyar, Rosh Jodesh Sivan y los siete Shabatot, un total de diecisiete días. Así, las muertes tuvieron lugar sólo treinta y dos días de los cuarenta y nueve del Omer. Para conmemorar ello celebramos el día treinta y tres del Omer dándole un carácter semi-festivo suspendiendo las expresiones de duelo”.
                Con estas dos breves explicaciones, que no son todas, ya tenemos una idea de que hablamos cuando hablamos de Lag BaOmer.

                Y como sabemos, Rabí Akiva, además de ser uno de los protagonistas de Lag BaOmer, es uno de los protagonistas de nuestro devenir como pueblo. A él se le atribuye una frase que no deja de llamar la atención “ כל דעביד רחמנא לטב עביד Col deaveid Rajmana letav aveid. “Todo lo que hace HaKadosh Baruj Hú para bien es”.
                Veamos el relato que aparece también en el Talmud (Talmud Babli, Tratado Brajot 60b):
                Cierta vez, Rabí Akiva andaba por el camino. Llegó a un lugar, un poblado, buscó hospedaje y no lo consiguió. Se dijo a sí mismo: “todo lo que hace HaKadosh Baruj Hú para bien es”. No tuvo más remedio que dormir en el campo. Tenía un burro, un gallo y una vela. Por la noche vino un león y se comió al burro. Vino un gato y se comió al gallo. Vino el viento y apagó la vela. Y dijo “col deaveid Rajmana letav aveid”. Resultó ser que esa misma noche vinieron bandidos y tomaron prisioneros a todos los habitantes de la ciudad. Dijo Rabí Akiva: no les dije yo, “col deaveid Rajmana letav aveid”.

                Esta frase no la podemos usar para todas las situaciones de nuestra vida. Es más, es el mismo Rabí Akiva quien en el Pirkei Avot dice: “Todo está previsto pero el hombre tiene el libre albedrío…” (3:15). Pero creo que si sabemos aceptar lo que nos toca cada día, y sabemos ponernos fuertes y seguir adelante, vamos a lograr tomar las decisiones que realmente queremos y pasarla mucho mejor.

                Como saluda mi Rab Damián Karo cuando llega un Shabat Jazak,

¡SHABAT JAZAK SHALOM!
Meir Szames

12.5.14

Rabí Akiva -Ttodo lo que hace HaKadosh Baruj Hú para bien es


כל דעביד רחמנא לטב עביד



Cierta vez, Rabí Akiva andaba por el camino. Llegó a un lugar, buscó hospedaje y no lo consiguió. Se dijo a sí mismo: “todo lo que hace HaKadosh Baruj Hú para bien es”. No tuvo más remedio que dormir en el campo. Tenía un burro, un gallo y una vela. Vino un león y se comió al burro. Vino un gato y se comió al gallo. Vino el viento y apagó la vela. Y dijo “col deaveid Rajmana letav aveid”. Esa misma noche vinieron bandidos y tomaron prisioneros a todos los habitantes de la ciudad. Dijo Rabí Akiva: no les dije yo, “col deaveid Rajmana letav aveid”.
Talmud Babli, Tratado Brajot 60b

Rabí Akiva - La Torá y su recompensa

Dijo Rab Iehuda en nombre de Rab: En el momento que ascendió Moshé al cielo encontró al Santo bendito Él ocupado en ponerle ketarim (coronitas) a las letras de la Torá. Le dijo Moshé: Señor del Mundo, ¿Quién obliga a que tengas que entregar la Torá con todos estos ‘adornitos’?  Le dijo: hay un hombre, que vendrá luego de varias generaciones, Akiva ben Iosef es su nombre, que en el futuro va a  lograr explicaciones de cada una de la coronitas. Le dijo Moshé: Ribonó shel Olam, muéstramelo. Sucedió que Moshé estaba sentado al final de las ocho filas de estudiantes, y no entendía lo que decían en esa clase. Moshé se puso mal. En cierto asunto queEs Halajá (ley) que Moshé recibió y enseñó en el Sinaí –Halajá leMoshé miSinaí” y Moshé se sintió mejor. Al regresar Moshé frente al Kadosh Baruj Hú y le dijo: Ribonó shel Olam, tenés un hombre así y ¡vos pones la Torá en mis manos! Le dijo Dios: ¡Calla!, ese es mi deseo (lit: ese es mi pensamiento). Dijo Moshé: “Ribonó shel Olam, ya me mostraste su Torá, ahora mostrame su recompensa”. Y Moshé vio como Rabí Akiva era torturado y muerto. Dijo Moshé: Ribonó shel Olam, ¡esa es la Torá y esa es su recompensa! Le dijo Dios: ¡Calla!, ese es mi deseo.


Talmud Babli, Tratado Menajot 29b

Un relato sobre el orígen de Rabí Akiva

se acerca Lag BaOmer (sábado a la noche)
Tengo traducidos varios relatos sobre Rabí Akiva
Acá les dejo uno:

Rabí Akiva era pastor de Calba Sabúa. Vió Rajel la hija de Calba Sabúa que el era recatado y trabajador. Le dijo: ¿si me caso con vos irías al Beit HaMidrash? El respondió: sí. Se casaron en secreto. Se enteró Calba Sabúa y expulsó a su hija de su casa, y le prohibió que tenga provecho de sus bienes. Ella se fue a vivir con R’Akiva. En los días de invierno dormían en el granero, y él le colocaba paja en medio de sus cabellos. Y le decía: ojalá y si pudiera te regalaría Ierushalaim shel Zaav (una joya especial). Se les apareció Eliahu HaNaví en forma de hombre. Llamó a la puerta y les dijo: denme un poco de paja, ya que mi mujer dio a luz y no tengo sobre que recostarla. Le dijo Rabí Akiva a su mujer: mira a este hombre, ni siquiera paja tiene. Ella le dijo: ve y estudia en el Beit HaMidrash. Se fue y estudió doce años en el Beit HaMidrash bajo la tutela de Rabí Eliezer y Rabí Ioshua.
Luego de esos doce años volvió a su casa y trajo con él doce mil alumnos. Todos salieron a su encuentro. Al enterarse su mujer, ella también salió a su encuentro. Le dijeron sus vecinas: pide prestado ropas y vístete acorde a la ocasión. Ella les respondió: “el justo cuida el alma de sus bestias” (Mishlé 12:10). Cuando ella pudo llegar a él, cayó delante suyo y le besaba los pies. Quisieron sacarla los alumnos. Les dijo Rabí Akiva a sus alumnos: “Déjenla, ya que todo lo mío y todo lo de ustedes a ella le pertenece”.
Escuchó el padre de ella que un hombre importante había llegado a la ciudad (sin saber de quien se trataba). Y pensó: iré a verlo, quizás pueda liberarme de mi promesa. Una vez que se encontraron, le dijo Rabí Akiva: si hubieras sabido que el marido de tu hija sería un hombre importante (en el estudio de la Torá), ¿la hubieras echado? Dijo Calba Sabúa: incluso si hubiera sabido un capítulo, incluso una sola ley. Le respondió: yo soy el marido de tu hija. Calba Sabúa cayó delante de él y le besó los pies a Rabí Akiva y le entregó la mitad de su fortuna.

Talmud Babli, Tratado Ketuvot 62-63b

24.4.14

PARASHAT EMOR

(Vaikrá - Levítico: capítulos 21 a 24)

                “Dijo Ado-nai a Moshé: Habla a los cohaním hijos de Aarón y habrás de decirles: por persona muerta no habrá de impurificarse, en su pueblo”. (Vaikrá 21:1)
                Así comienza la parashá de esta semana. Venimos transitando Sefer Vaikrá – libro de Levítico, donde se pone gran atención y detenimiento a las cuestiones relacionadas con el ritual, la pureza y la santidad que se les requiere a los sacerdotes y, por extensión, al pueblo de Israel.

                Del versículo que encabeza este escrito, llama la atención a los comentaristas la repetición tres veces del verbo cuya raíz es אמר “A.M.R.” que se traduce como ‘hablar – decir’.
                RaSHí interpreta esto diciendo que el pedido de la Torá se hace para insinuar que los mayores deberán decir y transmitir a los menores.

                Siguiendo con el versículo que tratamos, hay que explicar que los cohaním – sacerdotes, no se podrían impurificar ritualmente poniéndose en contacto con un cadáver. Mientras que los cohaním simples podrían hacerlo por sus parientes más cercanos (esposa, padres, hijos, hermano, hermana no desposada); el Cohen Gadol – Sumo Sacerdote, no podrá acercarse siquiera a ninguno de estos parientes. Solamente hay una excepción en el caso del Cohen Gadol, que es aprendida del final de este versículo, cuando dice “en su pueblo”, la cual es tratada en el Talmud (Nazir 47 a-b), y trata el caso del “Met Mitzvá”. Cuando una persona fallece y el cadáver está entre su gente y su pueblo y haya quien le de sepultura no hay inconveniente, pero de no ser así, este cadáver está en la categoría de Met Mitzvá, y es una obligación primordial el darle adecuada sepultura. La Halajá prescribe que en el caso de un Met Mitzvá, aun el Cohen Gadol tiene la obligación de darle sepultura, aun si habría de desatender por ello algún acto ritual en el Santuario (RaMBaM, Mishné Torá, Sefer Shoftim, Hiljot Ebel 3:8).
                La Mitzvá de dar sepultura al que deja este mundo está englobada por nuestros Sabios en la categoría de “גמילות חסדים” “Guemilut Jasadim”, o sea una manifestación de amor y bondad irrestrictos e incondicionales.

                Vemos así una situación única e impensada: el Sumo Sacerdote, figura máxima del pueblo, quien no puede acercarse a llorar a su padre y su madre siquiera (Vaikrá 21:11), está obligado a hacerlo por un ‘perfecto’ desconocido, quien no tiene quien lo entierre. Parece patente la enseñanza: Por más abolengos que se pretendan, a la hora de estar frente a los demás, somos todos iguales. Y más aún, a mayor rango de jerarquía, mayores son las responsabilidades, deberes y esfuerzos. No hay excusas frente a un hermano. No hay herencia de méritos que te liberen de cumplir tus obligaciones.

                Un poquito más.
                Dentro de esta parashá tan rica en conceptos, cierra el capítulo 22 con las cuestiones referidas a la santidad de los cohaním, diciendo: “Habrán de cuidar Mis Mitzvot –preceptos- y los cumplirán, yo soy Ado-nai” (22:31). Explica el Rab Edery en su Jumash que, cuidar los preceptos implica el estudio, mientras que cumplirlos se refiere a la acción en sí misma. De esto deduce que aquél que no estudia y conoce, tampoco puede cumplir. La mitzvá de Talmud Torá, el estudio de la Torá, es considerada como la columna vertebral de la tradición de Israel. Nuestro futuro como pueblo identificado con su Torá y sus valores depende totalmente del estudio de nuestros libros sagrados, en profundidad y amplitud.

                Volviendo a la opinión de RaSHí citada al comienzo, somos los mayores, en cada una de nuestras casas quienes tenemos la misión de transmitir a los más pequeños nuestra tradición. Una transmisión de ‘mano en mano’, día a día, que hable del respeto y amor irrestricto por el prójimo, por el Otro. Una tarea que debe ir de la mano con los caminos de nuestro pueblo, con el estudio sincero de nuestras fuentes que vayan encaminados a seguir transmitiendo y haciendo.

Rabí Iosi dice: … Dedícate al estudio de la Torá, pues no puedes recibirla por herencia. Y que todas tus acciones sean hechas por amor a Dios” (Pirkei Avot 2:17)

¡SHABAT SHALOM UMEVORAJ!
Meir Szames



Cuando la fe es totalmente reemplazada por el credo, el fervor religioso por la disciplina, el amor por la rutina; cuando se ignora la crisis de hoy a causa del esplendor del pasado; cuando la fe se convierte en algo simplemente heredado en vez de ser una fuente viviente; cuando la religión habla sólo en nombre de la autoridad y no con la voz de la compasión – entonces su mensaje ya no tiene sentido” (A. J. Heschel, “La democracia y otros ensayos”, Seminario Rabínico Latinoamericano)

LA BANDEJA DE PLATA

LA BANDEJA DE PLATA  - מגש הכסף (19/12/1947)
de Natan Alterman (1910 - 1970)

                Dijo Jaim Weitzman “El Estado no le es entregado al pueblo en una bandeja de plata”

… Y la tierra callará. Un sol de tinte rojizo
desaparecerá de a poco
sobre las fronteras humeantes.
Y una nación se levantará, con el corazón desgarrado pero respirando…
Para recibir al milagro,
el único e irrepetible.

Ella se preparará para la ceremonia. Ella se erige frente a la luna
y se levantará, antes del alba, vestida de gala y terror.
A su encuentro saldrán
una muchacha y un muchacho
y lentamente avanzarán hacia la nación.

Vestidos en uniformes y arena, y pesados calzados,
ellos suben por el sendero
extensos y enmudecidos.
No han cambiado sus vestimentas, aún no se lavaron en el agua
los rastros de un día de duro esfuerzo y una noche en la línea de fuego.

Agotados hasta el extremo, célibes de reposo,
goteando rocíos de juventud hebrea,
callados los dos se acercarán,
y se mantendrán de pie sin movimiento.
Y no hay señal alguna si ellos están vivos o si están heridos.

Entonces preguntará la nación, embelezada y fascinada.
Y dirá: ¿quiénes son ustedes? Y aquellos dos, callados,
le responderán a ella: Nosotros somos la bandeja de plata
que sobre ella te fue entregado el estado de los judíos.

Así dirán, y caerán a sus pies ensombrecidos.
Y el resto se relatará en las generaciones de Israel.


Adaptación de Meir Szames

Corrección: Yitzhak  Lewis


מגש הכסף 
מילים: נתן אלתרמן




והארץ תשקוט, עין שמיים אודמת 
תעמעם לאיטה על גבולות עשנים, 
ואומה תעמוד - קרועת לב אך נושמת 
לקבל את הנס, האחד, אין שני... 

היא לטקס תיכון, היא תקום למול הסהר 
ועמדה למולם עוטה חג ואימה. 
אז מנגד יצאו נערה ונער 
ואט אט יצעדו הם אל מול האומה. 

לובשי חול וחגור וכבדי נעליים 
בנתיב יעלו הם, הלוך והחרש 
לא החליפו בגדם, לא מחו עוד במים 
את עקבות יום הפרך וליל קו האש. 

עייפים עד בלי קץ, נזירים ממרגוע 
ונוטפים טללי נעורים עבריים... 
דם השניים יגשו ועמדו עד בלי נוע 
ואין אות אם חיים הם או אם ירויים. 

אז תשאל האומה שטופת דמע וקסם 
ואמרה: "מי אתם?", והשניים שוקטים 
יענו לה: "אנחנו מגש הכסף, 
שעליו לך ניתנה מדינת היהודים". 

כך יאמרו ונפלו לרגלה עוטפי צל 
והשאר יסופר בתולדות ישראל.

5.3.14

EL ESPEJO – REFLEJO DE NUESTRA IDENTIDAD (*)

                La publicación “El Espejo” busca reflejar lo que acontece día a día en AMIA La Plata. Ese acontecer diario que vengo acompañando hace un tiempito.
                Justamente, nuestro tiempo está marcado por nuestro Luaj, que nos invita a vivir una vida judía plena todo el año. Con cada Shabat, con cada Jag, con cada ocasión para el estudio y la vivencia comunitaria.
                Y ya que miro el Luaj, veo que lo que se nos viene próximamente es Purim. Esta fiesta que nos relata los milagros acaecidos al pueblo judío, a la Reina Esther y Mordejai, en los días de Ajashverosh, contra los designios del malvado Hamán.

                Hablando de ‘espejos’, me acordé del cuento de Blancanieves, donde aparece un espejo, y una reina. Una ‘reina bruja’ que miraba a un espejo mágico y le preguntaba ¿Quién es la más bonita del reino? Y siempre recibía la respuesta que esperaba, era ella. Pasó un día que espejito mágico respondió que había alguien más que la superaba en belleza, y enfureció e intentó destruirla.
                Historia y reacción similar, como tantas, a la actitud de Hamán, quien no podía vivir sabiendo que existían los judíos y, sin más, articuló los medios que creyó pertinentes para su cometido. Conocemos el final del relato, no se sale con la suya. ¿Por qué? ¿Cómo nos salvamos?

                Esa es la pregunta.

                Esther era reina. Pero el rey no sabía de su origen. Su identidad no había salido a la luz.
                Los sucesos se fueron encadenando y desencadenando, y resultó que su pueblo tenía decretada su  destrucción.
                Así le dice su tío Mordejai a la Reina Esther, ante la situación de apremio para el pueblo: “…No te imagines dentro de tu alma que tú escaparás en la casa del rey más que cualquier otro de los judíos. Porque si por causa alguna tú callares por completo en este tiempo, surgirá alivio y liberación para los judíos de algún otro lugar, ¡mas tú y la casa de tu padre pereceréis!, y ¡quién sabe si no fue para ocasión como ésta que tú has llegado al reino!” (Libro de Esther 4:13-14)
                En ese momento, la reina Esther sacó a relucir lo mejor de ella, su identidad judía. Se identificó como judía ante el rey, y éste, al entender lo injusto de la situación, mandó a revertir la oscura orden de muerte.
                La identidad cambió el decreto de muerte por un decreto de vida.
                Esa identidad que yace en cada uno de nosotros. Algunos la llevamos más a flor de piel. A otros nos hace renegar un poco y nos hace sentir incómodos.
                Cada uno de nosotros elige donde estar parado, por donde andar. El espejo no siempre debe reflejar lo mismo. Si nos preocupa la situación, si queremos que algo cambie, es momento de mostrar nuestra identidad, de sacar afuera nuestros deseos y es momento de hacer.
                Como dice una cita del Pikei Avot 2:21 que siempre repetimos “No estás obligado a concluir toda la obra, mas tampoco eres libre de sustraerte o eludirla”.
                Todos podemos mirar hacia otro lado, o podemos mirarnos al espejo, sincerarnos con nosotros mismos y tomar la decisión de hacer la partecita que nos corresponde.

¡JAG SAMEAJ!



(*) escrito a ser publicado en la revista comunitaria “El Espejo”, de AMIA LA PLATA